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La guitarra de Manuel Valencia, un río con tres orillas

El guitarrista jerezano inauguró los conciertos de nuestro Espacio Expoflamenco. Dijo aquel que de los buenos manantiales salen los buenos ríos, algunos incluso con tres orillas: tradición, personalidad y búsqueda de nuevos horizontes.


Estamos en la inauguración de los conciertos en íntimo de Espacio Expoflamenco en Jerez. Puede que una manera de narrar el recital del guitarrista Manuel Valencia sea situarse en el centro del río ora caudaloso ora reposado del que forma parte. Así es como se pueden divisar las orillas que se adivinan tras su extraordinario toque.

 

La soléa del principio, Puerta del Tiempo, es toda una declaración de intenciones en cuanto a la premisa anterior. Manuel Valencia Medrano bebe de los manantiales de la escuela jerezana de los que toma esa jondura airosa tan difícil de ejecutar en su cadencia original. Un empleo de la particular alzapúa por estos lares –añadiendo el dedo índice al pulgar– que se conjuga con rasgueos redondos y arpegios que recoge con personalidad y gusto. Mas el intérprete no se conforma con esta exposición y propone arcos melódicos acordes a su tiempo. La tradición con cierta apertura a lo contemporáneo. Eso sí, con mucho respeto, como si no quisiera agitar en demasía el frasco de lo heredado.

 

Con la colaboración de Carlos Merino a la percusión, ejecuta el zapateado El árbol de las palabras, también de su obra Las tr3s orillas que vino a presentarnos. Manuel intuye la entrada y salida del baile, la punta y el tacón apoyado en la polirritmia binaria que en Jerez se frisa con cierta cadencia a los ritmos más propios de la amalgama. Tras su interpretación suelta un poco la tensión inicial.

 

Quizás sea Velo de flor, una minera rematada por fandangos, el más poético de los pasajes del concierto. Manuel evoca la quietud de una levadura que desde el fondo de la bota de roble emerge pomposa a la superficie del vino. La madera y el sonido, o sea, que trasiegan aquí con trémolos y picados describiendo el paso de la oscuridad a la luz.

 

 

«Manuel Valencia bebe de los manantiales de la escuela jerezana de los que toma esa jondura airosa tan difícil de ejecutar en su cadencia original. Un empleo de la particular alzapúa por estos lares –añadiendo el dedo índice al pulgar– que se conjuga con rasgueos redondos y arpegios que recoge con personalidad y gusto»

 

 

Manuel Valencia, con David Carpio y Carlos Merino, durante su actuación en Espacio Expoflamenco Jerez.

 

 

David Carpio aparece arañando el cante para un original ensamble de granaína, alegrías y unas bulerías por arriba. Son las cartas –marcadas con letras del propio guitarrista– que forman el Rentoy en cualquier casapuerta de la barriada de la Asunción. Ese microcosmos que destila un flamenco con olor a molleja asada y amontillado. Luego, el compás da paso a un cante por tonás con una voz agrietada por Carpio con coda al calor de los recuerdos del gran Antonio Mairena, quien tuvo en el Volapié de Jerez una de sus delegaciones más renombradas en tierras borbóreas.

 

En el cambio de afinación de la rondeña, que dio título a su primer disco en solitario, Entre mis manos, hay secuencias iniciales que recuerdan a Gerardo Núñez. Manuel se gusta entre melodías que exigen una mayor participación en el recorrido del mástil, cuando el trémolo de nuevo hace elegante presencia. La cejilla baja al tres por medio buscando sonoridades más acordes para enmarcar la siguiriya Patriarca. No olvidemos que el apellido Valencia, por mojamero y terremotero, tira hacia el trágico universo de la siguiriya como banda sonora. Ahora con ecos de Javier Molina, quien inició en el rito a Manuel Morao, figura esencial en el devocionario guitarrístico de nuestro protagonista tal como demostró abiertamente en esta pieza.

 

Con el relajo propio de los finales y también de un territorio afín, la bulería, el guitarrista conecta inspirado al particular ‘swing’ de su casta, ahora con algunas reverencias a Moraíto. David Carpio coge la senda y sentencia el recital diciendo, en corto, el cante de La Plazuela. En todo momento, ambos, con la complicidad de Carlos Merino en la apoyatura del ritmo.

 

Dijo aquel que de los buenos manantiales salen los buenos ríos, algunos incluso con tres orillas: tradición, personalidad y búsqueda de nuevos horizontes. Ya lo ha escrito el propio Manuel Valencia, desde el río de su procedencia: A tres orillas navego / donde el alma me lleve

 

 

 

Nota: El concierto de Manuel Valencia en Espacio Expoflamenco con toda la calidad de imagen y sonido está disponible a un precio simbólico (4,95 euros) en nuestro canal Expoflamenco TV (la suscripción al mismo es gratis, como muchos de sus contenidos), al que podéis acceder aquí:

 

Manuel Valencia (expoflamenco.tv)

 

 


Crítico flamenco de Jerez de la Frontera (1970). Locutor desde 1992 del programa de radio 'Los caminos del cante'. Licenciado en Derecho por la Universidad de Cádiz y autor de los libros 'De Jerez y sus cantes', 'Manuel Soto Sordera, la elegancia del duende' y 'La Albarizuela: el tercer barrio gitano y flamenco de Jerez'.

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