Cuéntale al mundo tu dicha
y no le cuentes tu pena
que mejor es que te envidien
que no que te compadezcan

Amigos no hay amigo
el más amigo la pega
no hay más amigo que Dios
y un durito en la faltriquera

Ese fragmento de cante acancionado de Pedro Peña al compás de Lebrija, nos remueve los recuerdos de otros tiempos. Pedro, que nos dejó hace unos días, ha sido de los pocos guitarristas que también han cantado y grabado su cante. Tenía una voz cálida que te envolvía con su ternura y sinceridad. Su interpretación del durito en la faltriquera es una delicia.

Pensando en Pedro, de lo que más me acuerdo es aquel episodio de Rito y Geografía del Cante, La familia de los Perrate. Vemos a su hermano, el desaparecido cantaor Juan Peña el Lebrijano, hablando de su familia con cariño y conocimientos, rodeado de personas de la saga de los Peña Pinini. El programa fue emitido el 11 de marzo de 1972, hace más de cincuenta años, y ahora las raíces del flamenco se tambalean sensiblemente porque esta dinastía ha perdido a su ideólogo y capitán. El eje flamenco de Lebrija y Utrera, de hecho el mundo flamenco entero, llora la pérdida del querido Pedro Peña Fernández, Pedro Peña, decano guitarrista y cantaor del triángulo de la campiña de lo jondo con su atractivo sabor particular.

«Este año las navidades en casa de los Peña de Lebrija serán con otro ánimo, y los flamencos nos sumamos a la oración a compás por el querido Pedro Peña Fernández que tanto ha contribuido al flamenco»

Una familia numerosa repleta de nombres importantes como el gran Perrate y la hermana de este, La Perrata, cantaores sublimes, los hijos de Pedro –Dorantes, pianista y compositor, y Pedro María Peña, guitarrista– o la hermana de Pedro, la periodista especializada Tere Peña, entre otros.

Por la casa de los Peña pasaba la creme de la creme del momento flamenco, figuras como el Tío Borrico, Antonio Mairena, Pastora Pavón o Manolo Caracol. Con estos grandes aprendió Pedro Peña a acompañar, llegando a figurar en los mejores carteles del auge de los festivales de verano.

Hombre intelectual, un pensador con las ideas claras acerca del papel del gitano en el flamenco. Pedro fue maestro de escuela y autor de libros importantes que promocionaban la igualdad, como Los gitanos flamencos, elogiado por personajes del mundo de la cultura.

Recuerdo una breve conversación con Pedro en la presentación de la Bienal de Flamenco de Sevilla hace años. Le pregunté si aún se cantaba en reuniones informales en su casa. Su cara se iluminó y Pedro Peña afirmó que por supuesto, y que en las recientes navidades había tenido lugar una buena reunión, que no “fiesta”, que suena más frívolo, con los hermanos y su madre La Perrata, y que lo habían pasado muy bien.

Este año las navidades en casa de los Peña de Lebrija serán con otro ánimo, y los flamencos nos sumamos a la oración a compás por el querido Pedro Peña Fernández que tanto ha contribuido al flamenco.

Corresponde el clásico final del Lebrijano, hermano de Pedro:

La Virgen de la Peña
la chiquetita, la chiquetita
la que tiene romero
en su capillita, en su capillita

Imagen superior: Pedro Peña y Matilde Coral, en el congreso de Algeciras 2002. Foto: Estela Zatania