Después de la guerra había en Buenos Aires una numerosa comunidad de exiliados españoles. Se habla de la compañía de Miguel Herrero y Carmelita Vázquez, el guitarrista Esteban de Sanlúcar, Curro Terremoto bailaor (hermano del cantaor jerezano Terremoto), Paco Ortiz cantaor malagueño, Sabicas y su hermano Diego, el cantante Miguel de Molina y muchos más.
Jorge Luis Caviglia, apodado El Chino para la comunidad flamenca, argentino nato, construyó una extensa carrera como bailaor bailarín de lo que pudo aprender de los grandes artistas con los que logró relacionarse. Nace el 26 de diciembre de 1945, y es padre del popular bailarín bailaor Adrián Galia, en su día, primer bailarín de las compañías de Cristina Hoyos y Antonio Gades, y colaborador con el maestro Enrique Morente. Jorge Luis ha tenido una brillante carrera larga y exitosa en la danza flamenca. Alto y fuerte, dibuja con su cuerpo líneas elegantes, una escuela de baile difundida en su día por Antonio el Bailarín o Antonio Gades y sus seguidores que todavía ponen la pauta para muchos. Jorge Luis y Conchi, su pareja, han sido primeros bailarines del Ballet Nacional de España, maestros, coreógrafos y bailarines en España y Argentina.
Nos habla Jorge Luis desde su casa en Benidorm.
* Comencé en la danza con apenas seis años. Fui primero a la academia del Niño de León, que estaba por mi barrio en Lanús Pcia de Buenos Aires. Los espectáculos que me inspiraron fueron varios, como el de Romerías, cuando veía bailar a Hurtado de Córdoba, con más de treinta componentes en escena. Era espectacular aquello.
* Carmen Amaya nunca pasaba por mi barrio, pero yo frecuentaba el de ella alrededor del Congreso de la Nación y Avenida de Mayo por excelencia. Conocí a toda su verdadera familia con guitarristas como Pucherete y Chocolate. Vivían en hostales y pensiones en la capital federal, menos Carmen.
* Nosotros nos veíamos o tratábamos en fiestas que eran casi a diario en tablaos y teatros. Salvo que por los años ochenta la familia de los Tarantos comenzó a divulgar sus creencias y lo hizo posible teniendo su propia iglesia y culto, respetando los cánones del verdadero flamenco.
«Me formé bailando con la familia Pericet. En mi casa se vivía para trabajar, para poder ver aquellos espectáculos que llegaban de España. Mi madre adoraba el cante flamenco y el folclore español en general, y yo, muy pegado ella, lo compartía y lo disfrutaba»
* Me formé bailando con la familia Pericet. En mi casa se vivía para trabajar, para poder ver aquellos espectáculos que llegaban de España. Mi madre adoraba el cante flamenco y el folclore español en general, y yo, muy pegado ella, lo compartía y lo disfrutaba.
* El primer grupo que formé fue a la edad de 16 años, lo llamamos Trío Ibérico, dos hombres y una mujer. Luego llegué a Los Cortijeros, y con 20 años ya cumplidos llegué a México con Esteban de Sanlúcar y mi compañera, donde cambié mi nombre artístico por el de Luis Gaona El Chino. Dadas todas mis inquietudes, cambié de forma de vestir respetando el aire flamenco. Un periodista y crítico mejicano de un afamado periódico presenciando nuestro debut, en su comentario elogioso lo resaltó así, «es un bailaor de protesta», por la forma original de tratar al nuevo flamenco en cuanto a vestuario y ritmos.
* Llegué a trabajar con artistas internacionales dentro de mi género y fuera también. Compartí escenario con Sammy Davis y Dean Martin, y con Mario Moreno Cantinflas (mi padrino artístico). Un gran admirador mío que vino a verme en la inauguración del Casino de Palma de Mallorca fue Cassius Clay.
«El flamenco viaja solo por el mundo, por lo tanto no deberíamos permitir que lo desvirtúen unos pocos desinformados buscando ese ¡¡soy el mejor!! Les pido por medio de estas palabras volver a lo auténtico y dejar a los que lo aman que lo sigan cuidando sin perder sus raíces. Amo al baile, al toque y al cante»
* Transcurriendo dos años de 1968 y 1969, en un superprograma de la televisión mexicana, bailé y acompañé a la artista Gina Lollobrigida, cantando ella en español su tema preferido, siendo un total acontecimiento de la fusión de cante y baile. Trabajé con Esteban de Sanlúcar dos años consecutivos sin parar. Comenzamos en Buenos Aires, luego Uruguay, Perú, y todo Centroamérica durante un año. En aquellos años en América del Sur había mucho interés en el flamenco y todo lo español. En Panamá trabajamos con Olga Guillot y Carmen Sevilla con Augusto Alguero en el Panamá Hilton, luego a México para terminar la gira y despedirnos en Puerto Rico. Esteban regresó a Venezuela y yo me vine para España, donde formé una familia unida y maravillosa, y mi primer ballet junto a Conchita España.
* El flamenco viaja solo por el mundo, por lo tanto no deberíamos permitir que lo desvirtúen unos pocos desinformados buscando ese ¡¡soy el mejor!! Les pido por medio de estas palabras volver a lo auténtico y dejar a los que lo aman que lo sigan cuidando sin perder sus raíces. Amo al baile, al toque y al cante, por lo tanto así lo expongo. Un abrazote enorme.