La bailaora y coreógrafa cordobesa está inmersa en algunos proyectos ambiciosos. El principal no es otro que la creación de su nuevo espectáculo, en el que contará con un cuerpo de baile que será seleccionado a través de unas audiciones que comienzan el martes 23 de febrero, y al que se han presentado unos 140 aspirantes. Este es uno de los grandes retos a los que se enfrenta Mercedes de Córdoba (1980) en esta etapa de su carrera, aunque no es el único. También debe asumir el diseño coreográfico de una soleá por bulerías para lo nuevo de Eva La Yerbabuena. Ahí es nada.

Es curioso que al hablar con esta cordobesa transmita una energía tan desmesurada como impropia para los tiempos que corren. Habla sobre sus ganas de seguir en la brecha y de cumplir sueños. “Tengo más ganas de luchar que nunca”, sentencia. La psicología juega un papel fundamental para el crecimiento personal y anímico en unos meses en los que las tinieblas se han adueñado de las agendas de toda una generación que comenzaba a situarse en la cúspide de la danza flamenca mundial.

«No me esperaba tanta participación. Además, de bailaores y bailaoras de un nivel extraordinario y de países como Francia o México»

Una de ellas es Mercedes, quien a pesar de su dilatada trayectoria comenzaba a corroborar toda su valía en cada una de sus caras artísticas. En Ser, ni conmigo ni sin mí, espectáculo llevado al Festival de Jerez (2020) y a la Bienal de Sevilla (2020) tras su estreno en Córdoba (2018), expresa como nunca antes su madurez en la escena y un lenguaje que emerge del trasfondo de la autenticidad.

Ahora necesita seguir y lo que en principio iba a ser un proyecto “de pequeño formato” se ha convertido en una aventura previsiblemente rica en experiencias, ya que “en la primera reunión entendimos que necesitaba realizarme coreográficamente y decidimos apostar por nuevos valores para formar parte de la compañía, del cuerpo de baile”. Para ello ha decidido hacerlo a través de audiciones en las que seleccionar finalmente a los tres elegidos. “Al principio me daba algo de pudor dar el paso, porque dudaba sobre la aceptación que iba a tener la iniciativa. No sabía si iban a presentarse pocas o muchas personas. Pero nos hemos llevado una gran sorpresa al comprobar que han llegado unas 140 solicitudes. No me esperaba tanta participación. Además, de bailaores y bailaoras de un nivel extraordinario y de países como Francia o México”, comenta Mercedes.

La bailaora Mercedes de Córdoba. Foto: Curro Medina

Tras un proceso de preselección audiovisual, serán cuarenta los que desde el 23 al 26 de febrero –diez por día debido a  las medidas sanitarias– formen parte de los talleres multidisciplinares en los que la bailaora entrará a valorar en profundidad los distintos perfiles de cada uno de ellos. Estos encuentros tendrán lugar en el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla – Cicus, “lo que supone un apoyo de gran importancia, un punto a nuestro favor”.

No es lo único que se trae entre manos – y pies–  la artista. Como se apuntaba en líneas más arriba, la gran capitana le ha mandado un recado irrechazable. Eva La Yerbabuena ha contado con su ingenio y oficio para la dirección coreográfica de la soleá por bulerías de su nuevo espectáculo, titulado Al igual que tú, y que se estrenará en pocos meses. “No me dio opción a pensármelo”, afirma Mercedes, añadiendo que “es la primera vez que Eva se pone en manos de alguien para una coreografía flamenca, por lo que es un tremendo honor a la vez que me da algo de vértigo. Estaré en el estreno llena de nervios, desde la butaca”. La bailaora, que ya ha formado parte en estas lides en propuestas como las de Paula Comitre, Gema Moneo o Fernando Jiménez, continúa declarando que “trabajar con Eva es como estar en casa, pues he crecido junto a ella y me siento parte de su familia”.

«Como están las cosas, prefiero no dar clases. Soy de las que defienden lo presencial, la comunicación, el sentir… A través de una pantalla es muy difícil transmitir la energía que necesita el flamenco para ser interpretado»

Sus miras no son precisamente cortas. Por su cabeza vuelan ideas de todo tipo, incluso a largo plazo. Más que interesante suena una de ellas, la de compilar en un recital de baile distintas creaciones de diferentes espectáculos y etapas con el fin de mantener una obra viva a lo largo del tiempo y no mueran poco después de los estrenos. Sin más será “como el árbol al que le irán saliendo ramas según el escenario en el que se exponga, según el lugar o el tipo de festival… Será flexible y abierto”.

Entre tanta actividad, Mercedes no encuentra tiempo para impartir sus habituales cursos de formación. Tampoco parece estar preocupada, porque “como están las cosas, prefiero no darlas. Soy de las que defienden lo presencial, la comunicación, el sentir… A través de una pantalla es muy difícil transmitir la energía que necesita el flamenco para ser interpretado. La técnica se aprende, pero hasta eso no lo es todo”. Pese a ello, entiende que “cada uno es libre y es normal que hoy día se estén dando clases on-line, porque es una manera de subsistir”. Concluye reflexionando sobre la herencia que puede dejar esta situación en la que los teatros están vacíos, se emiten conciertos en streaming “sin la adrenalina del público” y hasta duda sobre si en un futuro próximo las cientos de personas que participan en las clases de cualquier maestro en circunstancias normales “se acostumbren a este formato”.

Fotos: Curro Medina