Expoflamenco Pódcast → Serie ‘Los Caminos’ con José María Castaño → La saeta corta de Jerez, ¿más cerca del pregón que de la siguiriya?

Llegando la Semana Santa, aunque en forma tan atípica como este año, la saeta flamenca cobra todo su protagonismo. Un cante muy especial por las características musicales que lo identifican, pero también por su naturaleza de rezo cantado.

La foto de Agujetas es de Jean Louis Douzert.

Nuestro compañero Álvaro de la Fuente Espejo ya ha trazado un excelente recorrido por los antecedentes de la saeta hasta llegar a su forma aflamencada. Os invito a que participéis de la anterior entrega de su pódcast Aula Flamenca. Entre sus afirmaciones me quedé con aquella del préstamo que tuvieron algunas primitivas saetas del pregón como forma musical. No olvidemos que antaño era frecuente, en nuestros pueblos y ciudades, este tipo de reclamo entonado de una forma muy particular e identificable. Lo mismo anunciando diferentes productos, como las uvas, que para vociferar aquellos bandos municipales. Lo litúrgico, pero también están formas ya desaparecidas. Quedaron en la memoria del pueblo.

Digo todo esto porque estoy convencido de que la llamada saeta corta de Jerez en su enunciado y desarrollo podría estar más cerca del antiguo pregón que del cante por siguiriyas. Casi todo el fraseo –que apenas dura un minuto y medio– transcurre en el pregón, salvo dos ayes secos y potentes en el primer y el último verso que el cantaor injertaría para dar más dramatismo al rezo.

Como ejemplo de cuanto digo, escuchamos las versiones que ha legado la historia de este cante corto, hoy casi extinguido en favor de versiones más modernas y efectistas, en las voces de Manuel Torre, Manuel Agujetas y su hijo Antonio Agujetas. A modo de introducción propongo la escucha de la saeta de Elu de Jerez, más actual, y algunas reliquias como la toná litúrgica de Montesinos ‘el Lobo’ de la Puebla de Cazalla o la vieja saeta de Arcos en la voz de Manolo Zapata.

La propia saeta de Manuel Torre ya lo dice: “Al son de ronca trompeta y a la voz del pregonero”.