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Antonio Carrión tiene la llave

En la tarde del martes 23 de noviembre de 2021 quedó inaugurada en San José de la Rinconada (Sevilla) la Casa del Flamenco Antonio Carrión.


En un momento en el que en la guitarra flamenca abundan sobrados de técnica a los que se les queda pequeño el instrumento, todavía pervive un modesto reducto de tocaores que además tienen alma. Cuando encima uno de ellos pone de acuerdo a todos los cantaores que tienen a bien llamarlo para que vaya a la izquierda de sus cantes, no es de extrañar que haya motivos más que suficientes para decir sin ninguna duda que Antonio Carrión tiene algo.

 

Es un aficionado al cante como nadie y conocedor de los entresijos de cada tercio en las voces de casi cualquier artista que se precie. Está dotado de una enorme sensibilidad que hace a su guitarra merecedora del sitio que sus compañeros le han dado en el flamenco. ¿Hay algo más bonito que acompañar? Y no lo hace bien cualquiera. Antonio sabe ocupar su sitio y dárselo al cantaor. Es un experto en esto y en la humildad que hay que tener para no copar una actuación con su lucimiento y usar su arte para que brille el de otro.

 

Pero ya se han encargado con exquisitez Manuel Martín Martín en este portal y Manuel Bohórquez en El Correo de Andalucía de elogiarlo citando su trayectoria y los méritos que justifican el homenaje que ahora recibe. Aunque no hay mayor reconocimiento que el calor del mundo flamenco, sus amigos, su pueblo y su familia que arropan en este día no solo al guitarrista sino especialmente a la persona, porque Antonio posee la virtud de ser en palabras mayúsculas muy buena gente.

 

El Ayuntamiento de La Rinconada lo sabe. Y haciendo sus deberes tiene la acertada idea y la deferencia de rotular con el nombre de Antonio Carrión la Casa del Flamenco, quedando inaugurado este nuevo edificio en un acto extraordinariamente organizado del que pueden presumir y servir de buen ejemplo.

 

 

«Antonio Carrión tuvo menciones especiales a Pepe Cebolla, de quien recibió sus primeras clases cuando todo esto no era más que un sueño y la fantasía de un niño que con ocho o diez años se sentaba en los escalones a tocar la guitarra»

 

 

Como señaló al abrir su discurso Raquel Vega, delegada de Cultura del municipio, los homenajes hay que hacerlos en vida. Expresó la felicidad con la que acometen esta obra, que «se trata de una inversión que empodera y dignifica el flamenco: un proyecto de siembra que sirve de puente entre generaciones y demuestra que en su ayuntamiento los hechos van por delante de las palabras».

 

Visiblemente emocionado y orgulloso de su pueblo, agradeció Carrión el homenaje y la presencia al nutrido grupo de asistentes que acudió al acto al aire libre a pesar del frío que hizo esa tarde. Representantes de numerosas peñas flamencas y la Federación, la Fundación Cristina Heeren, artistas, vecinos, medios de comunicación, familiares y amigos acompañaron a Antonio en este día tan importante. Su pueblo lo homenajea a perpetuidad con la que ahora sigue siendo la sede de la Peña Flamenca El Búcaro, de quien él mismo es presidente, pero también se constituye como el corazón flamenco del pueblo y acogerá las actividades del Instituto Carmen Laffón, cuyos integrantes tampoco se perdieron la cita. Tuvo menciones especiales, además de a los organizadores, a Pepe Cebolla, de quien recibió sus primeras clases cuando «todo esto no era más que un sueño y la fantasía de un niño que con ocho o diez años se sentaba en los escalones a tocar la guitarra», y a la fotógrafa Inmaculada Rodríguez, que ha cedido una ingente cantidad de imágenes de artistas flamencos que decoran las paredes de todas las salas del moderno y bien equipado edificio.  

 

El alcalde Javier Fernández quiso dedicar el acto a Carrión de Mairena, padre de Antonio y allí presente, además de a Antonio González El Moreno, ya fallecido. Insistió en la necesidad de proteger nuestro patrimonio, destacó las cualidades que reúne Antonio para ser el mejor embajador de su pueblo y mostró su intención de que la Casa del Flamenco se consolide como un centro de interpretación de referencia nacional. Para finalizar la parte protocolaria le hizo entrega de un llavero con una guitarra y las llaves de la Casa. Se procedió después a descubrir la placa conmemorativa de la inauguración. Y como no podía ser de otra forma, el acto se selló con flamenco: la actuación de Pedro el Granaíno al cante, con la guitarra de Antonio de Patrocinio y las palmas de Luichi y Miguel Heredia.

 

La clásica granaína sirve de templanza para la voz rajada de Perico, que se abandola después. Tira del repertorio al que nos tiene acostumbrados con los tangos morentianos de La Estrella, salpicados con otras letras que le escuchamos a Camarón, siempre evocado en la garganta de El Granaíno. Los remata con la Salve para pasar después a la bulería, donde recuerda de nuevo al genio de La Isla y al Paquiro en esos tercios en los que busca a Carmen. Con dos fandangos chocolateros y el público contento cierra la tarde. Llegó la lluvia. Estuvo esperando hasta ese mismo instante en el que Carrión echa el cerrojo, porque para eso tiene la llave.

 

Fotos: Mary Guillén [maryguillen.com]

 

 

 

 


Cantaor de la escritura. Jondura utrerana extrema.

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