Cuando la voz de un cantaor como Diego Agujetas y el toque en la guitarra de Pepe del Morao se unen, nada puede salir mal. Más bien todo lo contrario. Ambos artistas flamencos han unido su talento para grabar el disco número sesenta y dos de la colección Flamenco y Universidad, coordinado por Rafael Infante. Se trata de un trabajo muy especial, pues es el reencuentro de dos sagas veintitrés años después de la grabación que compartieron Luis y Diego Agujetas con el gran Moraíto. Ahora, Diego Agujetas y Pepe del Morao han grabado en el Estudio La Bodega de Jerez un proyecto muy ambicioso en el que ambos defienden «el cante gitano andaluz».

«La idea surge de José Miguel Sánchez. Me llamó y me propuso la idea de grabar con Diego (Agujetas), que llevaba mucho tiempo sin pasarse por el estudio y el único disco que tenía era con Moraíto hace años. A mí la idea me pareció estupenda. Es más, lo considero un regalo porque es un cantaor que para mí, un guitarrista con el corte que yo tengo y que me gusta lo puro, cuadra a la perfección», explica Pepe del Morao en declaraciones recogidas por Diario de Jerez.

Este aficionado roteño, José Miguel Sánchez Navas, se puso manos a la obra para preparar el disco. El álbum empezó a grabarse en febrero y finalizó de forma oficial en mayo de 2019. «Primero hicimos algunos trabajos de convivencia, porque yo conocía a Diego de cuando empecé, que coincidimos en algún festival», asegura del Morao. «A Pepe lo conocí en el festival de Alcalá del Valle. Me llamó Pepe Marín y fui con él y con Pepe, que entonces era muy joven, pero tocaba muy bien», recuerda Diego Agujetas.

Han sido muchos los cantes que se han grabado. Sin embargo, finalmente se ha decidido incluir tan solo siete de ellos: soleá por bulería, tonás, malagueñas, seguiriyas, soleá, fandangos y bulerías. «Hemos grabado también romances», asegura José Miguel Sánchez, «pero lo hemos dejado porque tenemos en mente un proyecto, también con Diego, sobre la evolución del romance, un cante muy ligado a su familia», concluye.

El disco ha contado con las palmas de Manuel de Cantarote, Juan Diego Valencia, El Pirulo, Marquitos Carpio y Manu de Sordera. Para este álbum, Pepe del Morao ha utilizado las guitarras de su abuelo. Casi nada.

La presentación del álbum tendrá lugar en California. Ambos artistas harán un total de tres galas, dos de ellas en San Francisco –25 de octubre en el Teatro Brava y 26 del mismo mes en la Peña Cultural Center de Berkeley– y la tercera en Atlanta. «Estados Unidos es una tierra muy aficionada al flamenco, hay mucho sureño y gente que se vuelve loca con el cante. Cuando llegas allí no lo haces como un extranjero, sino que te acogen como en tu casa. Yo he estado allí dos veces y ahora será la tercera. Gracias a Nina Menéndez, que es una manager de allí con la que tengo un buen trato, en lo profesional y en lo personal», explica Pepe del Morao.

Portada, obra de Patricio Hidalgo

Y como de artistas va la cosa, para la portada del disco se ha contado con la inestimable colaboración de Patricio Hidalgo, un joven pintor residente en La Puebla de Cazalla. Quizá residir en un pueblo tan flamenco le ha permitido seguir la estela dejada por otro de los grandes nombres vinculados a este mundo, Francisco Moreno Galván. Hidalgo ha diseñado una portada que une a estas dos sagas flamencas.

Cabe recordar que el artista es un nombre fuertemente vinculado al mundillo del flamenco. No es esta su primera obra, ni mucho menos. Ya se ha visto su arte en el diseño de numerosos carteles de festivales por todo el mundo. Además, ha trabajado con artistas como Belén Maya, Leonor Leal y Rafael Riqueni, entre otros. También ha diseñado muchas creaciones en vídeo en los últimos años para el afamado Ballet Flamenco de Andalucía.