Paco Mármol: «El cante flamenco necesita renovar sus letras»
Nacido en La Puebla de Cazalla (Sevilla) y residente en El Prat de Llobregat (Catalunya) desde 1980, el escritor Paco Mármol Moreno presenta el volumen II de sus 'Letras flamencas de la campiña morisca'. «Si tengo varios libros publicados de poesía, debe ser que soy poeta», dice.
– El prologuista de la obra, un tal Bohórquez, dice que sus coplas están hechas para ser cantadas. O sea, que usted chanela tela.
– Bueno, siendo de una tierra tan flamenca y llevando tantos años viendo y escuchando buen flamenco, haciendo letras, impartiendo conferencias, asistiendo a congresos, festivales, etcétera, a la fuerza debo chanelar un poco del tema.
– Y añade que usted no presume de poeta. Pero lo es, reconózcalo.
– No presumo de poeta, ni de nada. Pero si tengo varios libros publicados de poesía es que lo soy. Mejor o peor, eso mis lectores lo deben decir.
– ¿Cómo ubicamos el libro Letras flamencas de la campiña morisca – volumen II en el conjunto de su obra poética y jonda? ¿Se siente en la cima de su inspiración?
– Este libro es la continuación del primero, publicado en 2018, del que la cantaora Rocío La Serrano hizo su espectáculo Flamenco Cara a Cara. Este volumen II son letras nuevas, la mayoría premiadas en concurso. En cuanto a que si me siento en la cima, he de decir que no. Yo toco de pies a tierra y soy una persona humilde y sencilla.
– Por favor, cítenos algunas letras de esta obra de las que se sienta especialmente orgulloso. Que los lectores de este portal aprecien su sentimiento.
– Yo elegiría por soleá: Compañerito del alma / por más caenas que lleves / más caenas te pondrán / si callas y no te mueves. O de tres versos: En La Puebla yo nací / y el cante por soleá / lo llevo dentro de mí. Y una de fandango: Yo prefiero la locura / y detesto la maldad / porque el loco tiene cura / y el que es malo morirá / con su rencor y amargura.
«Es una pena que las letras flamencas no estén muy reconocidas a nivel literario, pues no dejan de ser poesía popular y debes cuadrarlas para que encajen en la métrica de los cantes. Mucha poesía llamada culta, para poder ser cantada hace falta un trabajo de adaptación»
– ¿Están suficientemente reconocidas las letras flamencas a nivel literario?
– Yo pienso que no. Y es una pena, pues las letras flamencas no dejan de ser poesía popular y debes cuadrarlas para que encajen en la métrica de los cantes. Mucha poesía llamada culta, para poder ser cantada hace falta un trabajo de adaptación.
– Por ahí afuera están enamorados del flamenco –a pesar de la lamentable puntuación que dio el público europeo a esa muestra pura y estremecedora de cante jondo que llevamos a Eurovisión, ejem– y eso que en la mayoría de los casos no entienden las letras.
– Bueno, lo de esta chica de Eurovisión ha sido un patinazo, tanto de ella como del periodista que la entrevistó. Si tuvo poca puntuación no es porque en Europa no guste el flamenco. Es que ella hizo una canción con algunos sones aflamencados, pero eso no se puede considerar flamenco. Eso es querer confundir a la gente.
– ¿Qué se pierden los que quieren baile, baile y solo baile?
– Es verdad que a muchos aficionados en Europa les atrae más el baile, pero este sin el cante perdería su esencia. Y el cante necesita las letras, que deben ser renovadas. Hay letras antiguas muy buenas, pero otras son muy mejorables. Y hay un buen plantel de poetas y letristas flamencos que podrían aportar mucho para renovarlas.
– Señor Mármol, ¿cómo se puede decir tanto en pocos versos, apenas tres o cuatro?
– Pues sí, amigo. A veces en tres letras por soleá se puede decir mucho. Por ejemplo: Con lo bonito que es dar / y hay quien le gusta pedir / para poder tener más. Has de crearlas en momentos de inspiración, lanzar un mensaje en tres, cuatro o cinco versos, y cuadrarlas para ser cantadas. No todo el mundo hace letras flamencas, aunque sea un buen poeta.
– ¿En qué se inspira para componer? Porque yo a usted no le veo muchas jerías del queré.
– Yo soy una persona que escribe casi a diario y lo saben mis amigos de Facebook. Me inspiro en las cosas de la vida cotidiana, de mi tierra andaluza, de la belleza del paisaje, y también del amor, porque es lo que mueve el mundo. Hombre, jerías del querer es verdad que tengo pocas en la actualidad, pero alguna tuve, y me sirvieron de inspiración para poder hablar del tema con propiedad.
– Le vemos en peñas y recitales. ¿Le gusta lo que escucha?
– La verdad es que habiendo escuchado a los grandes de los años 70, 80 y 90, etc., echas en falta aquella generación tan extraordinaria de artistas flamencos. Pero hay nuevos intérpretes que van siguiendo la estela de sus maestros. Unos más y otros menos. Yo procuro elegir los sitios flamencos a los que acudir, y también a los artistas que más me hacen sentir el flamenco. Lo que no me gusta no lo escucho.
– Usted es morisco, que no quiere decir que sea de Marruecos, ni moro ni musulmán. ¿Por qué los naturales de La Puebla de Cazalla se llaman moriscos, mi señor?
– Viene de cuando la expulsión de los moriscos de España, entre 1609 y 1614. Un buen contingente de ellos se quedaron por los alrededores del Castillo de Luna, en La Puebla, y poco a poco fueron aceptados por la población y se integraron. Por eso, a los de Puebla de Cazalla nos llaman “moriscos”. Es un gentilicio que llevamos con mucha honra. Dicen que de estos moriscos viene el apellido Moreno.
– La tierra de Moreno Galván, José Menese, La Niña de la Puebla… ¿Los trató en persona?
– Sí, claro. Los conocí a los tres. Con Dolores coincidí varias veces en Barcelona e incluso llegué a recitar un poema en una cena de homenaje que se le hizo, y ella nos cantó Los Campanilleros. A Pepe Menese lo conozco desde chiquillo. Fuimos amigos, lo presenté varias veces aquí, y en mi casa su cante es el evangelio. En cuanto a Francisco, es mi referente como letrista, una persona a la que admiré mucho. Coincidí numerosas veces con él en el Central, y en las presentaciones de mis primeros libros en La Puebla siempre estuvo él. Era una gran persona y un gran pintor y poeta.
«La verdad es que habiendo escuchado a los grandes de los años 70, 80 y 90, etc., echas en falta aquella generación tan extraordinaria de artistas flamencos. Pero hay nuevos intérpretes que van siguiendo la estela de sus maestros. Unos más y otros menos»
– Por cierto, ¿ha leído ya la biografía de Pepe El Cachas, aquel gran aficionado de La Puebla, escrito por nuestra amiga común Carmen Arjona?
– Claro que sí. Preciosa la biografía que ha hecho de Pepe El Cachas la amiga Carmen. Éramos casi de la misma edad, coincidimos aquí en Barcelona, y luego allí en La Puebla lo veía casi a diario, con Fernando, Patricio y toda la peña del Café Central (hoy tristemente cerrado). ¡Cuánto lo echamos en falta los flamencos!
– ¿Qué ha sacado en claro tras vivir medio siglo en Cataluña? Sobre los catalanes y su convivencia con España, quiero decir.
– Aquí en Cataluña siempre hubo una buena convivencia. Los andaluces hemos aportado mucho al enriquecimiento de esta comunidad. Carmen lo sabe bien. Es a partir del llamado Procés cuando se genera este afán independentista radical, que nos llevó al fatídico 1 de octubre de 2017. Te lo resumiré en una letra: El que quiere independencia / es señal que tiene más / y quiere comer aparte / sin contar con los demás. Yo lo he llevado fatal, y desde que me jubilé voy tres veces a Andalucía. Y si no fuera porque tengo aquí a mis hijos y nietos, que son catalanes, yo viviría en mi casita de La Puebla, en mi Andalucía.
– Y lo más importante. ¿Qué le parece que el Sevilla Fútbol Club haya eliminado a los poderosos PSV Eindhoven, Manchester United y Juventus de Turín, y vaya a jugar la final de la Europa League 2023 contra la Roma en Budapest?
– Hombre, Quico, el sentimiento sevillista nos hermana. En Uefa Europa League, el Sevilla FC se transforma y muestra su genio, su garra, y nunca se rinde. Aquí en mi casa se vive a tope: mi mujer es más sevillista que yo, y mi hijo y mi nieto Álex han ido a Budapest, vía Viena, para dar apoyo al equipo y hacer que venga para Sevilla el séptimo “paragüero”. Ojalá ganemos y palie los sufrimientos que hemos pasado esta temporada y de paso juguemos otra vez la Champions. Si no, no pasa nada. No deja de ser un deporte, que unos ganan y otros pierden.