La zaragozana Laura de San Pío Herranz, conocida artísticamente como Laura la de los Laureles, es actriz y cantaora. Su trayectoria profesional le ha llevado por musicales, documentales y cortometrajes –en los que ella también canta, como Retirada, premio Festival de Zaragoza– y hasta por los platós del concurso televisivo Lluvia de estrellas (Antena 3). Dice que ha vivido rodeada de flamenco desde pequeña. Se formó musicalmente con diferentes maestros y en diversos centros como el Taller de Músics de Barcelona, y tomó contacto con otras disciplinas musicales como la guitarra, la percusión y el baile. Ha formado parte de grupos flamencos como Río Flamenco, La Morería, Oripandó, Sonakai kaló y la Orquesta Popular de la Magdalena (Premio de la Música Aragonesa en 2015). Ahora presenta Sentidos, su primer trabajo discográfico en solitario, un paseo por su inspiración flamenca en el que compone e interpreta la mayoría de los temas.

 

 

– Usted canta, compone, actúa… Cuéntenos el lugar que ocupa el flamenco en su vida.

– El flamenco es fundamental  para mí. Podría decir que es un compañero de vida.

 

– ¿Es más difícil siendo de Zaragoza o en Aragón hay más flamenco de lo que parece?

– Sí, en Aragón hay mucho más flamenco del que parece. Hay bastante afición y grandes artistas, pero no hay duda de que viviendo en Madrid, por ejemplo, hay muchas más posibilidades, opciones, movimiento… Es el centro. No hablo ya de Andalucía, en donde sin embargo a la hora de trabajar también se mueven en muchos casos a la capital.

 

– El flamenco nació en Andalucía y ahora es de todos. ¿Siente que esta música aún produce rechazo o indiferencia para grandes audiencias?

– No lo veo así. Es más, diría que ahora se lleva. Es cool. Está de moda que guste el flamenco. Es patrimonio inmaterial de la humanidad. Y se ha dado la vuelta al concepto en general. Aunque por supuesto, como todas las músicas complejas y de raíz, todavía no es seguida por un público mayoritario.

 

– Su disco Sentidos tiende puentes hacia Andalucía y hacia el cante gitano, en sus palabras. ¿Es este el flamenco que le llega más adentro?

– No hay duda de que la cuna del flamenco fue Andalucía, donde confluyeron las distintas músicas, culturas y etnias de las cuales surgió el flamenco, que ha seguido y sigue creciendo al expandirse por el resto del país y más allá de nuestras fronteras. A mí el cante gitano es el que más me gusta, refiriéndome a un estilo y forma de cantar, no a la raza o procedencia del cantaor o cantaora.

 

– ¿Un disco para curiosos, para aficionados o para toda clase de tímpanos?

– Pues Sentidos es un disco para todos, en mi opinión. Es flamenco y tiene canciones por palos más tradicionales, pero creo que es para todos los oídos y, por qué no, también para curiosos.

 

 

 

 

«Yo diría que ahora se lleva el flamenco, es cool. Está de moda que guste el flamenco. Es patrimonio de la humanidad. Y se ha dado la vuelta al concepto en general. Aunque por supuesto, como todas las músicas complejas y de raíz, todavía no es seguida por un público mayoritario»

 

 

– ¿Ha tenido oportunidad de presentar este trabajo en escenarios andaluces?

– Todavía no. Pero estamos en ello.

 

– Le hemos leído que para usted el flamenco es una forma de vida y un aprendizaje infinito. Además es que es así. Cuéntenos cómo ha sido o está siendo ese aprendizaje continuo en el arte jondo.

– Pues como bien dice, se trata de una carrera de fondo. De conocer, investigar, estudiar, compartir, practicar, retroceder y avanzar, hacer y deshacer. Y lo que hoy te parece bien, mañana has dado otro pasito y ya lo haces de otra manera. Crecimiento continuo y un quebradero de cabeza, ja ja. Los que lo viven me entenderán.

 

– Usted pasó por los platós de Lluvia de estrellas. En esos concursos televisivos vemos a veces a los miembros del jurado aconsejar a un determinado concursante flamenco que se abra a otros estilos, normalmente porque el juez de turno no sabe diferenciar una sevillana de una rumba. ¿Siente que el aspirante que interpreta flamenco, la cultura de España, lo tiene complicado para ir pasando rondas y llegar a la final?

– Pienso que afortunadamente –y que dure– el flamenco está de moda y crea mucha expectación. Y opino que está sucediendo actualmente el fenómeno contrario en los concursos. Llama más la atención y esto es positivo, ayuda mucho a que llegue a un mayor público. Otra cosa es cómo continua el artista después de los concursos y si tiene la libertad o se ve de alguna manera obligado a hacer fusiones más “populares” para mantenerse, que es diferente a hacerlo por gusto, creatividad o experimentación, que esto es otro tema diferente.

 

– ¿Por qué «La de los Laureles»? Descúbranos la historia de ese apellido artístico tan hermoso y singular.

– Muchas gracias. Pues es un nombre que viene de una taranta con el mismo título. La escuché y me sentí identificada, supe que era mi nombre artístico. Además el Laurel, su simbología… me gusta.  Me llamo Laura, que significa «laurel», je, je, je. Esa sería la historia resumida.

 

– ¿Hacia dónde le gustaría conducir su carrera como flamenca aragonesa?

– Pues me gustaría seguir evolucionando, aprendiendo cada día, superarme y mejorar mientras disfruto del proceso. Compartir y conocer, y llevar este camino tan bonito lo más lejos posible.