El flamenco es ideal para encauzar y expresar los sentimientos. Es lo que ha debido pensar la Junta de Andalucía tras poner en marcha una iniciativa que pretende ayudar a menores en situación de conflicto enseñándoles a canalizar sus emociones a través de la música y el baile flamenco.
El proyecto educativo se desarrolla en el Centro de Internamiento de Menores Infractores (CIMI) Los Alcores de Carmona (Sevilla), que ha contado con la colaboración altruista del bailaor flamenco José Suárez El Torombo.
«Cuando les resulta muy complicado expresarse a través de la palabra, a través del arte y de la música son capaces de expresar, movilizar y encauzar sus emociones e inquietudes. Les sirve para reconocerse a sí mismos, saber dónde están, dónde pueden llegar, transmitir los valores que tienen a nivel personal, expresarse tal y como son», ha explicado Javier Millán, delegado territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública, en una visita para clausurar el taller que comenzó hace un año y se desarrolla con carácter trimestral con los jóvenes que cumplen medidas judiciales en el CIMI.
«El flamenco a través del baile y la música está logrando en este taller artístico muy buenos resultados con chicos y chicas a los que tenemos la obligación de dar una segunda oportunidad y recuperarlos para la sociedad porque aún tienen mucho que aportar»
Millán ha resaltado la importancia de que se genere una relación de confianza y complicidad en el taller entre los menores y El Torombo, al que le ha agradecido su participación desinteresada en el proyecto, así como al resto de músicos y cantaores que acompañaron a los jóvenes y al bailaor en su actuación en el acto de clausura.
Para reeducar a los jóvenes, los profesionales del CIMI estudian cada caso teniendo en cuenta sus circunstancias. Además realizan una intervención personalizada que incluye «el apoyo educativo, procurando que continúe o retome sus estudios, atención psicológica, orientación laboral y con programas que fomenten su educación en valores e integración social, dotándoles de herramientas para alejarse del conflicto y reorientar su vida», ha explicado el delegado.
Es en esta intervención donde toma protagonismo el flamenco a través del baile y la música en este taller artístico que «está logrando muy buenos resultados con chicos y chicas a los que tenemos la obligación de dar una segunda oportunidad y recuperarlos para la sociedad porque aún tienen mucho que aportar», confiesa Millán.
El CIMI Los Alcores, gestionado por la Fundación Diagrama, cuenta con 67 plazas tanto masculinas como femeninas para menores infractores que cumplen medidas judiciales de internamiento en régimen cerrado, semiabierto, abierto, de fin de semana o terapéutico. Este último está destinado a jóvenes con problemas de adicciones o salud mental y Los Alcores cuenta con 28 plazas de internamiento terapéutico para chicos y seis para chicas.