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Bernardo el de los Lobitos: inquietud y maestría - Archivo Expoflamenco
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Bernardo el de los Lobitos: inquietud y maestría

De Bernardo el de los Lobitos se destacan sus largos conocimientos, sus turnés con Chacón, Pastora o Vallejo, o largas estancias en los grandes tablaos de Madrid. Un "rescatador" de cantes antiguos poco interpretados u olvidados.


En los años 50-60 del siglo pasado, la primera antología de cante, editada en Francia por Ducretet Thomson, y posteriormente en España por la casa Hispavox, fue la gran referencia del arte jondo para nosotros los jóvenes aficionados sin acceso apenas a grabaciones, mucho menos actuaciones en directo. Después, salían las figuras de culto como Antonio Mairena, Caracol o Fosforito, entre otros que llegarían a dominar el paisaje cantaor de la época. El dúo dinámico de los jóvenes Camarón y Paco de Lucía ya existía, cada uno por su lado, pero aún no circulaban profesionalmente.

 

A todo esto, había un hombre mayor, con aspecto frágil y voz delicada, que había participado en la antología Hispavox, defendiendo algunos cantes de relativamente poca importancia, aunque la calidad de “importante” va a depender siempre de la interpretación del cantaor. A Bernardo el de los Lobitos (Alcalá de Guadaira, 1887 – Madrid, 1969) le fueron asignados para la antología verdiales, sevillanas corraleras y nanas, cantes menores, y alguna rareza en desuso como marianas o cantes de trilla. Se comenta mucho sus largos conocimientos, y una historia laboral que incluye el auge del café cantante, turnés con Chacón, Pastora o Vallejo, o largas estancias en los grandes tablaos de Madrid. Pero el recuerdo de su voz está para siempre ligado a susodichos “palos” (con comillas, porque a los de mi generación nos gusta poco este neologismo de los años 70).

 

Sorprende descubrir que Bernardo Álvarez Pérez, su nombre verdadero (que también pasó por la mutación “Niño de Alcalá”), haya tenido fama de ser uno de los intérpretes más rompedores por bulerías cuando esta forma, destinada a ocupar un lugar de honor en el repertorio del género, se estaba definiendo.

 

 

«Según Manuel Ríos Ruiz, Bernardo siempre estuvo en la vanguardia de las nuevas tendencias. Y sorprende lo que me comenta Pinilla: “Tenía sentido rítmico en una época en la que no era común, a excepción de unos pocos”»

 

 

El apodo “de los lobitos” se origina en un verso de bulerías que cantaba:

 

Anoche soñaba yo
que los lobitos me comían
y eran tus ojitos negros
que me miraban y me decían
Por Dios no me desampares
que yo he perdido la calor
de mi pare y de mi mare

 

El decir de Bernardo es dulce sin empalagar a pesar de haberse desarrollado en plena “ópera flamenca”, dulce amargo como la vida misma. Evocativo. El cantaor granadino Juan Pinilla, Lámpara Minera 2007 y gran admirador del de los Lobitos, me dice que tiene bastante escuela y seguidores en Granada por la influencia del admirado Cobitos, Manuel Celestino Cobos (Jerez de la Frontera, 1896 – Granada, 1986), jerezano de nacimiento que vivió sesenta años en Granada. Pinilla destaca de Bernardo la belleza plástica, estética y la clase que dignificaba al flamenco. “También es cierto que hay mucha influencia de Morente en esa querencia hacia Bernardo de los Lobitos, porque Enrique lo conoció y convivió con él en Madrid, entonces tenía un concepto muy claro de su personalidad y de su cante”.

 

Luego está la faceta, similar a la de José Menese, de «rescatador» de cantes antiguos poco interpretados u olvidados en lo que también ejerció magisterio, y han servido de base a los cantaores jóvenes.

 

Según Manuel Ríos Ruiz, Bernardo siempre estuvo en la vanguardia de las nuevas tendencias. Y sorprende lo que me comenta Pinilla: “Tenía sentido rítmico en una época en la que no era común, a excepción de unos pocos”.

 

Juan Pinilla termina nuestra conversación lamentando las nuevas corrientes estéticas. “Ese cante de Bernardo, tan respetuoso con la raíz, no tiene apenas predicamento en nuestros días, a duras penas un puñado de aficionados de esos a ultranza”.

 

Imagen superior: captura vídeo

 


Jerezana de adopción. Cantaora, guitarrista, bailaora y escritora. Flamenca por los cuatro costados. Sus artículos han sido publicados en numerosas revistas especializadas y es conferenciante bilingüe en Europa, Estados Unidos y Canadá.

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