María Moreno (Cádiz, 1986) se ha convertido en uno de los nombres propios de la XXI Bienal de Sevilla. Fue la encargada de inaugurar la muestra internacional el 4 de septiembre, bailando por sevillanas en compañía de los maestros Rafael Riqueni y Antonio Canales. La gaditana estrena el viernes 18 su montaje More (No) More en el Teatro Central, con todo vendido. No queda ahí la cosa, pues el 25 de este mes presenta Yo bailo, un libro junto a Susana Girón que supone un “viaje fotográfico” sobre “lo que no se ve del proceso creativo de un artista”.

– Parece que llega la hora de la verdad, la hora de More (No) More.
– Ya está aquí, por fin. Me encuentro muy emocionada, quizá más que nerviosa. La situación por la que estamos pasando influye demasiado en todo, lógicamente, y hay una carga de emociones diferentes a lo habitual. Es un estreno, volver a pisar un escenario tras algún tiempo… Esto que antes era lo más normal para un artista se ha convertido en excepcional y por eso en ocasiones aparece la pena. Normalmente se cruzan las sensaciones, pero en este proyecto más si cabe. Son muchas horas de trabajo, demasiada entrega para que todo salga como esperamos.

– Para este montaje apuesta usted por la calidad. ¿Cómo ha sido trabajar con perfiles como los de Rafa Villalobos o Palomo Spain, además del elenco musical?
– Una gran experiencia. Desde el principio tenía muy claro que quería trabajar con un equipo joven y creativo, prácticamente todos somos de la misma generación. También estoy muy satisfecha con mi equipo musical, con Juan Requena y Oscar Lago, con el cante de Pepe de Pura e Ismael de la Rosa, y con la percusión, las palmas y la complicidad de Roberto Jaén. Además vamos a interpretar una composición inédita de Rafael Riqueni, que ha realizado para la ocasión. Respecto a Villalobos, pues es un artista en todo lo que hace, me he nutrido de él, de Palomo… Son fascinantes. He querido sumergirme en sus mundos para nutrirme y aprender de ellos. Nos unen las inquietudes, además de que somos andaluces.

«El libro ‘Yo bailo’ es un viaje fotográfico por el proceso creativo de una artista. Lo que no se ve, lo íntimo, lo que está detrás del escenario, las fatigas… Es el mayor desnudo emocional que he hecho en mi vida»

– ¿A qué María podremos encontrar en este espectáculo?
– Creo que a la María en toda su amplitud de perfiles y caras. Ese era el objetivo, y tras uno de los ensayos generales hemos comprobado que sí, que nos acercamos a lo que buscábamos en principio. Rafa ha querido mostrar mis diferentes estados emocionales a través de mi baile, de las escenas, apoyándonos en el vestuario de Palomo. Suelo ser intensa en todas mis facetas.

– La verdad que el equipo es cuanto menos curioso… Rafa R. Villalobos, acostumbrado a otros géneros, ahora llega al flamenco.
– Puede ser, pero creo que ha sido muy acertado. El encuentro con ellos ha sido de forma natural, como me gustan que sean las cosas. Un día leí en El País una entrevista de Rafa, y me quedé sorprendida de que siendo tan joven tuviera una trayectoria tan intensa e interesante. Inmediatamente me dije: tengo que hacer algo con él. No sabía qué, si sería para este espectáculo o para otra ocasión, pero tras hablar conseguimos ese feeling y empezamos a idear. Una persona como él, acostumbrado a dirigir óperas…, tenía que rodearme de profesionales así. A él al principio le pudo dar algo de vértigo, porque el flamenco no es fácil, pero pronto nos acompañó a determinadas actuaciones para conocernos más a fondo, también a otros artistas para empaparse de lo que es esto. Él también está emocionado.

– Su espectáculo ha sido uno de los primeros en colgar el ‘no hay billetes’. ¿Eso entusiasma o pone un poquito más de los nervios a la artista?
– Me hace mucha ilusión, porque eso se traduce en cariño, en el cariño que te tiene el público. Dentro de tanta programación, pues sí, que sea tu espectáculo uno de los primeros en venderlo todo… ilusiona.

La bailaora gaditana María Moreno. Foto: Susana Girón

– Ha caminado, podemos decir, entre la ilusión y la incertidumbre del momento.
– Si hoy día es difícil cualquier gestión de un papel, imagínate poner en pie un espectáculo para un estreno en la Bienal. Cuando se instaló la pandemia el proyecto estaba ya bastante avanzado, pero hasta que no recibí la llamada de Antonio Zoido, el director, no empezamos de nuevo a reactivarnos. Nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias que han tocado y bueno, ahí vamos. Cuando acabó el confinamiento ya empecé a volar y a seguir con esto.

– Este año le ha tocado también inaugurar la Bienal junto a Riqueni y Canales. Una experiencia inolvidable, ¿no?
– Para mí es como contar un cuento. Algún día diré: yo inauguré la Bienal en el Alcázar de Sevilla junto a… Para mí son dos maestros, dos fuentes de inspiración absoluta. Es un orgullo que se pensara en mí para ello y nunca pensé que pudiera llevarlo a cabo. Ha tenido una gran difusión, porque hay mucha gente en cualquier parte del mundo que no ha podido venir aquí, lo han seguido por Internet. Tenía claro que había que derrochar fuerza y transmitir energía a todos esos rincones.

– Otra de las citas importantes para usted será la del 25 de septiembre. Presenta el libro Yo bailo. Parece que usted le toca a todos los palos.
– Este proyecto también se inició hace tiempo. Buscaba una fotografía para identificar mi anterior espectáculo, pero sin posar, que fuera algo natural, y contacté con Susana Girón. Ella es una gran fotodocumentalista y supo captar lo que yo buscaba. Congeniamos bien. A partir de ahí quiso acompañarme en el proceso creativo en De la Concepción, y un día revisamos todo el material y a medida que íbamos viendo cada fotografía pues yo relataba lo que sentí en cada momento. El resultado de su trabajo era atípico para el flamenco. Este libro es un viaje fotográfico por el proceso creativo de una artista. Lo que no se ve, lo íntimo, lo que está detrás del escenario, las fatigas… Es el mayor desnudo emocional que he hecho en mi vida.

«Algún día diré: yo inauguré la Bienal en el Alcázar de Sevilla junto a Antonio Canales y Rafael Riqueni. Para mí son dos maestros, dos fuentes de inspiración absoluta»

–¿Qué es lo que más echa de menos de la vida de antes?
– Echo muchas cosas de menos: abrazos, besos, escenarios, reuniones, energías bonitas… Espero que pronto volvamos a eso. Profesionalmente me da pena que subirte al escenario sea ya una cita como única cuando antes era lo más habitual.

– Por cierto, ¿cómo es eso de dar una clase a través de una camarita?
– He pasado por varias etapas. En pleno confinamiento tuve que dejarlo porque no me sentía cómoda, me salía fatal. Creo que era porque lo hacía como obligación, por sentirme útil. Luego ya sí he podido adaptarme a la realidad. Es importante transmitir la energía en una clase, al menos hay que intentarlo.

– Volvamos al estreno. More (No) More, como título, resulta llamativo.
– Es un juego de palabras que surge de mi apellido. Titular este nuevo proyecto así también refleja la universalidad de lo que hacemos, por aquello de hacerlo en inglés… y su traducción tiene su sentido. Es una expresión que suena bien. Es curioso ver a cada persona decirlo o traducirlo a su manera.

Imagen superior de María Moreno: Susana Girón

Portada del libro ‘Yo bailo’, de María Moreno y Susana Girón.