Llevan más de media vida en la docencia flamenca. Desde 1992, en concreto. Pero hace siete años dieron un paso más en su profesionalización y fundaron el centro de estudios flamencos Artes Escénicas Rebollar (AER) en el barrio sevillano de Rochelambert. Su fuerte es la guitarra flamenca, dado el peso específico de Eduardo en la sonanta. Un gran centro formativo que recibe alumnos de todo el mundo dispuestos a mamar el flamenco en su cuna: toque, baile, cante e historia del arte jondo, incluso literatura flamenca. Almas ávidas de aprender la cultura flamenca, de atesorar vivencias.  

 

Durante la charla audiovisual con Expoflamenco, grabada las instalaciones de AER, Eduardo Rebollar (Sevilla, 1966) y su esposa Yolanda Lorenzo (Amsterdam, 1967) reflexionan sobre el aprendizaje del flamenco en Sevilla. Repasan sus comienzos, ambos de la mano de Matilde Coral, y sus pasos como artistas y docentes. «El flamenco se ha convertido en una profesión. La gente quiere vivir del flamenco. Para ello, lo primero es aprender el oficio. Nosotros enseñamos los lenguajes del cante, la guitarra o el baile. Eso es lo que enseñamos aquí. A los guitarristas les preparamos para que conozcan el cante, que sepan acompañar al cantaor. En nuestras clases siempre hay cantaores y bailaores», comenta Eduardo.

 

 

«El extranjero que quiera aprender flamenco necesita conocer el idioma y vivir nuestra cultura. Debe tener vivencias para poder contar algo» (Eduardo Rebollar)

 

 

«El guitarrista ya está cansado de sacar falsetas de Youtube, porque después llega un cantaor y no sabe tocarle. Quiere conocer lo profundo del flamenco. Eso es lo que le damos aquí», afirma Rebollar. No en vano, muchos alumnos reciben en estas aulas la formación para precisa para dar el salto al grado profesional de guitarra flamenca. «En el baile hay más competencia. En Sevilla hay muchas escuelas de baile, y todas buenas».

 

Muestra del nivel formativo de Artes Escénicas Rebollar es la plataforma informática para aprender flamenco desde casa. O la adopción por parte de la Universidad de Texas del método Rebollar, con esas deslumbrantes clases audiovisuales. O esas convivencias en la aldea del Rocío. Pero sobre todo, la condición vocacional de su profesorado. «Muchos alumnos nos ven como sus padres», dice él. «Nuestra vida es esto. Nosotros solo pensamos en el flamenco, no podemos pensar en otra cosa», dice ella.

 

No se pierdan los minutos finales del vídeo adjunto. Profesores y alumnos en acción. Un día en las Artes Escénicas Rebollar. Benditas sean.