María Terremoto se presentó en la VIII Bienal de Málaga como la figura del flamenco que es, pese a su juventud, con un repertorio que va de la raíz a la libertad, del flamenco clásico a otros géneros, que abraza de forma natural con su voz de caramelo.

 

Entra en harina por caña y pellizca desde el inicio con su bella voz. La remata por bulerías. Ecos añejos que en su voz suenan a recién paridos.

 

Por Levante, cartageneras —«Con mi talega en la mano, que vengo de la carbonera y traigo penas a millares, sin poderlo remediar»—, saca a relucir su vozarrón y pellizca aunque no lo pretenda.  

 

Y de las duquelas más amargas a las alegrías de Cai y de Córdoba, salineras las primeras y meciendo el cante en las segundas.

 

“Es el pueblo de nuestro amigo Salvi, y se lo dedicamos a él y a su familia, que han venido a vernos”, comenta antes de interpretar un variado ramillete de letras por tangos, en los que evoca a La Perla, Remedios Amaya —Loco, loquito, que firmó Pepe de Lucía—, Caracol, Camarón… Los remata, en tonos bajos, con Quiero estar solo, de Jeros, alma de Los Chichos.  

 

 

«María Terremoto se presentó como la figura del flamenco que es, pese a su juventud, con un repertorio que va de la raíz a la libertad. Ecos añejos que en su voz suenan a recién paridos»

 

 

Nono Jero le concede un descanso y toca por bulerías con su soniquete marca de la casa, con denominación de origen Jerez, y Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote, a las palmas, y Paco Vega, a la percusión, le hacen volar y brillar. Una maravilla.

 

Entra en escena Alejandro Cruz, que exhibe su virtuosismo al piano antes de acompañar a la hija de Fernando Terremoto en un popurrí de canciones populares, como La gata bajo la lluvia, Me muero, me muero —del susurro al desgarro—, Quizás, quizás, quizás y Toda una vida. Primero a solas con el piano y luego se suman la guitarra y la percusión.

 

Prosigue con Te he de querer mientras viva, copla del Maestro Quiroga que popularizó Marifé de Triana, que remata por bulerías. Y como prueba de su versatilidad arrostra Cambalache, clásico del tango de Discépolo, con Alejandro Cruz a la melódica.

 

Y la guinda, bulerías de su tierra —«Dios mío, qué vergüenza que los gitanos se enteren que tengo la fragua en venta»—, pataíta de arte incluida, donde vuelve a descollar la sonanta de Nono Jero. El respetable la despide enhiesto y con un largo y caluroso aplauso.

 

 

Ficha artística

María Terremoto En concierto
Auditorio Municipal de Rincón de la Victoria (Málaga)
VIII Bienal de Arte Flamenco de Málaga
20 de mayo de 2023
Aforo: Dos tercios
Cante: María Terremoto
Guitarra: Nono Jero
Piano y melódica: Alejandro Cruz
Compás: Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote
Percusión: Paco Vega
Dirección: Hugo Pérez