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Estrella Morente: el fracaso de una herencia

Crónica del recital de Estrella Morente en el Teatro Riberas del Guadaíra (Alcalá de Guadaíra, Sevilla). «La actuación justificaba la solicitud de una hoja de reclamaciones al alto tribunal de la afición flamenca».


Que el medio aforo que acudió al teatro ovacionara en pie a la granadina no pudo condicionar mi opinión. Quien va a escuchar a la cantaora no lo hace por casualidad. Tiene sus seguidores. Yo fui para contároslo a vosotros. Pero de no haber adquirido el compromiso me hubiera levantado del asiento para perderme por Alcalá buscando los ecos de Manolito el de María y Joaquín el de la Paula. Porque la actuación justificaba la solicitud de una hoja de reclamaciones al alto tribunal de la afición flamenca.

 

Estrella Morente tiene arte y conoce el paño. Pero con el cuento de rendir tributo a su padre, del que soy más que un admirador, se convierte en un calco de tercera o una versión pobre del maestro.

 

Estuvo toda la noche jugando a media voz con los mismos cansinos melismas y falsetes, tonteando con giros jazzísticos apoyados por el regimiento que la acompañaba. Mucho ruido, estribillos y soniquete engarzados en un repertorio variopinto, marca de la casa.

 

 

«Ofreció un frío surtido de ojana. Cantó sin arriesgar y sembró quejíos de plástico enlatados que demuestran el fracaso de una herencia: el apellido que le dio la fama para echarse a dormir y cosechar el rédito siendo un mal sucedáneo de flamenca»

 

 

Abrió con la caña y el polo de Tobalo. Luego hizo fandangos de Granada, Lucena y el de Frasquito Hierbabuena. Siguió por tangos, la Habanera imposible de Carlos Cano, cartagenera y Elegía a Ramón Sijé. Cantó dos letras por seguiriya, las sevillanas A Lola, Una espina clavá por zambra y terminó su actuación con La noche de mi amor por bulerías selladas con el Volver de Carlos Gardel.

 

 

Estrella Morente. Teatro Riberas del Guadaíra, Alcalá de Guadaíra, Sevilla. 19 febrero 2022. Foto: Kiko Valle

 

 

Ofreció un frío surtido de ojana. Cantó sin arriesgar y sembró quejíos de plástico enlatados que demuestran el fracaso de una herencia: el apellido que le dio la fama para echarse a dormir y cosechar el rédito siendo un mal sucedáneo de flamenca.

 

Los mejores momentos de la noche fueron el solo por bulería de uno de los guitarristas, un fandango a capela de uno de los cantaores del cuadro y la zambra de Estrella, que a poco que se cante medio bien es una preciosidad de composición. De hecho, hace unos meses el palaciego José Ángel Carmona la versionó engrandeciéndola en su aparición como artista invitado en el espectáculo de Reyes Carrasco en La Mistela.

 

 

«Resultaba ridículo observar cómo apretaba los puños de mentira en un ejercicio de teatralidad que parecía simular la tragedia cantaora»

 

 

La seguiriya sin embargo fue una de las peores que he escuchado últimamente. Parca en la trasmisión y fugaz: una letra más el remate de Curro Durse algo acancionado. Resultaba ridículo observar cómo apretaba los puños de mentira en un ejercicio de teatralidad que parecía simular la tragedia cantaora.

 

Se fue toreando con el mantón siendo esto el bis que le pedían los aplausos. Sin presentar a los músicos, cantaores y palmeros. Siete más ella. Con el coraje que le da a Expoflamenco una ficha incompleta y a todos quedarnos con las ganas de saber. Si hay una próxima ocasión en la que vaya a sufrir a Estrella, tendré que preguntarle por los artistas que lleva. Pero como me haya leído, lo mismo está enfadada y me veta. Los líos en los que uno se mete.

 

 

Estrella Morente. Teatro Riberas del Guadaíra, Alcalá de Guadaíra, Sevilla. 19 febrero 2022. Foto: Kiko Valle

 

Estrella Morente. Teatro Riberas del Guadaíra, Alcalá de Guadaíra, Sevilla. 19 febrero 2022. Foto: Kiko Valle

 

 


Cantaor de la escritura. Jondura utrerana extrema.

12 COMMENTS
  • María José Navarro Quesada 21 febrero, 2022

    Si. Lo de Estrella Morente, el pasado sábado en el teatro de Alcalá de Guadaira, fue, o para salirte y no seguir escuchando esa falsedad de flamenco o pedir el libro de reclamaciones. Pero con el cuenteciIto que se traen con eso de las «sagas» vaya tela cómo algunos acaparan el flamenco, dañandolo en muchos casos. Y esta saga de los Morente qué mala imagen están dando de ir medrando a costa de su papa. En fin, que Dios salve al FLAMENCO..

  • Luis Antonio Presa Cernuda 21 febrero, 2022

    Amargo desencanto, maestro, hace unos meses en el teatro Zorrilla de Valladolid y ocurrió lo mismo que describes, postureo y cuento, y el mismo repertorio La caña ,la seguriya y las burdas imitaciones, a punto de salirme del teatro, pena y desolación por el flamenco, un público que aplaudía sin saber el porqué En fin esperemos que el tiempo ponga a cada uno en su sitio.Lo mismo que el programa de los martes en la 2 los caminos del flamenco, apañados estamos. Un saludo desde Valladolid estimado maestro.

  • MIGUEL Ángel García Alonso 21 febrero, 2022

    El cante jondo está experimentando cambios, la mayoría son a peor. Solamente fusiones rarísimas tipo Rosalía incomprensibles para quien ama está cultura, aprovechamientos facilones que no son flamenco aunque pretenden serlo, o aprovechando herencias, como este caso de los Morente no solo Estrella, etc etc o se mantiene en la propia gente ajena a los espectáculos, en las familias, o desaparecerá….

  • Felipe Ramírez 21 febrero, 2022

    Para escuchar flamenco hay que ir a las peñas señores y señoras míos y mías. Los artistas de éste país tienen que comer y sobrevivir, por lo que es normal que cada vez más hagan fusión o lo que les guste a ellos. Venden su obra y a veces funciona y otras no o como la leyenda del tiempo de Camarón necesita digestión y apertura de miras. Es fácil criticar a quien se busca la vida a su manera jugandoselobtodo a una carta. Seamos comprensibles con nuestros artistas porque ellos son los que siguen manteniendo vivo el flamenco que en muchísimos casos no da ni para un paquete de pípas.

  • Juanjo 21 febrero, 2022

    Yo no soy tan entendido como ustedes, no distingo un palo de otro, simplemente me gusta escuchar flamenco.
    El pasado noviembre, o a lo mejor fue diciembre, he procurado olvidarlo, en el «Palau de la música catalana» en Barcelona, hasta las paredes lloraban.
    Lo que ya se ha dicho, una pena.

  • Jesús Ayala Ortiz 21 febrero, 2022

    Hay que entender que cuando una va a un concierto de Estrella Morente, sabe a lo que va, no va a escuchar el flamenco tradicional, ella se ha adaptado a lo que ella quiere hacer, por eso son tan importantes las peñas flamencas y se debería cuidar la tradición, porque el camino de ganarse la vida aflamencando canciones es el que está en auge

    • Carlos A. Ordoñez 22 febrero, 2022

      Ustedes los que hablan de artistas en lugar de Arte, que dictan un estándar fiado en arena movediza, hacen resaltar la poética en lugar de una crítica analítica con fundamentos artístico-académicos donde se definan los porqués y contras de sus opiniones a mi criterio, humerfluas y con base en el duende y las querellas de la lírica. Nada de esto es Arte, es pura tontería

    • Felipe Ramírez 24 febrero, 2022

      Totalmente de acuerdo

  • Amelia Aguilar 22 febrero, 2022

    Pues doy fe de que igual ocurrió en el Teatro Cervantes de Málaga. Desolador. Sin garra, estar por estar, figurando que lo sentía. Penoso. Y yo la he visto en muchas ocasiones seguidas hace años y no era esto.. y. También suscribo lo del programa de flamenco de la hermana. Cuando no se vale, no se vale, admitirlo y a seguir.

  • José Antonio Rando Fernández 22 febrero, 2022

    Que Morente padre cantaba no lo dudo, pero que cantara flamenco bien, sí. Le costaba mantener los tercios y con el fin de llegar a algunos que no podía, adaptaba el cante y lo rompía y (en el peor sentido).
    Escucharlo por los cantes de Málaga era un sufrimiento…Pero en fin, lo han nombrado maestro y no seré yo quien lo discuta. Yo no soy nadie.

  • Rafael Mar 23 febrero, 2022

    A partir de «Volver», ya van añitos, que a esta barca le entra el água por todos lados… Lo peor es que encuentra sucesión… ni arriesgo decir en quién – con esa manía de vender a títeres por estátuas griegas. Lástima me dá por la cantidad de buenos artistas malamente conocidos que sobreviven gracias a la mala educación de los públicos.

  • Ale Santos Pérez 25 febrero, 2022

    Lo primero que habría que preguntarse es cuál es el papel de un crítico. Si este artículo estuviera escrito en modo mucho más edificante, quizá la propia artista en cuestión lo leería atenta y se haría preguntas. Y en el siguiente recital tal vez la veríamos cantar de otra forma. Los artistas necesitan a los críticos, como expertos que son, para que su arte evolucione. Pero lapidar a un artista, no aporta absolutamente nada, apenas sirve para sembrar más odio, inseguridad y miedo. Pues este tono inquisidor no solo desalienta a la artista, sino que en el fondo acaba tratando como necio al público que opina lo contrario.

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