Paco Cepero: vivir en Jerez y tocar como Dios
Cuarto capítulo de EL LOCO DEL FLAMENCO: serie audiovisual de Manuel Bohórquez. Carta abierta y animada entrevista al guitarrista y compositor jerezano Paco Cepero, que acaba de publicar el álbum 'Vivencias'.
Querido maestro don Francisco López-Cepero García, Paco Cepero en los carteles:
Era solo un adolescente cuando descubrí que la guitarra flamenca se podía tocar con un sello verdaderamente único. Fue escuchándole acompañar a Juan Peña El Lebrijano en el Festival de la Mistela de Los Palacios, el pueblo sevillano. Ese día entré en los camerinos a pedirle un autógrafo y me lo encontré en paños menores, cambiándose para salir al escenario. Quise salir y me dijo: “No importa, venga esa libreta”. Y me firmó el autógrafo ante la mirada atónita de Curro Malena, otro maestro al que siempre he admirado mucho.
Hace ya cuarenta años de esa noche inolvidable para mí. Entonces, con 23 años, soñaba ya con llegar algún día a ser crítico de flamenco, y ese día llegó pronto, en 1983. Alguna vez lo habré criticado, maestro, porque es mi trabajo, pero le confieso mi admiración como artista, primero, y también como persona. Nunca imaginé que algún día me abriría su casa, y cuando hace unos días lo hizo, dejando que entrara en su templo, entendí que era un verdadero privilegiado por poder estar junto a usted y su señora en esa casa tan hermosa, con tantos recuerdos y buenas vibraciones. Todavía sigo emocionado, maestro.
«Gracias, maestro, por ser como es y tocar la guitarra como Dios. Por sus composiciones, que son parte de la banda sonora de mi vida. Por vivir en Jerez, porque así es una ciudad más flamenca y con más señorío»
Los artistas no son dioses, son de carne y hueso, y cuando los tratamos como eso, como dioses, se lo acaban creyendo y son peores artistas porque pierden la humildad. Pero si hay un artista que se acerca a ser un dios es usted, que tiene el don de hacer grande todo lo que hace. Algunas veces he oído que no es humilde, que presume de ser grande. También lo decían de Pepe Marchena, porque se llamaba él mismo Maestro de Maestros, que es una distinción que creó para él el célebre locutor Bobby Deglané. Pero, ¿es que acaso no lo fue? ¿Y es que no es usted uno de los más grandes de la guitarra flamenca, para presumir, a veces, de serlo?
Hay muchas cosas que admiro de usted, maestro, y una de ellas es la sinceridad. Suele decir lo que siente, hasta de usted mismo, y eso es estupendo. Viene siempre de frente, sin bajar o desviar la mirada, y en eso permítame que le diga que nos parecemos bastante. Los grandes artistas no solo dejan discos y buenos o malos momentos sobre un escenario: dejan también pensamientos, la palabra, que no es un legado menor.
Algún día, maestro, podré decir con orgullo: “Soy amigo del Maestro Cepero”. Ya lo he dicho. Es un honor que aceptara un día mi amistad, la de un humilde crítico de flamenco que lo quiere en lo personal y lo admira en lo artístico. Gracias, maestro, por ser como es y tocar la guitarra como Dios. Por sus composiciones, que son parte de la banda sonora de mi vida. Por vivir en Jerez, porque así es una ciudad más flamenca y con más señorío. Por todo.
Francisco en Paris 18 julio, 2021
Una entrevista histórica, una joya para los aficionados que queda para siempre. Un Maestro de verdad. Y que buen humor!
Manuel Bohórquez Casado 20 julio, 2021
Gracias, amigo.