El cante es la palabra de Luis Moneo
Luis Moneo está llevando bien alta la bandera de su exigente casa cantaora. Os invito a comprobarlo en algunos cortes de su disco 'Mi cante, mi palabra' (2016): cantiñas, soleá, bulerías
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El menor de la saga Moneo Lara es una de las voces más interesantes del panorama actual de Jerez como ciudad cantaora. En sus decires jondos atesora una serie de cualidades que le sitúan en un lugar destacado para la afición flamenca que gusta del cante por derecho.
Junto a un noble metal de voz y un eco tan expresivo como contundente, Luis Moneo muestra dos razones de peso que han favorecido su repertorio. Por un lado, el conocimiento de los trastes de la guitarra que le confieren una afinación muy correcta; no conviene olvidar que sus inicios fueron como tocaor. Por otro lado, su paso por importantes compañías de baile como cantaor de atrás durante un tiempo, circunstancia que le ha dado oficio, conocimiento y variedad en la ejecución. En conjunto, confieren a Luis Moneo un peso interpretativo que le está llevando a llevar bien alta la bandera de su exigente casa cantaora.
Os invito a comprobarlo en algunos cortes de su disco Mi cante, mi palabra (La Bodega y el Flamenco Vive, 2016) junto a la guitarra y algunas letras de su hijo, y fiel escudero, Juan Manuel Moneo. Comienzo este itinerario sonoro por cantiñas, para proseguir con su soleá –a la que tanto partido saca– y finalizar con bulerías para las que contó con la colaboración de Jesús Méndez. No dejo atrás una colaboración excepcional por siguiriyas en el disco Luminaria del guitarrista Juan Diego Mateos (Bujío Producciones, 2003).
Lo dicho, un cantaor que por su procedencia y calidad debía estar con mayor presencia en los festivales de verano que ahora comienzan.
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