La danza española, uno de los estilos dancísticos más ricos del mundo, posee cuatro variedades: la escuela bolera, la danza estilizada, el folclor español y el flamenco. Nos lo recuerda, por si albergábamos alguna duda, Antonio Najarro (Madrid, 1975), prestigioso bailarín y coreógrafo, director del Ballet Nacional de España entre 2011 y 2019 y actual director de la Compañía Antonio Najarro, con quien conversamos durante un reciente congreso de maestros de baile en Alcalá de Henares, Madrid. «La asignatura pendiente de la danza española es que se conozca, que se comunique. Mucha gente aún no sabe que tenemos una maravillosa escuela bolera, un riquísimo folclor y, por supuesto, el flamenco. Y lo que se desconoce no se puede apreciar y no genera afición», afirma. De momento, él se está encargando de divulgarlo a través de todo un programa semanal en Televisión Española: Un país en danza. Una bomba cultural, en sus palabras. 

 

Najarro reconoce que la formación profesional de la danza española es exigente. Que su enseñanza en escuelas privadas es costosa, compleja. «El primer contacto debe ser muy emocional. Que el alumno vea la infinidad de posibilidades de expresión que hay en la danza española». Se declara apasionado del flamenco, cómo no. Baila flamenco. No considera que ambas disciplinas estén separadas. «El flamenco es un parte de la danza española. Es todo uno. Conviven juntos». Y transmite su admiración por propuestas creativas y arriesgadas como las de Belén López, Manuel Liñán, Olga Pericet, Eduardo Guerrero, Jesús Carmona… «El flamenco está evolucionando muchísimo. Hay un nivel bestial tanto en el cante como en el baile, también en el diseño de vestuario flamenco. Se encuentra en un estado excelente, pero necesita más visibilidad».

 

 

«El flamenco se encuentra en un estado excelente, pero necesita más visibilidad»

  

 

«Todos los diferentes estilos de danza se pueden retroalimentar. Más aún cuando las grandes compañías de danza nos están mostrando una diversidad de estilos que no se quedan solo en flamenco, estilizada, bolera o folclórico. En los lenguajes actuales de los coreógrafos, que presentan propuestas e interpretaciones maravillosas, hay un compendio de estilos diferentes, incluso la danza contemporánea tienen gran cabida en el flamenco y la danza española. Pienso que debemos ser abiertos de mente. Tenemos que ser esponjas. El bailarín de danza española se caracteriza por su versatilidad. Hay que romper ya los estereotipos: tú eres flamenco, tú eres danza, tú eres clásica… Todos somos danza española. El bailaor flamenco podría agarrarse alguna vez a una barra de ballet, como de hecho hacen muchos, por ejemplo Marco Flores. Estoy seguro de que ese conocimiento y esas sensaciones le servirían para desarrollar cualquier coreografía. El folclor español también tiene cabida en el flamenco. Todo eso ayuda a que el lenguaje de la danza española sea más universal. A tener una proyección artística mucho mayor. A engrandecer nuestra danza».