‘Por mi amor al arte’, la gira de Rancapino Chico
El cantaor chiclanero eligió el Teatro de Los Remedios (Sevilla) para celebrar el primero de una serie de conciertos con los que recorrerá la geografía española.
Alonso Núñez Rancapino Chico ha iniciado su gira Por mi amor al arte, el espectáculo con el que recorrerá las principales ciudades españolas para promocionar su disco homónimo publicado recientemente. El flamante Teatro de los Remedios, abierto al público en septiembre de 2018 bajo la gestión de la empresa La Máscara Producciones, y situado a pocos metros del real de la Feria de Abril, se llenó prácticamente hasta completar su aforo de quinientas personas.
La idea original del espectáculo está basada en la manera en que se grabó en noviembre de 2017 el primer disco de Rancapino Chico, Por mi amor al arte. Durante tres días consecutivos, músicos, técnicos y producción se encerraron en la conocida Huerta de la Paz, hogar del pintor, escultor y ceramista Antonino Parrilla, en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, cuna del inmortal Antonio Mairena. Alonso Núñez se rodeó de su familia, amigos, compañeros de profesión y una selección de la prensa especializada. Ellos sirvieron de público para grabar tres recitales en directo, de entre los cuales se seleccionaron las pistas del álbum.
Sobre las tablas del Teatro de Los Remedios se ha recreado ese ambiente, situando a ambos lados del escenario sendas mesas con viandas donde se sentaron varios amigos y familiares, además de algunas personas del público elegidas por sorteo. Y junto a ellos, el padre del artista, Alonso Núñez Núñez Rancapino, al que su hijo concede un importante papel en su disco.
Con las guitarras de Antonio Higuero y Paco León, y las palmas de José Rubichi y Manuel Cantarote, Rancapino Chico interpretó todos los cantes incluidos en el álbum, si bien sorprendió en ocasiones con otras letras de su repertorio habitual. La velada terminó por zambras sobre los acordes del arpa de Ana Crisman, mientras la jovencísima Tatiana de los Reyes puso el baile al servicio de la voz del chiclanero.
Fotos: David Galiano