Jerez, Lola Flores y la investigación flamenca
En el Concurso de Investigación del Flamenco ponen un jurado donde casi nadie sabe una papa, como ha ocurrido este año, premiando un trabajo sobre Lola Flores, con lo que hay que investigar aún en el flamenco jerezano de verdad.
Me han preguntado muchas veces que por qué no me he presentado aún al Premio Internacional de Investigación del Flamenco Ciudad de Jerez. Podría, porque soy con toda seguridad quien más documentación tiene sobre el flamenco en esa importante ciudad. Ya he aportado alguna sin poner la mano, porque no he dado nunca una conferencia en la patria chica de Chacón y Manuel Torres. Solo una vez me llamaron para charlar un poco, los amigos de Flamenco de Mesa Camilla, de José Luis Márquez, una reunión privada, y fui gratis.
En Cádiz tampoco, y me gasté miles de euros solo en investigar al Planeta para poder aportar lo que aporté, entre otras cosas que por fin se supiera quién era y demostrar que fue de Cádiz. Y en Sevilla, mi tierra, llevo décadas sin dar una charla en condiciones, a pesar de llevar cuarenta y cinco años investigando y escribiendo libros sobre artistas sevillanos: Fernando el de Triana, la Niña de los Peines, el Niño de Escacena, Tomás Pavón, el Carbonerillo…
«No es que Lola Flores no fuera una artista que merezca ser analizada. Era una gran artista, de las grandes de verdad. No era, eso sí, una bailaora ni cantaora de flamenco, aunque bailaba con arte y cantaba graciosa, como la hubiera definido Antonio Mairena»
¿Por qué no me he presentado al concurso de Jerez, ni pienso hacerlo nunca? Porque luego ponen un jurado donde casi nadie sabe una papa, como ha ocurrido este año, premiando un trabajo sobre Lola Flores, con lo que hay que investigar aún en el flamenco jerezano de verdad. Sólo un investigador en el jurado. ¿Es esto lógico? No es que yo tenga que estar, pero, ¿por qué no he estado en ninguna de las cuatro ediciones? Por el mismo motivo por el que no he dado nunca una conferencia para exponer el resultado de mis investigaciones en esa ciudad.
No es que Lola Flores no fuera una artista que merezca ser analizada. En primer lugar, era una gran artista, de las grandes de verdad. No era, eso sí, una bailaora ni cantaora de flamenco, aunque bailaba con arte y cantaba graciosa, como la hubiera definido Antonio Mairena. Cuando al maestro le preguntabas por cómo cantaba algún cantaor y no le gustaba, decía que cantaba muy gracioso, solo eso. No era de elogio fácil. Le pregunté un día por Calixto Sánchez, su paisano, y contestó: “Tiene voz, sí”.
No conozco el trabajo premiado de Cristina Cruces y, obviamente, no puedo opinar. Solo puedo decir que el jurado era que ni pintado para la ocasión, con alguna excepción.
Clara Galindo 20 noviembre, 2020
Manuel Bohórquez, para mí, ha hecho aportes significativos a la investigación del flamenco, pero este tipo de artículos demeritan el trabajo de otros sin fundamento, no tienen ninguna base científica o un carácter analítico, y, en cambio, emanan resentimiento. Decir: no conozco el trabajo de Cruces y no opino sobre su trabajo, pero el jurado que le dio el premio no vale para nada… Pues ya lleva consigo un juicio hacia el trabajo de la investigadora, tan poco le vale, que antes de salir a opinar ni se ha tomado el trabajo de conocer aquello que está poniendo en tela de juicio. Además de que se queja en todo el artículo de la falta de reconocimiento que ha recibido él mismo…
Manuel Bohórquez Casado 21 noviembre, 2020
¿Cómo ha leído el artículo?
Manuel Bohórquez Casado 21 noviembre, 2020
Lo ha leído como ha querido. A ver, ese jurado no está capacitado para un concurso de investigación sobre el flamenco. Lo de premiar un trabajo sobre las películas de Lola Flores es una chapuza. Sería lógico que si llevo tantos años investigando en Jerez y he aportado ya tantas cosas, que me invitaran algún año a ser miembro del jurado, Y sí, lo digo tal y como lo siento, aunque a usted le moleste la sinceridad. Sin haber estado, sé cosas que usted no sabe. O sí, es que no sé quién es. Gracias por su participación.
Manuel Bohórquez Casado 21 noviembre, 2020
Hablando de reconocimientos, en 2010 la Cátedra de Flamencología de Jerez me dio dos Premios Nacionales, uno por mi labor en la crítica y otro por la de investigador. Dos en uno. ¿Cree que ir de jurado a ese concurso sería un reconocimiento?