Parte del equipo de ExpoFlamenco estuvo hace una semana en el estudio del guitarrista portuense Paco León para escuchar al completo el último disco del artista jerezano Ezequiel Benítez, Dukkha. El cantaor nos invitó porque ha quedado contento con el resultado: una obra muy flamenca, de enorme frescura, con sus propias letras y un componente emocional que lo hace mucho más flamenco. Ha logrado una obra redonda, de calidad musical y corte clásico, con cantes como las seguiriyas, los tangos, las soleares de Triana, los fandangos y, entre otros, las bulerías.

Ezequiel fue comentándonos los cantes uno a uno, visiblemente emocionado por el recuerdo de su padre, al que dedica este disco. Su padre, Alfredo Benítez, de cuya amistad disfrutamos, era un sabio del flamenco, sobre todo del cante, que se preocupó de la formación de Ezequiel. Lo recuerdo cuando nuestro cantaor era solo un adolescente y ya hablaba con pasión de cantaores como el Viejo Agujetas, Tomás Pavón o Antonio Mairena. He conocido casos sorprendentes de cantaores precoces, pero el de Ezequiel es increíble, porque siendo un niño ya hablaba de cante como un viejo.

Por eso me gustan sus discos, porque son de verdad, sin trucos de estudio y pasionales y, por tanto, auténticos, como este del que nos ocupamos, en el que, por si no fuera ya bastante, Paco León da una lección de guitarra de acompañamiento con enorme frescura y una manera de tocar que no es muy común. Por tanto, un día redondo en compañía de Luis Suárez Ávila, El Chícharo de Jerez, Juan Garrido, Kiko Valle, Juan Carlos Montero y Quico Pérez-Ventana. Uno de esos días que se quedan para siempre en la memoria.

«Si un cantaor no tiene vivencias, se le nota» (Ezequiel Benítez)

Audición del disco ‘Dukkha’, de Ezequiel Benítez, en el Studio León de El Puerto de Santa María con el equipo de Expoflamenco. Foto: perezventana

Luis Suárez Ávila, Juan Garrido y Ezequiel Benítez. Audición del disco ‘Dukkha’, de Ezequiel Benítez, en el Studio León de El Puerto de Santa María. Foto: perezventana