Diseños: Francisco Tamaral. Modelo: Marta Sevillano

Como cantaora de flamenco, la moda flamenca es algo que ocupa un papel fundamental en mi carrera, pues un espectáculo no es solo salir al escenario y cantar, sino un sinfín de cuidados detalles que buscan captar la atención de todos nuestros sentidos. Así mismo, puedo declararme amante de la moda en general y por eso este ámbito de pasarelas y volantes es, sin lugar a dudas, mi paraíso personal.

Por todo ello, hoy tengo el enorme placer de poder contaros un poco de los entresijos de este mundo tan apasionante de la mano de uno de los diseñadores en auge del panorama actual. Francisco Tamaral, diseñador cordobés con más de 15 años de experiencia y entrega a sus espaldas, es, bajo mi punto de vista, uno de los nombres a los que debemos prestar mucha atención en las próximas pasarelas de moda flamenca que están a la vuelta de la esquina. Ha sido la sensación del SIMOF de los últimos años y estoy plenamente convencida de que volverá a sorprendernos en su próxima edición.

Tamaral ha estado muy interesado en el mundo de la moda desde pequeño. Creció rodeado de telas, patrones y vestidos, pues su madre regentaba un taller de bordados y confección infantil. A los doce años empezó a ayudarla en el taller durante las vacaciones de verano en todo lo que podía y con ello se inició en el mundo de la moda. Por esto, cuando comenzó sus estudios al respecto ya estaba muy familiarizado con tejidos, patrones y cortes. A partir de ahí fue decantándose por la moda para mujer, que era su vocación. Pero ¡todavía no hemos hablado de moda flamenca! Y es que Tamaral ni se lo planteaba por aquella época. En los estudios sobre moda no se trataba nada al respecto y este ámbito había pasado completamente desapercibido para él, hasta que alguna clienta le pidió trabajar sobre esto y entonces descubrió el amplísimo mundo tras los volantes y su enorme creatividad.

Sus colecciones siempre sorprenden, quizá por esa creatividad inmensa con la que cuenta Tamaral. Para el diseñador la inspiración puede estar en cualquier parte, desde una persona que se cruce por la calle, un paisaje o un elemento decorativo, y trata de sacarle el máximo partido a sus colecciones con modelos que, a pesar de saber que nunca llegarán a la calle, demuestran todo lo que es capaz de hacer. A su vez, cuando trabaja para clientas adapta esos toques de sofisticación que nos ofrece en pasarelas a cada mujer y permite poder llevar prendas con un sello característico que las hacen de lo más especial. Pero como siempre digo, ¡nunca llueve a gusto de todos! Y es que muchas veces podemos pensar que a los diseñadores se les va un poco de las manos tanta originalidad e innovación, ¿no?

Tamaral da sin duda rienda suelta a su creatividad y, con ello, tienen cabida en sus diseños la mayor parte de las mujeres que quieran vestirse de flamenca, desde las más arraigadas a los clásicos hasta las más atrevidas. Y es que si no fuese así la moda flamenca no evolucionaría ni descubriría nuevos cortes, combinaciones o patrones que antes eran impensables y sin los que actualmente no podemos imaginar un vestido de flamenca.

Yo siempre digo que Tamaral tiene el don de saber adaptar la moda flamenca a la personalidad de sus clientas. Y es que sin duda puedo afirmar que sus diseños sientan ¡como un guante! Nos cuenta el diseñador que para que esto sea así hay que conocer un poco a cada clienta para poder adaptar el vestido a su personalidad. Afirma que siempre hay un traje para cada mujer y sin duda eso es algo que favorece el ir cómoda y sintiéndote impresionante dentro de sus creaciones.

Nos preguntaremos cuáles son los pasos a seguir para crear y elaborar un diseño. Tamaral nos cuenta que depende de la situación. Dice que hay veces que se puede partir de un tejido, otras de una idea o incluso de un volumen. No hace diferencia respecto al proceso de creación de las colecciones para pasarela y de los diseños a medida para clienta. En los primeros da rienda suelta a su imaginación y hay veces que trabaja incluso sin bocetos creando el diseño directamente sobre la mesa de corte y el maniquí. Sin embargo, cuando es para una clienta intenta que el vestido sea lo más parecido posible al boceto creado para ella.

Tamaral es un experto en la mezcla de tejidos de una forma muy elegante e innovadora, algo que sin duda caracteriza sus diseños y es algo que le sale de manera innata. Es partidario de romper algunas barreras de la moda flamenca en la calle porque, aunque los conceptos puristas son la base de cualquier estudio, hay que contradecir a veces algunas normas para poder evolucionar. De hecho, sus vestidos de inspiración flamenca son un éxito asegurado en cualquier evento y mucho más accesibles para la moda diaria de las mujeres de a pie.

Como flamenca que soy, cuando me visto con un traje de volantes me siento más auténtica que con cualquier otro tipo de ropa y puedo afirmar que los vestidos de este diseñador me han hecho sentir favorecida y se han adaptado perfectamente a mí. Y es que nos dice Tamaral que el traje de flamenca es “un canto a la feminidad” que él siempre trata de respetar y potenciar. Siempre hay un vestido que realce algo de cada mujer y, sin duda, él es experto en saber cuál es el de cada una.

Por último y pensando en el mañana de este mundo que me encanta, se me vienen a la cabeza las nuevas promesas del sector de la moda, de esos jóvenes
luchadores que están con todas sus ilusiones puestas en poder llegar a lo que, por ejemplo, Tamaral es hoy en día. Diferenciarse es pieza clave en estos casos, ya que no todas las mujeres se atreven a llevar vestidos innovadores de pasarela ni se venden trajes de flamenca tan fácilmente. Tamaral aconseja a esas jóvenes promesas que potencien su pasión por la moda flamenca, pero que no se ciñan solo a ella y descubran las grandes posibilidades creativas que tiene la moda en su conjunto adaptándose a la demanda del mercado.

Así que a los soñadores les digo que ¡no dejéis de soñar! Porque gracias a vosotros las mujeres podemos lucir trajes de volantes que nos visten el cuerpo y el alma. Porque el flamenco es una manera de sentir y de expresar y, cada uno en nuestro ámbito, lo podemos disfrutar al máximo.