Nadie en el escenario, solo los instrumentos. Suena el Borrico de Jerez. “A mí me llaman el loco / porque siempre voy callao, / llamarme poquito a poco / que soy un loco de cuidao”. Y al fondo una pantalla con el molesto sonido de una aguja de tatuaje que graba en un brazo el corazón que luce la portada del disco A fuego de Dani Llamas. Declaración de intenciones claras. Desde ese momento ya sabemos lo que nos espera, los que hemos acudido no venimos “engañaos” al Villamarta de Jerez. Dani toca en su casa, cerca del flamenquísimo barrio de Santiago donde nació y bien que se le nota ese poso primigenio en sus dos últimos discos. Estamos en familia, como en un “cuartillo”, escuchando con atención y respeto, como siempre se ha hecho. Bien por los que saben istinguí…

 

Y no es casual este acercamiento al flamenco de un artista que lleva desde 1998 haciendo música. Desde su histórica banda inicial GAS Drummers, que formó con 18 años y que a los 21 ya había girado por Estados Unidos, Canadá y Europa. Después de haber probado el pop, rock de guitarras eléctricas o el folk de influencias americanas, un día decide volver a casa a escuchar lo que ya oía de pequeño en su barrio. Los ecos de su memoria pasan a un primer plano y es justo en ese momento cuando, mirando sus raíces, las fusiona con lo que ya traía en su mochila vital y musical y, ¿qué es el flamenco sino un género mestizo hijo de mil mezclas? Como él mismo aclara, “A fuego no es un disco de flamenco, sino la prueba de que nuestro folclore está vivo y sirve de materia prima para hacer nuevas canciones y letras”.

 

Músicos a escena para comenzar con Se canta lo que se pierde de su disco de 2020, La Verdad. “Se canta lo que se pierde, / dijo quien bien lo sabía. / Yo canto a la libertad / porque nunca ha sido mía”. Letras propias que son sentencias, adaptaciones de letras inmortales del imaginario flamenco más puro con la visión reivindicativa sobre la clase obrera y la lucha de clases son las que Dani y su banda van a desgranar en la hora y veinte minutos que van a estar tocando. Por si no queda claro el mensaje, será el propio autor quien introduce en cada corte los mensajes que quiere transmitir en sus “cantes”, que muchas veces no sabe uno si salen del propio Daniel o los ha oído uno antes en alguna peña o vinilo…

 

Y entramos ya en faena con la primera canción de su más reciente disco de 2022, A fuego, por medio de la mariana Entre la maleza: “Hace muchísimos años / paseaba yo por la calle / y en una pared rezaba / ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases. / Se me clavó a fuego”. Y eso una mariana, señores, suena como una mariana pero también suena a power pop del mismo “Seattle de la Frontera” y, a la vez, conserva la melodía, cadencia y compás que los flamencos podemos reconocer como propia. Y con estos mismos mimbres iremos haciendo el canasto en todos y cada uno de los temas que irán saliendo. Ya no siento los golpes es una canción pop oscura como oscuras son las seguiriyas cortas que se hacían en Santiago a cargo de Tío José de Pula o Tía Anita la Piriñaca: “Ya no siento los golpes, / ya no tengo dolor. / Donde ahora hay una piedra / hubo un corazón. / Ya no siento los golpes, / que no tengo dolor”. Nos metemos en la fragua ayudados por las magníficas imágenes que ha preparado Silvia Moreno para la ocasión. Un herrero golpea “a compá” un yunque, no puede haber simbología más gráfica de por dónde nos van a llevar esta noche. Produce Monstruos es una petenera oscura: “Queda tanto por lograr, / Madre de mi corazón. / Por mi vida vi pasar / al sueño de la razón. / Por mi vida vi pasar / vestido de frustración”. Y qué bonita la liviana y serrana Que lleva el río, folk rock a golpe de batería y bajo como si fuesen un cajón flamenco. Ya llegan los tientos “morunos” de Un manto de fuego como si un redivivo Diego del Gastor estuviese a los cordajes: “Dos fantasmas recorren la Tierra /El amor, el amor y la guerra”.

 

 

«Adaptaciones de letras inmortales del imaginario flamenco más puro con la visión reivindicativa sobre la clase obrera y la lucha de clases son las que Dani Llamas y su banda van a desgranar en la hora y veinte minutos que van a estar tocando»

 

 

 

 

“Estar aquí nos impone muchísimo, no sé si se nos nota”, nos confiesa. Pues no, no se nota. Al contrario, no se puede transmitir más seguridad y contundencia, pero desde el respeto más profundo a las formas. “Ahora vamos a hacer una canción que está basada en una soleá que se le atribuye a una cantaora que no vivía muy lejos de este teatro, ahí en el barrio de la Albarizuela, La Serneta: Fui Piedra. Si no la conocéis ya estáis tardando en escucharla en su versión original. Para todos los que amamos el flamenco es solo oír ese comienzo para que se nos abran las carnes así la cante un “múo”. Así llegamos al primer homenaje al binomio Menese / Moreno Galván que sonó esa noche, el mítico Romance de Juan García, con introducción previa y recordatorio a las fosas que aún siguen existiendo en este país para a continuación seguir por la vía libertaria con Caulina, que describe un episodio de rebelión proletaria en el Jerez de 1892 que Daniel nos explica con gran detalle e ironía y que suena envuelto en un medio tiempo pop melancólico.

 

Volvemos por los territorios de soleá, “ná” menos que una que cantaba Chocolate a la que Dani reviste de un cariz mucho más personal al quedar ilustrado con imágenes suyas de pequeño grabadas con un antiguo tomavistas: “El mundo es un desengaño. / Anoche mismo en mi casa / me trataron como a un extraño”. El otro cante de Moreno/Menese es una bambera del 74 que habla con más crudeza y libertad de lo que parece que podamos hacer hoy en día: “Y no se andan por las ramas / aunque sean tan mal paridos / que al mismo Dios hecho hombre / llevan de ilustre apellido”. El ambiente se caldea en el teatro en lo musical y lo emocional con un crescendo digno del más puro post rock: “Hemos hecho con la bambera lo que nos ha dao la gana”. A fe que sí, y habéis conseguido levantar a la gente de las butacas.

 

“Y nos vamos a levante, cantes hechos por casi todos los grandes cantaores jerezanos, empezando por Chacón y siguiendo por Manuel Torre”, para presentar el taranto La muerte o el mar, al que sigue la rondeña De mi propia voluntad que Dani aborda con guitarra acústica con esencias folk. Y se nos va terminando el espectáculo con un fandango con ecos de Marchena o el Borrico: “Cinco capullos corté / entré en un jardín por flores, / cinco capullos corté. / Eran los cinco sentíos / que puse yo en tu querer, / los mismos que se me han perdido”. Y se cierra el recital con “una canción basada en el polo, la masa madre del flamenco”, La Herida: “Sé que esta herida / es difícil de cerrar, / y que los pasos adelante que dimos / se nos vuelven en contra”. Público en pie para aplaudir esta experiencia de directo donde los mencionados discos ganan, y mucho, en brillantez, pero sobre todo en impacto y contundencia.

 

Y tras el impacto del directo, llega el momento de recapitular y reflexionar en esta crónica del brillante y emocionante concierto del sábado noche en Jerez, en la que hemos pretendido trasladaros la “verdá” del mensaje, “contando” sobre todo las letras y referencias para que os podáis hacer una mejor idea de lo que pudimos oír y sentir. Ya se parte del gran trabajo que suponen esos dos discos, pero que en directo, y con esta gran banda, se elevan a la máxima potencia. Y no queremos dejar de mencionar el excepcional sonido que consigue esa banda con músicos más que curtidos en las escenas de Jerez o Sevilla como el ubicuo Marco Serrato al bajo, Koe Casas a los teclados, Rafa Camisón a la batería, Manuel Mateos a la guitarra, Juano Azagra a las guitarras, teclados y coros y los mencionados audiovisuales de Silvia Moreno. Mencionar también que echamos un poco en falta los coros de Pilar que tanto nos gustaron en su concierto del teatro Alameda de Sevilla, aunque en esta ocasión no pudo asistir.

 

Seguiremos la pista de esta interesante y respetuosa propuesta que tan excelentemente marida los cantes y el pop/rock como los buenos vinos maridan con el flamenco al estilo de lo que nos enseña nuestro buen amigo, compañero e ilustre jerezano José María Castaño, que fue quien nos dio el chivatazo del concierto.

 

 

Ficha artística

Dani Llamas – A fuego
Teatro Villamarta, Jerez.
20 de mayo de 2023
Marco Serrato – Bajo
Koe Casas – teclados
Rafa Camisón – batería
Manuel Mateos – Guitarra
Juano Azagra – guitarra, teclado y coros
Dani Llamas – voz y guitarra
Silvia Moreno – imágenes

 

 

Texto y fotos: Federico Calderón

 

 

→  Ver aquí el artículo de Federico Calderón en Expoflamenco sobre flamenco disruptivo.