Guitarristas por el mundo
¿Qué pasa en España con guitarristas como Pedro Sierra, Dani de Morón o Antonio Rey, que cuesta escucharlos a pesar de que son unos fenómenos reconocidos en todo el mundo?
Alguna vez he contado una anécdota que no me resisto a contar de nuevo, porque deja claro lo que interesa a veces el flamenco en España, en especial la guitarra. Jorge Semprúm fue ministro de Cultura con Felipe González de 1988 a 1991. Nunca militó en el Partido Socialista, pero fue un hombre de gran cultura, escritor, guionista y un intelectual de peso. En una ocasión se reunió en Berlín con su homólogo alemán y nuestro ministro comenzó a elogiar a los grandes músicos clásicos de ese gran país, desde Johann Sebastián Bach a Brahms. Cansado de escuchar a Semprúm, le dijo: “Pues ya ve usted, a mí me chifla Paco de Lucía”.
He recordado esta anécdota escuchando a algunos guitarristas actuales, como Pedro Sierra, Dani de Morón o Antonio Rey. Y me he preguntado que qué pasa con ellos en España, que cuesta escucharlos a pesar de que son unos fenómenos reconocidos en todo el mundo. La guitarra flamenca, y en especial la de concierto, tiene muy poco sitio en los grandes festivales de música nacionales, así que tienen que enfocar sus carreras pensando en el extranjero. Si no hicieran esto se morirían de hambre o se tendrían que dedicar a otras labores. Y es una lástima, porque tienen una calidad increíble.
Son los verdaderos creadores del flamenco. Lo son ahora y lo han sido siempre, desde que tenemos memoria escrita de este arte. Y no están lo suficientemente valorados en su propia tierra. Es más, siguen siendo en muchos aspectos los grandes olvidados de la cultura española. Sevilla, por ejemplo, le puso un monumento al Niño Ricardo, pero ya está. Y su familia, la Casa del Maestro. ¿Saben lo que este artista aportó a la guitarra flamenca? En Sevilla, digo. Ni idea. Cada vez que voy al cementerio de esta ciudad visito su tumba y le digo: “Gracias, maestro, por tanto y tan bueno”.
Sevilla tendría que crear un festival anual dedicado a Ricardo. Solo de guitarra flamenca. De una semana, por ejemplo, con charlas, mesas redondas, exposiciones y conciertos. Ah, y visitas guiadas para que el mundo sepa quiénes fueron el Maestro Pérez, Antonio Moreno, Baldomero Ojeda, Pepe Martínez, Eduardo el de la Malena o el propio Ricardo. Si se llevara a cabo esa labor en la capital andaluza, seguramente cambiaría la mentalidad y nuestros guitarristas no tendrían que irse por el mundo para poder ser profesionales de este arte. Que no es que sea malo eso de ir por el mundo con la guitarra a cuestas, pero tienen que ser reconocidos también aquí.
Imagino la cara que pondría Semprúm cuando el ministro alemán le dijo lo de Paco de Lucía. Pues nada, así estamos.
Antonio Leonardo Romero Lobato 6 marzo, 2019
Siempre Carrion!
Acaso no hay más guitarristas?