Joaquín Zapata es el nuevo alcalde de la localidad murciana de La Unión y presidente de la Fundación Cante de las Minas. Es abogado, del Partido Popular, y sigue viviendo en el barrio donde nació, El Garbanzal, el 25 de enero de 1993. Tiene, pues, sólo 30 años, aunque parece que tiene muchos más por su sabiduría, templanza y experiencia. Ante todo es un apasionado del flamenco, sobre todo del cante minero, y su objetivo es que el Festival Internacional del Cante de las Minas mejore en todos los aspectos. Lo mejor que le ha podido pasar al entrañable festival minero es que este joven unionense sea el alcalde, y el tiempo lo demostrará.

 

 

– ¿Cuál es su primer recuerdo del Festival de las Minas?

– No tendría yo mucho más de diez años. Estaba escuchando a un cantaor y observé que el guitarrista cerraba los ojos mientras tocaba una falseta. Le pregunté a mi madre por qué. Ella me dijo que era porque estaba sintiendo el toque.

 

– ¿Pertenece a una familia flamenca?

– Para nada. En mi casa se ha respetado al cante, pero no ha habido afición. La pasión por este arte no es heredada.

 

– ¿Alguna vez, de niño o adolescente, soñó que era alcalde de La Unión?

– Siempre he querido ayudar a mi municipio. Sobre todo en lo que tiene que ver con cultura y deporte. Supongo que alguna vez fantaseé con ser alcalde, pero nunca me lo tomé en serio.

 

– Me dijo un día que no se veía viviendo de un cargo político. ¿Qué ha pasado? Conste que siempre deseé que diera el paso.

– Verdaderamente no lo pensaba en aquel momento. No obstante, siempre seré abogado, porque ese es mi oficio y no otro. Ahora se me ha planteado el reto de ayudar a mi pueblo, porque mis vecinos así lo han querido. Así que yo no puedo sino ponerme a su disposición.

 

– Ya es alcalde de su pueblo, que no es cualquier pueblo, y, además, es presidente de La Fundación Cante de las Minas. ¿Empieza a dormir mal?

– En absoluto. Uno no duerme mal si tiene la conciencia tranquila de que ha hecho todo lo que debía hacer.

 

– Supongo que tiene mucho trabajo por delante, sólo con el festival.

– Muchísimo, pero no me asusta. Hay que ponerle dedicación, esmero y cariño a las tareas y sólo así se consigue lo que uno se proponga.

 

– La edición de este año se la habrá encontrado ya hecha. ¿Cambiaría ya cosas que no le gustan, que alguna habrá?

– Cambiaría los últimos años de desinterés y desidia de quienes dirigían el Festival. En esta edición intentaré dejar nuestro sello. El siguiente ya será de nuestro cuño totalmente.

 

 

«El jurado del Festival Internacional del Cante de las Minas es libre y soberano para decidir. Mi única pretensión es que sea libre. Y si algunos intentan que no lo sea, que pidan amparo»

 

 

 

 

– ¿Cuál creé que es el secreto del éxito del Festival de las Minas?

– Pues la atención que históricamente se ha prestado a los medios. A todos, los especializados y los generalistas. También el haber entendido siempre que éramos un festival de flamenco, pero no todo era flamenco, aunque estuviera al servicio de nuestro arte.

 

– ¿Se autofinancia o cuesta una pasta al Ayuntamiento?

– Se financia a través de la Fundación, que tiene aportaciones públicas y privadas. Le cuesta dinero al Ayuntamiento, pero le da a ganar a La Unión.

 

– ¿Cuál es el presupuesto de este año?

– El presupuesto anual, que es público, ronda los 600.000 euros. Pero no sólo se paga el festival. La fundación tiene gastos todo el año.

 

– ¿Se atrevería a adelantarnos alguna novedad para el año que viene?

– Primero vamos a terminar de organizar esta edición.

 

– ¿Tiene algún ídolo en La Unión? Flamenco, quiero decir.

– Pues sí, pero no sólo uno. Me desgarra cómo canta Encarnación Fernández y me pellizco cuando escucho tocar a su hijo Antonio Muñoz. Pero también me quito el sombrero con la capacidad que tiene para analizar datos y viejos documentos Paco Paredes. En La Unión siguen quedaron buenos flamencos dignos de admirar.

 

– ¿Sabe ya quién ganará la Lámpara Minera? No tiene por qué contestar a esta pregunta.

– Por supuesto que no y no me interesa quién la gane. El jurado es libre y soberano para decidir. Mi única pretensión es que sean libres, y si alguien intenta que no lo sean, que pidan amparo.

 

– ¿Alguna letra de minera favorita?

– Los mineros son leones / bajan a la mina enjaulaos / trabajan entre peñones / y mueren sepultaos / pa darle al rico millones.

 

Fotos: Ayuntamiento La Unión