Al guitarrista Juan Ramón Caro no le gusta lo simple. Lo suyo es buscar nuevos caminos que exploren maneras originales de llegar al destino tradicional, pero con su propio sello, un sello que le identifique.
Su experiencia junto a su inseparable guitarra, acompañando desde que era un niño a cantaores muy diversos que, a su vez, cantaban estilos muy variopintos, le ha conferido grandes conocimientos y una gran soltura. Pero esa soltura no sería mucho más que eso sin sus años de estudio, sin su curiosidad y su deseo de sorprender, sin su afición desmedida no ya al instrumento, sino también al cante, al que rinde pleitesía cada vez que puede. Este compendio de saberes, dones y experiencia hace que el toque de Juan Ramón Caro sea único, magistral y, al mismo tiempo, inquieto y juguetón. Todo esto podemos encontrarlo en Caríssimo, su último disco de estudio, que vino a presentarnos el 7 de diciembre en el Teatro Echegaray de Málaga.
Su aparición en escena fue en solitario, con una taranta de toque limpio e hipnótico, mostrándose al público sin miedo tal cual es, con la guitarra desnuda, tan solo pulso, música y aliento.
Los tientos llamaron a escena a Antonia Contreras que, brillante, le brindó el color de su voz, pero siempre con la generosidad de buscar el segundo plano, para ceder todo el protagonismo a Caro en su noche especial. Asimismo, se les unió la percusión de David Galiano, que ya no abandonaría el escenario hasta el final del recital.
Siguieron las sevillanas A mi modo, título que hace mención a los distintos modos musicales que usa Caro para componer cada una de las cuatro coplas de este género, a medio camino entre el folclore y el flamenco. Y como todo folclore, la razón de ser de las sevillanas está en el baile, por lo que aquí no podía faltar, ejecutado con elegancia y maestría por Carmen Camacho con bata de cola y mantón.
«La seguiriya ‘Chicago’, que en su día grabó junto al maestro Enrique Morente para su disco ‘Rosa de los Vientos’, nos estremeció. El cante de Antonia Contreras, el baile lleno de sentimiento de Carmen Camacho, la percusión de Galiano y la guitarra de Caro nos demostraron cómo lo más añejo puede resultar novedoso y fresco»
Tras saludar con su habitual simpatía, Caro quiso dedicar una soleá de su primer disco Rosa de los vientos a sus padres, allí presentes; no en vano, el tema lleva por título La Campana, pueblo natal de su padre. Si al principio hablábamos de cómo a Juan Ramón le gusta buscar caminos nuevos para expresar lo clásico, sin duda esta soleá ejemplifica perfectamente lo dicho.
Los sones de Tárrega y sus Recuerdos de la Alhambra nos sorprendieron, en una interpretación nítida y deliciosa que desembocó en las guajiras Azucarito, creación de Juan Ramón Caro que también pertenecen al primero de sus discos.
Hay que destacar la absoluta compenetración de la percusión de David Galiano, que se acopla a la perfección a cada toque, acompañando con naturalidad y precisión, captando con gran solvencia lo que cada palo va pidiendo. Caro, al que vimos disfrutar y apreciar la labor de Galiano, le dedicó el siguiente tema, una versión sin cante de Diosa del Ma’, bulería por soleá de Caríssimo, donde de nuevo la simbiosis entre toque y percusión fue total.
La seguiriya Chicago, que en su día grabó junto al maestro Enrique Morente para su disco Rosa de los Vientos, nos estremeció. El cante de Antonia Contreras, el baile lleno de sentimiento de Carmen Camacho, la percusión de Galiano y la guitarra de Caro nos demostraron cómo lo más añejo puede resultar novedoso y fresco, desde el más solemne de los respetos.
La Bien Cercá, bulerías dedicadas a Álora y la rumba que abre Caríssimo, El Vuelo de Ícaro, fueron de nuevo un derroche de virtuosismo y el goce del artista se reflejó como un espejo en el público, totalmente entusiasmado. Tanto fue así que alguien desde butacas le pidió que se arrancara con un cantecito. A pesar de la sorpresa inicial, Caro se lanzó por livianas, con paladar y flamencura, lo que hizo las delicias de los asistentes.
A gusto como estaba, el fin del recital no pudo ser más brillante: todo un agradecimiento a las manos que hacen posible el milagro del instrumento, el tema Madera de luz, dedicado al lutier Jerónimo Pérez de Algodonales, una bulería llena de jondura que abrochó una noche redonda.
Ficha artística
Juan Ramón Caro Quartet
Teatro Echegaray de Málaga
7 de diciembre de 2024
Guitarra: Juan Ramón Caro
Cante: Antonia Contreras
Percusión: David Galiano
Baile: Carmen Camacho
Aforo: Lleno