“Yo soy tu refugio de amor, mis besos yo te daré…”. Así comienza y así termina More(No)More, a ritmo de bulerías, en una versión de un bolero de Machín. Ismael de la Rosa El Bola lleva su garganta a lo más alto que puede para dar la bienvenida y para también despedir, redondeando la espectacularidad de María Moreno.

 

He de reconocer que no es la primera vez que presencio esta obra. Ya estuvimos y así lo recogimos en Expoflamenco en la pasada edición de la Bienal de Sevilla, donde presentó por primera vez el montaje, y que posteriormente fue premiado por los que conceden los Giraldillos. A ella, a esta brillante y resultona bailaora de Cádiz, le otorgaron el de Momento Mágico por el inicio de su soleá, que tampoco será olvidada nunca más en el Festival de Jerez. De un registro superior.

 

 

«Paso a paso, María Moreno ha conseguido situarse en la cima del nuevo baile flamenco. No es que se aleje de la tradición, pero ha logrado marcar unos códigos tan jondos como contemporáneos»

 

 

Encontramos a una María crecida y con un poder de transmisión exquisito. El público se entrega sin barreras a la que es, sin duda, una de las más valoradas criaturas del Festival. Y decimos bien, pues aquí ha crecido la gaditana que en el año 2017 se hizo con el Premio Revelación por sus Alas del recuerdo y que, pasado el tiempo, ha conseguido triunfar en el Teatro Villamarta en solitario. No es la primera vez que lo hace, ya estuvo en la edición de 2020 con De la Concepción, dejando un sabor de boca aspiracional, llegando a su triunfal culminación con su última propuesta.

 

 

 

 

Paso a paso ha conseguido situarse en la cima del nuevo baile flamenco. No es que se aleje de la tradición, pero ha logrado marcar unos códigos tan jondos como contemporáneos. En la noche del lunes 21 de febrero, María se consagra como la gran bailaora que es. Apuesta y defiende la transparencia de su alma, esa que no se deja llevar por modas insustanciales y vacías, ni por estereotipos vanguardistas que solo convencen al que no tiene paladar. No se entretiene en banalidades escénicas, sino que desgrana su alma de artista en sus distintas facetas como en la estrictamente profesional, en la inspiradora y romántica e, incluso, en momentos más íntimos de ensayos y pruebas. Todo eso se aprecia en el escenario en el que aparece el mencionado Ismael de la Rosa, un extraordinario Pepe de Pura, un sugerente y divertido Roberto Jaén (palmas y percusión), y las guitarras de Juan Requena y Óscar Lagos, tan limpias como el agua de La Caleta.

 

 

«Y es cuando llega la soleá, esa que jamás se olvidará, el momento en el que el teatro enmudece para escuchar sus silencios. Esa manera de estremecer es propia de las que marcan etapas»

 

 

María se divierte en su sublime expresividad por bulerías, alegrías, y vuelve a su más profunda identidad en un delicioso diálogo con las guitarras en el que demuestra su avanzada y delicada técnica en la bata de cola e interpretación. Juega con la percusión, prueba con sus compañeros los cortes de la seguiriya, hasta descansa y coge su móvil para ponerse al día. Así es una María en tres dimensiones. Y es cuando llega la soleá, esa que jamás se olvidará, el momento en el que el teatro enmudece para escuchar sus silencios. Esa manera de estremecer es propia de las que marcan etapas. El envoltorio es fascinante: vestuario de Palomo Spain, dirección escénica de Rafa Villalobos, un diseño de iluminación adrede…

 

Poco más que añadir. Insistir en que María ha aprovechado la oportunidad que le ha brindado nuevamente el Festival porque, como dijo al acabar El Gómez de Jerez, que estuvo tres décadas cantándole a Antonio Gades, “así se viene a Jerez”. Quizás lo tome, como marca la letra, como su “refugio de amor”.

 

Fotos: Javier Fergo – Festival de Jerez

 

 

Ficha artística

María Moreno – More(No)More
Teatro Villamarta. XXVI Festival de Jerez. 21 febrero 2022.
Baile: María Moreno
Guitarra: Óscar Lago, Juan Requena
Cante: Pepe de Pura, Ismael de la Rosa
Percusión y palmas: Roberto Jaén
Dirección artística y coreografía: María Moreno
Dirección y espacio escénico: Rafael R. Villalobos
Diseño de vestuario: Palomo Spain
Música: Óscar Lago, Juan Requena