Ni la alondra maljería
que con su canto muriera
se quejó con más doló
que Fernanda la de Utrera

Con esta soleá la definió el cantaor José Menese poniéndole voz al dibujo escrito que ideara Francisco Moreno Galván. Solo cuatro versos le bastaron a Francisco para resumir con sabroso gusto literario el arañón de la utrerana. Ambos eran moriscos que amaban el flamenco, a La Puebla de Cazalla y a Fernanda. El destino ha querido que un ibicenco de nacimiento y morisco también de adopción sea el encargado de inmortalizar el zarpazo de la cantaora. Hay que ser buen aficionao, no solo pintor, y sentir la devoción que él le profesa para plasmar con semejante virtuosismo en la transmisión un retrato de esta magnitud artística y sentimental.

Apoyado en los tercios de esta cuarteta que figura en la obra, el pintaor Patricio Hidalgo ha dejado sus trazos para la perpetuidad en un mural de cuatro metros de alto por unos diez de ancho. Fernanda y Bernarda, junto al guitarrista Diego del Gastor, ante las miradas de los que asisten a la juerga y desde ahora de cualquier transeúnte que pase por la calle La Huerta (si les digo la de Cristóbal Colón ningún utrerano sabrá dónde está), seguirán cantándole a la Utrera de sus entrañas. Caminito de su Virgen de Consolación divina a la que aclamaba: ven en mi compaña, que me siento desamparaíta en tierrecita extraña, en la fachada lateral de la Casa de la Mujer, esquina con la calle Laúd. Ahí podrán admirar esta pintura e incluso si se ponen en el centro, fotografiarse con ellas para que viajen por los ojos del mundo.

«El mural es uno de los muchos reconocimientos que van a seguir desgranándose a lo largo de este año en el que se conmemora el centenario del nacimiento de Fernanda, quien pone de acuerdo a la afición en cuanto a que es la mejor cantaora por soleá de todos los tiempos»

La inauguración estaba prevista para el pasado miércoles 8 de marzo, pero la lluvia lo impidió. Se ha esperado una semana más para el acto oficial, aunque desde entonces las imágenes han corrido por las redes como río abajo. Fue el miércoles día 15 cuando nos emplazamos allí para acompañar a la familia de Fernanda y Bernarda de Utrera, a la corporación municipal, con el alcalde José María Villalobos al frente, y por supuesto al autor de la obra, además de solo un puñao de aficionaos y algunos medios de comunicación. Su sobrina Bernardita agradeció emocionada la asistencia, la implicación de Patricio y la colaboración del Ayuntamiento. El alcalde alabó las dotes del pintaor «que ha sabido captar a la perfección la esencia de las cantaoras» e insistió en que «ahora todo el mundo puede tener una foto con las dos hermanas y disfrutar de ello usando el mural como si fuera un photocall». Patricio describió su pintura y se mostró halagado desde el primer momento en el que se pusieron en contacto con él para este proyecto, dada su admiración por Fernanda. Expresó el placer que le embargó y el disfrute que le ha supuesto mientras lo ejecutaba, cuando incluso los niños reconocían a las hermanas de Utrera y la gente del pueblo quedaba embelesada ante sus pinceles.

El mural es uno de los muchos reconocimientos que van a seguir desgranándose a lo largo de este año en el que se conmemora el centenario del nacimiento de Fernanda, quien pone de acuerdo a la afición en cuanto a que es la mejor cantaora por soleá de todos los tiempos. Y tal como se rubrica esta sentencia, Patricio sellará con barniz esas paredes para proteger de las inclemencias esta obra de arte que ya ha dejado en Utrera para la posteridad.