Que no le embarquen
Algunos se empeñan en fijarse en estas minucias y buscar lo más mínimo para criticar lo que no se puede criticar. La gente rancia y carca del flamenco es así. Pero a usted, que no le embarquen.
Que no le embarquen, señor director. A usted, que no le embarquen con tanta crítica y tanta historia. Que la Bienal ha sido la punta de lanza de lo nuevo que tiene que venir, la vanguardia de lo moderno, lo último de lo chic, el remate de los tomates… Y es que a todos los flamencos —a todos los artistas, como lo es usted— que miraron al futuro con ideas nuevas les dieron la misma caña que a vuestra merced. Aún se escuchan los ecos de la leña que le soplaron a Paco de Lucía, a Camarón o a Enrique Morente, por ejemplo. ¿Y ahora qué? Ahora los tres son figuras y referentes. Lo mismo le va a pasar a usted como siga con esta magnífica línea de programación en “el mejor festival flamenco del mundo”. Que va a quedar para la historia como un figurón del flamenco. Como un artista, vaya.
Que no le embarquen, que su Bienal ha sido “un encanto”. Se mire por donde se mire, “un encanto”. Desde la programación hasta aquello del Lope de Vega, y es que no se puede caer en todo. Desde la suspensión de actos al mal sonido de demasiados espectáculos. Pero claro, algunos se empeñan en fijarse en estas minucias y buscar lo más mínimo para criticar lo que no se puede criticar. La gente rancia y carca del flamenco es así. Pero a usted, que no le embarquen.
No haga caso a lo que hablan de su incompetencia y mala educación, ni a lo de la nula planificación, ni a lo de la irrisoria programación. Quitando a Vicente Amigo, Juana la del Pipa, La Macanita, Antonio Reyes, Dani de Morón, Manuela Carrasco, Riqueni y algunos más que se han empeñado en hacer flamenco, todo ha sido una estrella de oriente a la que la música andaluza y el flamenco seguirán a pies juntillas. Y todo gracias a voacé; a su saber y a su honda formación.
«Que no le embarquen, señor Blanco. Que esto ha sido “un encanto”. Que ha sido una Bienal inolvidable. Para la historia, porque no se puede hacer peor. Porque el festival ha tocado fondo»
Veo bien su complacencia con los que critican y que sí, que algunas veces hay que mirar por encima del hombro a los cuatro gatos que no hacen otra cosa que echarle reproches a la cara y pedir su cabeza. Cuando lo que tenían que hacer es sacar los pañuelos blancos al viento y pedir las orejas. Las dos orejas. Porque critican sin razón. De eso, amigo, no le quepa la menor duda. Porque a donde usted alcanza, alcanzan muy pocos. Por eso no veo mal que vaya por ahí perdonando vidas y chufleándose de tanto chufla.
Y si la gente no ha ido a los teatros y no ha llenado los patios de butacas es porque el personal sólo quiere cosas gratis y no suelta la guita ni a la de tres. Pues nada. Aquí, en la Bienal, hay que pasar por caja, que de invitaciones nanai de la china. El que quiera ver flamenco que se rasque el bolsillo. Y si no se han llenado los teatros es porque el personal está canijo perdido.
Que no le embarquen, señor Blanco. Que esto ha sido “un encanto”. Que ha sido una Bienal inolvidable. Para la historia, porque no se puede hacer peor. Porque el festival ha tocado fondo. Va a ser verdad eso de que no hay más cera que la arde.
Pero Chema, a usted que no le embarquen. Que visto lo visto, es lo más seguro.
Eduardo J. Pastor
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