El 17 de febrero de 2022 arranca la vigesimosexta edición del Festival de Jerez, una de grandes citas mundiales del arte jondo, con su especial enfoque al mundo del baile flamenco y la danza española. Su directora, Isamay Benavente, destaca del cartel de este año sus connotaciones a la vuelta a la bendita rutina –«Este año se va a acercar bastante a un festival normal», dice– y el hecho de que en la programación convivan todas las corrientes actuales del baile. «El Festival de Jerez es único por su intensidad: en dos semanas puedes vivir muchas experiencias en una ciudad que forma parte de la historia del flamenco», afirma.

 

 

– Veinticinco años ya. Cuesta imaginar que hubo un tiempo reciente sin festival.
– Sí, no imagino ya una vida sin Festival de Jerez, ja, ja, ja. De hecho, el año pasado, que tuvimos que cambiar la fecha a causa de la pandemia, nos sentíamos completamente extraños sin Festival en febrero, marzo. El Festival de Jerez ha demostrado en estos años que es un proyecto ideado con sentido por y para esta ciudad.

 

– ¿Satisfecha del programa del 26º Festival de Jerez?
– Muy satisfecha. Creo que esta edición recoge especialmente de manera muy equilibrada todas las corrientes de baile que están conviviendo en el momento actual.

 

– ¿De qué se siente orgullosa especialmente? Un gran estreno, un gran montaje…
– La apertura con el Ballet Nacional de España y su homenaje a una figura tan esencial como Antonio el Bailarín me tienen especialmente contenta. Además, y gracias al esfuerzo del Ministerio de Cultura, tendremos este homenaje con la música en directo, con orquesta en el foso por primera vez en el Festival de Jerez.

 

– ¿Por qué todos los artistas quieren actuar en el Festival de Jerez?
– Creo que el Festival se ha convertido en una buena plataforma para los artistas. Reunimos a aficionados, a la crítica especializada y también a un buen número de programadores. Además, desde el Festival de Jerez intentamos cuidar sus presentaciones al máximo de nuestras posibilidades.

 

 

«Ahora intentamos que el Festival de Jerez ofrezca una experiencia global. Nuestro objetivo es atraer cada vez más a un público más amplio que venga atraído por la oferta artística a una ciudad de ensueño»

 

 

– ¿Y por qué todos los aficionados quieren ir al Festival de Jerez?
– Porque durante 17 días se concentrará en Jerez lo mejor de la producción anual. Ver en tan poco espacio de tiempo a los mejores artistas, tomar clases con maestros que son referencia en el baile y disfrutar de una ciudad como Jerez en una preprimavera casi asegurada es una combinación difícil de superar.

 

– ¿El festival presume también de sus actividades complementarias? El ciclo De peña en peña, los cursos de formación…
– Sí, el ciclo De Peña en Peña es la oportunidad para disfrutar en enclaves históricos de una convivencia con el público local. Asistir gratuitamente al ambiente genuino de la peña, poder tomar un vino o probar una tapa de nuestra gastronomía y, sobre todo, asistir a un buen espectáculo flamenco, con especial acento local.

 

– ¿Mejor en febrero?
– Sí, mejor en febrero. En mayo no podemos competir con la Feria del Caballo ni con el Mundial del Motociclismo. El año pasado estos eventos no se celebraron, pero lo normal es que lo hagan y son demasiados condicionantes. El Festival no puede ir contra el ritmo natural de la ciudad.

 

 

 

 

– Y en el cartel, la vuelta a la normalidad. ¿El arte flamenco ya es como antes, como siempre?
– El arte flamenco sigue siendo como siempre. Los artistas han sufrido mucho la pandemia por no poder trabajar y nuestro cartel es ese deseo de encuentro con todo el público habitual del flamenco. Este año se va a acercar bastante a un festival normal.

 

 

«Ver en tan poco espacio de tiempo a los mejores artistas, tomar clases con maestros que son referencia en el baile y disfrutar de una ciudad como Jerez en una preprimavera casi asegurada es una combinación difícil de superar»

 

 

– Una duda sana. ¿Los artistas prefieren siempre el glamour del Villamarta o aceptan de buen grado actuar en los Museos de la Atalaya, las Bodegas González Byass, la Sala Compañía…?
– El Villamarta es un teatro de referencia por toda su historia y los artistas que lo han pisado. Pero creo que cada artista –o mejor, cada espectáculo– necesita un espacio adecuado. No tiene sentido realizar en el Villamarta un espectáculo muy íntimo de un artista que está empezando, no le hacemos ningún favor. Por otro lado, el eje temático del Festival es el baile flamenco y la danza española, y son estos espectáculos los que requieren unas condiciones técnicas que pueden ofrecer el Villamarta y pocos espacios más. Los ciclos de cante y guitarra ocupan espacios maravillosos de la ciudad que quizás no son adecuados para el baile.

 

– ¿Qué ha cambiado en el Festival durante este cuarto de siglo?
– Para empezar, la profesionalización del sector. Hoy día todas las compañías tienen una oficina detrás, responsables de comunicación, y cuidan al máximo sus estrenos o presentaciones. Esto ha facilitado al máximo la labor del Festival. Por otro lado, el Festival, que desde el principio ha ofrecido cursos, espectáculos, actividades, ahora intenta ser cada vez más un Festival que ofrezca una experiencia global. Nuestro objetivo es atraer cada vez más a un público más amplio que venga atraído por la oferta artística a una ciudad de ensueño.

 

– ¿Y qué ha cambiado en el flamenco en ese mismo periodo?
– Pues en el flamenco, como comentaba antes, la gran profesionalización del sector. Y artísticamente, en el baile una gran evolución de la danza con artistas que han abierto numerosas puertas y ventanas, ampliado las audiencias y cosechado grandes éxitos para un número cada vez más elevado de espectadores.

 

 

«Creo que Jerez está haciendo un gran esfuerzo para que el flamenco sea un eje cultural que esté presente todo el año en la ciudad y sea un revulsivo en términos turísticos»

 

 

– ¿Es el Festival de Jerez el mejor festival del mundo?
– No me parece bien hacer comparativas. Cada festival es maravilloso y supone el esfuerzo de equipos que luchan por el flamenco y por hacerlo llegar a audiencias cada vez más numerosas. Sí te puedo decir que el Festival de Jerez es único por su intensidad: en dos semanas puedes vivir muchas experiencias en una ciudad que forma parte de la historia del flamenco.

 

– ¿Cree que la ciudad de Jerez aún le podría sacar más partido en términos de turismo e imagen de marca al flamenco, a su condición de cuna de este arte?
– Siempre se puede mejorar y desarrollar. En ello estamos. Creo que Jerez está haciendo un gran esfuerzo para que el flamenco sea un eje cultural que esté presente todo el año en la ciudad y sea un revulsivo en términos turísticos.

 

– ¿Es difícil ser la directora del Festival de Jerez?
– Es un privilegio que me ha marcado y del que me siento muy orgullosa. He aprendido tanto, he tenido la suerte de compartir con los grandes de este arte… Todo eso compensa los esfuerzos o los sinsabores que pueda tener a veces.

 

– ¿Y usted verá todos los espectáculos? Reconozca que terminará reventá…
– Sí, lo intento. Termino agotada y contenta. Adoro las artes escénicas y me siento privilegiada por asistir a la creación de tantos artistas maravillosos.