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Inma Carbonera y Antonia Jiménez: ‘A Gaya’ y el manantial inagotable

La cantaora Inma La Carbonera y la guitarrista Antonia Jiménez defienden un repertorio dedicado a mujeres escritoras que suena indefectiblemente flamenco aunque se adentre en los ecos medievales. A pesar de su austeridad escénica, el público lo disfrutó.


Quizá nunca se ha hablado tanto de mujeres, de literatura escrita por mujeres, de música compuesta por mujeres, de pintura hecha por mujeres… Ya era hora. Con todo lo que de moda u oportunismo político pueda cruzarse en este auge de lo femenino, sin duda va a servir para redibujar el mapa de la cultura y, lo que es mejor, para que los que amamos la creación artística nos llevemos buenas sorpresas. El manantial, tantas veces oculto, escatimado o simplemente silenciado, es inagotable.

 

Un ramillete de escritoras de primera son las voces que articulan A Gaya, la nueva propuesta de la cantaora sevillana Inma La Carbonera y de la guitarrista portuense Antonia Jiménez. Hablamos de figuras que van de Teresa de Jesús a Carolina Coronado, pasando por Carmen Conde, Concha Méndez o Rosalía de Castro. Si a usted, lector, no le suenan algunos de estos nombres, corra a googlearlos, verá qué vidas, qué obras. Pero sigamos hablando de flamenco.

 

El marco de la actuación era la Bienal de Málaga. El escenario, el centro cultural de Alhaurín de la Torre que lleva el nombre de Vicente Aleixandre, otra de nuestras plumas mayores, medio olvidado a pesar de haber ganado el Nobel: su casa madrileña, que fue la capital poética en Madrid, va camino de ser una ruina ante la desidia de los políticos…

 

No nos despistemos: un escenario de enorme austeridad, el telón negro al fondo, el humildísimo foco cenital, el equipo de sonido justo. Suenan los versos de Concha Méndez directos a la conciencia: “Tiene el alma un oído que la escucha y la siente…”. Para eso hemos venido, para hacer vibrar el alma. La tantea la guitarra de Antonia a solas. No es la primera mujer que toca la guitarra flamenca, pero hoy por hoy es el gran referente, un ejemplo para docenas de chicas que no se resignan a que el papel de la mujer en el flamenco se reduzca al cante y al baile. El sonido tampoco es el más idóneo, pero su toque es rico y sensible.

 

 

«Antonia Jiménez no es la primera mujer que toca la guitarra flamenca, pero hoy por hoy es el gran referente, un ejemplo para docenas de chicas que no se resignan a que el papel de la mujer en el flamenco se reduzca al cante y al baile»

 

 

‘A Gaya’. Inma La Carbonera y Antonia Jiménez. Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre, Málaga. VIII Bienal de Arte Flamenco de Málaga. 14 de mayo de 2023. Foto: Lorenzo Carnero – Bienal de Málaga

 

 

Ya con Inma en escena, hacen una versión de Ya toda me entregué de Teresa de Jesús, que marca la línea del espectáculo: la adaptación musical de poemas de las citadas autoras se hace con notable libertad formal, esto es, sin someterse por completo a los cánones del flamenco, pero sonando el conjunto indefectiblemente jondo. Las primeras canciones tienen un genuino sabor medieval, con el ritmo del camino que seguramente dio origen a los versos de nuestra tradición más enraizada, y al mismo tiempo la voz de la cantaora de las Tres Mil y la sonanta de la gaditana poseen una irrenunciable flamencura.

 

Como espectador, no me disgusta en absoluto esa búsqueda. Recuerdo que Dani de Morón, por ejemplo, hizo un repertorio completo en el que no había un solo palo flamenco reconocible. Y es evidente que cuando Paco, Manolo Sanlúcar o Tomatito han explorado territorios no flamencos, sus seis cuerdas han sonado igual que cuando interpretan una soleá o una bulería. Aquí asoma de pronto la luz de las alegrías, también una petenera más mexicana que jonda, pero la tónica general es rehuir las etiquetas estilísticas.  

 

Hace a capella La Carbonera con ¡Oh, cuál te adoro! de la Coronado. Su voz tiene un rajo muy hermoso, aunque a veces la potencia se desboca y necesita cierta modulación. Llegando al final del recital, explica que el propósito de A Gaya es cantarle a la tierra de la que todo procede y a la mujer, de la que todos venimos. Es una pena que un programa de mano, aunque sea digital, no indique los títulos de los poemas y los nombres de sus autoras, o que al menos la cantaora las identifique para estimular la curiosidad del público. Aunque, por otra parte, mucha gente ha cantado a Antonio Machado, a Miguel Hernández o a Lorca sin saber siquiera quiénes eran.

 

Con Federico, precisamente, finaliza el concierto. Es otro manantial inagotable. La monja gitana suena hermosa en la garganta de Inma, pletórica en la bajañí de la gran Antonia. Vuelvo a reparar en la parquedad extrema de la escenografía, muy por debajo de lo que pedía la propuesta. Pero la letra y la música vuelan siempre más alto.

 

 

Ficha artística

A Gaya
Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre
Bienal de Flamenco de Málaga
14 de mayo de 2023
Inma La Carbonera, cante.
Antonia Jiménez, guitarra

 

 

‘A Gaya’. Inma La Carbonera y Antonia Jiménez. Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre, Málaga. VIII Bienal de Arte Flamenco de Málaga. 14 de mayo de 2023. Foto: Lorenzo Carnero – Bienal de Málaga

 

‘A Gaya’. Inma La Carbonera y Antonia Jiménez. Centro Cultural Vicente Aleixandre de Alhaurín de la Torre, Málaga. VIII Bienal de Arte Flamenco de Málaga. 14 de mayo de 2023. Foto: Lorenzo Carnero – Bienal de Málaga

 

 


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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