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La última obra de Antonio Gades – Las cozas (y X)

Así titulé el artículo que con motivo del fallecimiento del maestro alicantino criado en Entrevías en julio de 2004 me encargó el diario El País. Me refería a la Fundación que creó Antonio Gades y que tuve el honor de presidir por expreso deseo del genial bailarín.


Así titulé el artículo que con motivo del fallecimiento del maestro alicantino criado en Entrevías en julio de 2004 me encargó Miguel Mora para el diario El País. Me refería a la Fundación que creó Antonio Gades y que tuve el honor de presidir por expreso deseo del genial bailarín. La verdad, pocos lo saben, la intención de Antonio era dejarme en herencia vestuario, escenografía y derechos de las obras, honor que no pude aceptar ya que al no tener parentesco con Gades hacienda me iba a crujir. Antonio lo entendió enseguida y dos semanas después me llamó y con su voz ronca me soltó: «Ya está, vamos a hacer una Fundación y tú serás el presidente». Acepté sin pensarlo. Eso sí que iba a ser algo grande. El maestro estaba muy ilusionado. Sabía que le quedaban pocos meses de vida, desahuciado por una enfermedad que se lo estaba comiendo por dentro. Pero en su cara se veían las ganas de dejarlo todo atado y bien atado. Diseñó un patronato y nos fuimos a un notario a formalizar la institución. Yo estaba como niño con zapatos nuevos. La cabeza me explotaba de ideas y proyectos que compartía con Antonio a diario. Nuestras reuniones de sus últimos años en el Lago de la Casa de Campo madrileña no trataban como hasta entonces acerca de El Quijote que proyectaba montar como siguiente obra tras el éxito mundial de Fuenteovejuna, no. La Fundación ocupaba todo el tiempo.

 

Una vez montada la Fundación y después de las primeras reuniones y conversaciones me di cuenta de lo conveniente de que en el patronato hubiese alguien de su familia y le aconsejé al maestro que metiese a una de sus hijas. Le propuse a María, la mayor de las tres que tuvo con la gran Pepa Flores. Dicho y hecho. Volvimos al notario y se hicieron nuevas actas de constitución. Jamás olvidaré cómo Antonio leía con detenimiento la veintena de páginas en la notaría hasta que, con su habitual carácter, dijo en voz alta: «¡Aquí no pone que manda Faustino!». A lo que el notario dijo que en ese tipo de fundaciones, aunque yo figuraba como vicepresidente (el presidente era el propio Antonio, que en caso de fallecimiento yo pasaría a ocupar la presidencia), mi voto, aunque de calidad, no valía más que el del resto de miembros del patronato. Un año después uno de los patronos, ya fallecido, me contó que Gades los reunió en el hospital donde estaba internado (Gregorio Marañón) y con el puño en alto les hizo jurar: “Con Faustino a muerte”. Al parecer no se fiaba, por aquello de “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”. Cuando me lo contaron reconozco que me meaba de la risa imaginando al moribundo Gades con su sempiterno carácter marcial haciendo jurar a aquella gente cual general pasando revista.

 

Fuimos a un almacén que había frente al estudio donde guardaba en baúles miles de recortes de periódico, fotos, programas, vestuario. Sacó una chaquetilla, que todo el mundo conoce por ser la que usó para la famosa farruca y mostrándomela me dice: «Aquí cabía yo». Estábamos emocionados. Me puse a buscar dos elementos imprescindibles para mi labor en la Fundación. Un local digno del maestro y un ayudante que conociera bien al maestro y fuera de mi total confianza. El local lo encontré rápido. Unos amigos que regentaban la famosa sala de música en vivo Suristán, en la calle de la Cruz, tenían una oficina grande en la Carrera de San Jerónimo. Supe que la dejaban tras el cierre del local y me pusieron en contacto con el dueño y tras negociar el precio la alquilamos por un año. Le propuse a Gades contratar a un ayudante y pensé en Antonio García Onieva, bailarín y compañero en la Compañía y en quien tenía fe ciega para llevar a cabo el trabajo que teníamos por delante. Antonio aceptó de inmediato. Estaba encantado. Pablo Sicet diseñó el logo, compramos mobiliario para la oficina y la Fundación echó a andar.

 

 

«Y mirándome con aquellas dos espadas que tenía por ojos me espetó: yo he dejado mi nombre aquí –señalando en el aire con el brazo su altura–. Si puedes sube el nivel, pero por tu madre no lo bajes, que mi trabajito me ha costado llegar donde he llegado»

 

 

Antonio Gades con Faustino Núñez en Tokio, 1995.

 

 

Le dije que teníamos que formar la Compañía de nuevo y él me dijo que ni hablar del peluquín. Yo le insistía, y nada, que no. Entonces recordé su frase: “Nunca he tenido que ir con un dossier debajo del brazo por el pasillo de un ministerio pidiendo dinero”. Y le dije que con la compañía podría financiar la fundación y así no tener que ir con un dossier… Me miró y me dijo: «Hazme una lista de nombres con los que quieres contar». La hice y después de revisarla tachó un solo nombre –ayyyy– y me dio instrucciones: «Monta todas mis obras excepto Fuego (Amor Brujo), que está sin terminar. Y mirándome con aquellas dos espadas que tenía por ojos me espetó: «Yo he dejado mi nombre aquí», señalando en el aire con el brazo su altura. «Si puedes sube el nivel, pero por tu madre no lo bajes, que mi trabajito me ha costado llegar donde he llegado».

 

El 20 de julio, dos meses después, Antonio se apagó y nos dejó huerfanitos para siempre. Para la Fundación llegó entonces la hora de la verdad. La verdad es que nadie daba un duro por nosotros. Me llamó Teddy Bautista para decirme que tenía instrucciones de Antonio para ayudarnos en el arranque y me reuní con él y le propuse tres primeros proyectos: un homenaje, una página web, una exposición y un libro, amén de ordenar todo el material en un archivo. Hicimos audiciones para formar compañía para empezar a montar. Pensé que un buen homenaje, en principio en el Teatro Real aunque finalmente fue en La Zarzuela justo un año después de que nos dejara el maestro, era invitar a algunas figuras unidas a Antonio e intermediando sus actuaciones mostraríamos fragmentos de sus obras. Un fragmento de Bodas de Sangre, otro de Carmen y otro de Fuenteovejuna. Y así lo hicimos. Como presentadora la maestra de Gades, la gran Pilar López, unas palabras de Teddy y, con el teatro hasta la bandera, tres horas de homenaje que fue un éxito colosal. Los que no daban un duro por nosotros tuvieron que cerrar la muí después de quedar boquiabiertos.

 

En el ambigú del precioso teatro de la calle Jovellanos montamos diez paneles con una exposición preciosa que realicé en dos meses interminables en un estudio con un diseñador al que volví literalmente loco. Y en ese mismo estudio maquetamos el libro con fotos y frases de Antonio. Los tres proyectos fueron muy bien recibidos, la Fundación había echado a andar con paso firme y empezaron las primeras giras. Primero fuimos a Verona. Hicimos realidad, con el maestro Hernandez-Silva, por entonces titular de la Orquesta de Córdoba, un sueño de Antonio, poner en escena la Carmen haciendo en vivo las partes de la ópera que normalmente suenan grabadas. Otro éxito. Entonces “los diablitos” se manifestaron y, después de dos años, con gran dolor de corazón traicioné la confianza de mi adorado maestro y dejé la Fundación. A las dos semanas quiso Dios que, por consejo de Javier Latorre, me ofrecieran la Cátedra de Flamenco del Conservatorio Superior de Córdoba que ocuparía mi tiempo los siguientes once benditos años. Y hasta aquí hemos llegado, porque así son las Cozas. 

 

 

→  Ver aquí las entregas anteriores de la sección A Cuerda Pelá de Faustino Núñez en Expoflamenco

 

 

 


Musicólogo de Vigo (Galicia). Investigador y profesor. Amante de la música. Enamorado del flamenco. Y apasionado de La Viña gaditana.

2 COMMENTS
  • isabel 6 junio, 2023

    deseo suscribirme a esta página..Soy argentina.Conozco mucho a España y desde pequeña soy adicta al flamenco. Conozci a Gades y lo admiro. No encuentro como suscribirme. les enviomis datos y los felicito poro tan hermosa e interesante pagina

  • isabel 6 junio, 2023

    esi son tan amables diganme la forma de suscribirme. . En un prinicipio me salio la ficha de suscripcion , pero desppues de leer los articuloo no me aparecio..mas.soy Isabel Mattion, de la cidad de córdoba, rep. Argentina.Mi mail,, es isahoja@yahoo,es. gracias y cariños

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