El trágico final del fotógrafo del flamenco
El fotógrafo suizo René Robert, famoso por sus instantáneas flamencas, ha fallecido por hipotermia a los 84 años tras pasar nueve horas solo en una de las principales calles de París.
Por el objetivo de su cámara desfilaron rostros tan conocidos como el Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Enrique Morente o Manolo Marín, entre otros. Suyas son, por ejemplo, las instantáneas de Camarón que sirvieron de cartel a sus míticos conciertos de 1986 y 1987 en el Cirque d’Hiver de París. Hablamos de fotógrafo suizo René Robert, conocido popularmente como el fotógrafo del flamenco, y que ha fallecido en trágicas circunstancias a los 84 años de edad en la capital francesa.
Según ha publicado el medio francés RT, René Robert salió a pasear tras cenar en la calle Turbigo, ubicada en pleno centro de París, alrededor de las nueve de la noche. El fotógrafo se desplomó y cayó inconsciente sobre la acera, permaneciendo allí hasta las seis y media de la madrugada, cuando un indigente alertado por su presencia contactó con un ambulancia. Se encontraba en un estado de extrema gravedad, con heridas en la cabeza y una fuerte hipotermia. Fue trasladado a urgencias, pero los sanitarios nada pudieron hacer por salvarle la vida.
«A René Robert, asesinado en plena calle en París por la indiferencia de los transeúntes. Y esta pregunta: ¿Cómo hemos llegado a olvidar la base misma de lo que hace a la humanidad? Descansa en paz, querido amigo», publicó el periodista Michel Mompontet, amigo íntimo del fallecido, en su cuenta de Twitter.
Assassiné par l’indifférence.
Ce soir 19h20 sur France Info TV mon hommage au photographe René Robert, mort seul dans une rue passante de la capitale sans que personne ne s’arrête et lui porte secours…et ce que cette tragique et révoltante fin de vie nous apprend de nous-mêmes pic.twitter.com/do2ukLQFY1— Michel Mompontet (@mompontet) January 24, 2022
René Robert nació en Friburgo, Suiza, el 4 de marzo de 1936. Con solo doce añitos se apasionó por la fotografía y la convirtió en su profesión tras realizar un curso en Lausana, cerquita de Ginebra. Comenzó a trabajar en una agencia local, pero a mediados de los años sesenta se mudó a París. Fue en la capital francesa donde el flamenco llamó a su puerta. Un bailarín sueco le descubrió y trasladó su pasión por el arte jondo y casi se convirtió en una obsesión para Robert. Sin duda, uno de los grandes retratistas del flamenco con su personal estilo en blanco y negro. En su obra, le gustaba destacar la rabia o la gracia en los rostros de los artistas. Autor de una obra visual potente y sensible
Desde el equipo de Expoflamenco lamentamos la pérdida de este genial retratista y compartimos una de sus instantáneas más célebres al mítico Camarón de la Isla.