El hado del que sigue apostando por el flamenco en directo
En el Festival Suma Flamenco Joven, una noche más, el flamenco joven se adueña de la capital madrileña. En este caso son Álvaro Mora, Juanfra Carrasco y Ana Latorre los protagonistas.
Las luces rojas y el humo tiñen la Sala Verde de los Teatros del Canal para dar paso a una taranta de la que se desprende el toque maduro y sobrio de Álvaro Mora. El guitarrista onubense decide oscilar de manera constante entre la suavidad y la fuerza. Entre la melodía y la armonía. La contraposición de atributos que mantiene alerta al público, pero también la contraposición de luces. Un escenario en el que los tonos cálidos van dando paso poco a poco a un espacio tenue que brinda la oportunidad de aparecer a la soleá, donde se le ve realmente a gusto. Además, si entre los asistentes se encuentra alguien que esté siempre en contacto con el flamenco, advertirá cadencias muy familiares al escuchar las falsetas. Lo más representativo es que él consigue darles un toque especial que las hace diferentes. Otra cualidad inherente en un gran artista. Mora deja una gran sensación de seguridad y firmeza en la interpretación de ambos palos. También, un entorno agradable que abre paso al siguiente artista de la noche.
Juanfra Carrasco es natural de Badajoz y lo deja claro desde el inicio de su participación en esta gala. Se podría decir que se trata de una actuación capicúa si hablamos en términos geográficos, pues comienza con unos tangos extremeños y acaba por jaleos. El cantaor es atrayente y sabe meterse a los espectadores en el bolsillo. Viene acompañado de Juan Miguel Vargas a la guitarra, que no pasa inadvertido porque sabe acicalar los tangos de su compañero con unas falsetas que aportan alegría y chispa a los cantes para que queden redondos. La voz de Carrasco es muy particular, pues sabe adornar la soleá por bulerías con unos giros que no son habituales de escuchar. Quizá, lo más parecido a sus amagos vocales sean los quiebros que ejecuta el cantaor Israel Fernández en sus interpretaciones. El propio cantaor alega que no sabe expresarse, que no sabe hablar, pero es que este artista canta y a la vez cuenta y con eso, muchas veces no hace falta decir nada más. Con los jaleos va a poner el broche a su intervención de esta noche. Una intervención que sin duda está marcada por la expresividad y la elocuencia de quien ama lo que hace.
«Merece la pena escuchar veinte noches de alegrías y soleá por bulerías si la vigésimo primera noche el azar nos va a obsequiar con la posibilidad de escuchar palos como el Romance de Zaide, unos tientos que comienzan por tangos o una letanía de tangos extremos con ingenio y viveza»
Ana Latorre es el colofón de la noche. En este caso, tenemos la suerte de ver un baile flamenco que se sale de lo habitual. Que no sigue las estructuras ordinarias de un tablao. El Romance de Zaide abre el espectáculo de esta joven. Se sabe que va a ser una actuación singular, porque las personas que consumen flamenco de manera frecuente no tienen la suerte de deleitarse con un romance bien bailado, a no ser que sea Concha Vargas la que baila, que entonces sí se alberga la firme convicción de que se va a disfrutar de este palo. En este caso ha sido una sorpresa y, además, una sorpresa grata y satisfactoria. La afinidad entre el guitarrista Ángel Flores y la bailaora es palpable en todo momento, pues Latorre acompaña cada acorde con movimientos que encajan a la perfección con su compañero y viceversa. Ángel está muy pendiente de cada gesto de la bailaora para conseguir hacer sentir a los asistentes que es ella la que tira de cada cuerda de la guitarra en cada ademán. No puede haber sospecha de que se trata de un romance que lleva por bandera la dulzura, el trabajo y las buenas intenciones.
Una cejilla al dos y una falseta austera dan paso a los pasos retrecheros que dominan ahora la coreografía de la protagonista. La cordobesa comienza a moverse por tangos, por lo que deducimos que el resto de la actuación va a quedar centrada en la socarronería que brinda la interpretación de este palo. En todo momento, su esencia suave y delicada se adueña del escenario. Pero cuando menos se espera, el compás se retarda y con la profesionalidad propia de cantaores de la talla de Gabriel de la Tomasa y el Perre, se esparcen sobre las tablas, con una gran elocuencia, unas letras por tientos que Ana acompaña con los movimientos sutiles y ligeros que caracterizan su baile. Sin duda, su actuación ha ido de menos a más, tanto en intensidad como en seguridad.
Los aficionados han podido comprobar que hay ocasiones en las que la fortuna está de parte de quien sigue apostando por el consumo del flamenco en directo. Merece la pena escuchar veinte noches de alegrías y soleá por bulerías si la vigésimo primera noche el azar nos va a obsequiar con la posibilidad de escuchar palos como el Romance de Zaide, unos tientos que comienzan por tangos o una letanía de tangos extremos con ingenio y viveza.
Ficha artística
Suma Flamenca Joven 2022
24 de septiembre de 2022. Sala Verde. Teatros del Canal, Madrid
Concierto de guitarra
Guitarra: Álvaro Mora
Palmas: Fernando Gamero y Álvaro Gamero
Cante
Cante: Juanfra Carrasco
Guitarra: Juan Miguel Vargas
Palmas: Ángel Peña e Israel Peña
Baile
Baile: Ana Latorre
Guitarra: Ángel Flores
Cante: Gabriel de la Tomasa y El Perre