Jesús Méndez rotundo y la diversión de Las Migas
En la inauguración del II Vejer Flamenco (Vejer de la Frontera, Cádiz), el público encajó los oles en su sitio durante el repertorio de Jesús Méndez y con algarabía y desenfado en la actuación de Las Migas.
Vejer nos abrió sus puertas rebosante de flamenco y otras propuestas musicales en la segunda edición de este festival. La programación no engaña, uno sabe a lo que va. Nos da una de cal y otra de arena. Flamenco ortodoxo y flamenquito. Al menos en el ciclo D`la noche a la madrugá, que desde la tarde del 2 de agosto y hasta el día 6 vendrá ofreciendo dos conciertos diarios para el disfrute de un público heterogéneo. Otra cosa es que haya quien se confunda. Porque el día de la inauguración, con el aforo casi lleno, ocuparon su asiento pocos aficionaos cabales y muchos veraneantes extranjeros ávidos de meneos y música que entrara bien. En Vejer Flamenco la jondura, la vanguardia y lo aflamencado se dan la mano para amenizar las noches estivales con una oferta cultural muy cuidada. Organizado por la experimentada bailaora Charo Cruz, a la cita no le falta un detalle. Y el respetable la acogió con un respetuoso silencio, encajando los oles en su sitio durante el repertorio de Jesús Méndez y con algarabía y desenfado en la actuación de Las Migas.
«En Vejer Flamenco la jondura, la vanguardia y lo aflamencado se dan la mano para amenizar las noches estivales con una oferta cultural muy cuidada. Organizado por la experimentada bailaora Charo Cruz, a la cita no le falta un detalle»
El jerezano abrió por alegrías. Las adecentó con la sal de Cádiz, acompasao, contenido, mimando el tiempo y engarzando juguetillos o la cantiña del contrabandista. Sin concesiones al efectismo o remedos camaroneros, por más que tomara prestadas algunas letras popularizadas por el genio de La Isla. Jesús prosiguió con la malagueña doble de El Mellizo, cultivando los bajos en las mecidas melódicas, valiente en las embestidas del segundo cuerpo. Rindió tributo a su apellido artístico en los tientos tangos, desgranando una ristra de versos bien templados. Las palmas de Cantarote y Diego Montoya le apuntaron el compás con maestría. Y la guitarra flamenquísima y sencilla de Miguel Salado arropó el repertorio de Jesús acariciando con trémolos y arpegios en los pasajes livianos o con bordoneos y alzapúas marcados en las respuestas y envites que le pidió el cante.
Se rebuscó Méndez en la soleá. La cejilla al siete para dar brillo. Se templó por Alcalá, se enreó en la zarza y con el destello de cuando sale el sol y da en el cristal. Luego arremetió en la variante de La Andonda y remató con arrojo en la de Paquirrí. Coronó el recital por bulerías. Zalamero, henchido de gusto, homenajeaba a su tierra en cada tercio. Se olvidó de la megafonía para derramar su voz al aire. Endosó un fandango en la amalgama. Y para el bis, tres de regalo echando los restos con la enjundia que atesora en sus hechuras. Las pataítas de age de Jesús, Diego y Cantarote echaron el pestillo a una actuación redonda. Jesús nunca defrauda. Es una apuesta segura. Luce su voz portentosa, se queja o se alegra en el cante por igual. Se entrega siempre, sin ojana ni tonterías. Jesús es rotundo.
«Jesús Méndez nunca defrauda. Es una apuesta segura. Luce su voz portentosa, se queja o se alegra en el cante por igual. Se entrega siempre, sin ojana ni tonterías. Jesús es rotundo»
Las Migas inundaron la tarima de buen rollo. Su concierto fue una alegoría a la libertad de la mujer. A ritmo de rumbas, con gracia y mucho son, contagiaron de energía al público. Dos guitarras, un contrabajo, batería, violín y sus voces encandilaron a un graderío que se abandonó a las palmas y al baile al final del espectáculo. Alternaron temas de su disco Libres con otras canciones conocidas de su repertorio. La Milonga del corazón, Mi surfero, La desgana o el Asturias de Albéniz a dos guitarras con arreglos de la integrante Marta Robles convivieron con unas alegrías de Cádiz o unos tangos de La Repompa, algún estribillo del garrotín y un popurrí de rumbas de ayer, hoy y de siempre. Sin dejar atrás su canción más conocida: Me mueve el aire. Terminaron en acústico, sentadas en el escenario y a capela para el deleite de sus admiradores. Y a juzgar por los aplausos o el recibimiento de quien paga su entrada, Las Migas triunfaron. Por más que a mí me parezca un grupo ñoño, con mucho flow, sin demasiado virtuosismo intrumental pero con canciones pegadizas y una vocalista principal, Carolina La Chispa, que aporta desparpajo y algunos giros aflamencados que parecen gustar. Las Migas divierten, que ya es mucho.
Ficha artística
II Festival Vejer Flamenco
Parque de los Remedios, Vejer de la Frontera (Cádiz)
2 de agosto de 2023
Cante: Jesús Méndez
Guitarra: Miguel Salado
Palmas: Cantarote y Diego Montoya
Las Migas
Carolina La Chispa, cantante
Marta Robles, guitarra flamenca y voz
Alicia Grillo, guitarra flamenca y voz
Laura Pacios, violín y voz
Oriol Riart, contrabajo
Juan Ruiz, batería y percusión