Alejandro Hurtado presenta su disco ‘Maestros del Arte Clásico Flamenco’
El guitarrista alicantino Alejandro Hurtado, que en 2017 fue matrícula de honor del Conservatorio Superior de Música de Córdoba y Bordón Minero del Festival Internacional de las Minas, presenta esta obra el jueves 7 de julio a las 22 horas en los Veranillos del Alamillo, Sevilla.
El estudio histórico de la guitarra flamenca avanza a pasos agigantados, como los que da Alejandro Hurtado, quien no solo puede enorgullecerse de tocar muy bien la guitarra, también de conocer a fondo la historia de los grandes maestros de la sonanta, dándonos la oportunidad de traer al siglo XXI el flamenco de hace aproximadamente cien años. Su formación clásica y flamenca, con estudios superiores en el Conservatorio de Córdoba, que es donde uno puede formarse en todas las disciplinas importantes para un músico flamenco, le ha permitido crecer en el plano interpretativo y en el intelectual. Pero no se ha quedado ahí, Alejandro ha seguido indagando en el conocimiento de la obra de Ramón Montoya, un guitarrista imprescindible y fundamental, interpretando sus toques a partir de los registros sonoros conservados en discos de 78 r.p.m., y diversas transcripciones de partituras, como las que realizara Alain Faucher en 1993. También aborda la figura de Manolo de Huelva, personaje esquivo y desconfiado, que grabó poquísimo y que se escondía tras una tela en los escenarios para que no le copiaran sus falsetas o directamente guardaba la guitarra si en una reunión de cabales detectaba que había algún guitarrista presente.
De Ramón Montoya (Madrid, 1879 – 1949) hay que decir que recoge el testigo de Rafael Marín, Canito, Ángel de Baeza o Miguel Borrull, y el de la primera escuela de guitarra flamenca iniciada por Patiño de Cádiz, Paquirri Guanter, Paco el de Lucena y Paco el Barbero, aportando en todos los estilos flamencos e introduciendo un mayor virtuosismo, con un uso de todo el diapasón, un mayor desarrollo del arpegio, trémolo, alzapúa y escalas apoyadas. Se percibe en sus grabaciones una gran musicalidad y expresividad, con cambios de tempo y dinámica, y una mayor sofisticación en cuanto a las armonías, que ya no son solamente las tradicionales. Ramón Montoya utiliza con frecuencia los acordes de séptima y novena, acordes de dominante sin resolver e invertidos, y enlaces poco comunes desde el punto de vista tonal clásico. Se observa en Montoya un gusto por la disonancia, algo inherente al toque flamenco, con progresiones muy modernas incluso hoy en día, escuchen la minera y verán lo que les comento. Hay que hacer notar en este sentido el desarrollo que imprime al toque de taranta, al de granaína, al de rondeña (según parece desde la base de Miguel Borrull) al de minera, creando un nuevo tono para la guitarra flamenca, ya presente para acompañar el cante al menos en 1928. Pero también fue un gran guitarrista acompañante, formando dúo con Don Antonio Chacón, el mejor cantaor de su generación, y sentando las bases del toque de acompañamiento moderno. El mismo Montoya reconocía que fue Chacón quien le enseñó a acompañar el cante como se debe, siendo requerido por las principales figuras de su tiempo, tanto en cante como en baile, creando la música para el baile de la farruca y el garrotín junto al bailaor Faíco. La Influencia de Ramón Montoya es notable en los guitarristas contemporáneos y posteriores como Luis Maravilla, Luis Yance, Hermanos Badajoz, Niño Ricardo, Sabicas y Pepe Martínez. Alejandro Hurtado da vida a las piezas del genio de Lavapiés: Granaína, Mineras, Tango, Rondeña y Farruca.
«Alejandro Hurtado revive en este disco los toques flamencos de dos genios de la guitarra, Ramón Montoya y Manolo de Huelva, con las propias guitarras que usaran estos intérpretes, ambas construidas por Santos Hernández»
De Manolo de Huelva (Río Tinto, Huelva, 1892 – Sevilla, 1976) sabemos que fue primero guitarrista clásico, y que según el cantaor Rafael Pareja aprendió del jerezano Javier Molina. Acompañó a importantes artistas desde la década de 1910, como Don Antonio Chacón, Manuel Torres, la Niña de los Peines o Manuel Vallejo. Al de Huelva no le gustaba tocar delante de la gente ni grabar, era muy celoso de su toque, haciendo firmar al propio Marius de Zayas un documento en el que se comprometía a no divulgar las grabaciones que realizó con éste en 1938 y otras posteriores hasta que falleciera. Aparte de estas filmaciones, donde se le puede ver tocar su guitarra Santos Hernández, y otros registros sonoros privados dados a conocer en 2014 por Rodrigo de Zayas en la obra Manolo de Huelva acompaña, solo conservábamos unos pocos registros acompañando el cante de Manuel Vallejo, Canalejas de Puerto Real, Enrique Orozco, Manuel Centeno y algunos solos de guitarra. Al ser gran conocedor del cante, enseñó muchos estilos a otros cantaores, entre otros a Enrique Morente. Fue un gran tocaor por bulerías, con un estilo muy personal, adaptando multitud de cuplés a la guitarra, y también es muy probable que haya tenido mucho que ver en el toque moderno para el fandango de Huelva, diferente al tradicional “abandolao” que tenía a principios del siglo XX. Sin ser tan virtuoso, en comparación con Ramón Montoya, tenía gran facilidad para las escalas y los rasgueos y sobre todo un gran dominio del compás. Transmitió diversas falsetas de guitarristas decimonónicos como Paquirri el Guanté o el Maestro Patiño (transcritas por Virginia Randolph Harrison, esposa de Marius de Zayas), igualmente falsetas y uno de los toques de Javier Molina (otro grande que grabó poquísimo, tan solo cuatro registros acompañando el cante de Manuel Torres), unas Alegrías en Sol que graba Alejandro en este disco, junto a los toques por Soleá, Serrana, Seguiriya y Bulerías, algunos de ellos a partir de falsetas de grabaciones de acompañamientos a diferentes cantes.
Alejandro Hurtado revive en este disco los toques flamencos de estos dos genios de la guitarra en las propias guitarras que usaran estos intérpretes, ambas construidas por Santos Hernández, quizás el mejor constructor salido de la escuela madrileña de Ramírez. Muchísimos guitarristas de entonces tocaban con estas guitarras, debido su especial sonido, instrumentos que no han perdido un ápice de calidad sonora tras el paso de décadas. La Leona, guitarra con la que realizaron los registros en el sello Boîte à Musique en 1936, fue regalada por Ramón Montoya a Marius de Zayas, promotor de las grabaciones parisinas. Hoy forma parte de la colección de Rodrigo de Zayas junto a la guitarra de Manolo de Huelva.
Alejandro Hurtado presenta su disco el jueves 7 de julio a las 22 horas en el Parque del Alamillo de Sevilla, donde igualmente se realizará un homenaje de Rodrigo de Zayas, en un acto que será presentado por Manuel Álvarez.
Imagen superior: cedida por Alejandro Hurtado
Guillermo Castro Buendía
Catedrático de Flamencología del Conservatorio Superior de Música de Córdoba