Ramón Soler presentó su espectáculo Fernanda, Tiempos de soleá, protagonizado por La Macanita y Mari Peña, en el Teatro Ciudad de Marbella, enmarcado en la VIII Bienal de Málaga, y sumó un nuevo éxito en su haber tras el cosechado recientemente con los hermanos Pañero. Fue el triunfo de la sencillez y la naturalidad.

 

Se trataba de homenajear a la figura de la señera cantaora utrerana, reina de la soleá, cuando se conmemora el centenario de su nacimiento. Y para ello, Soler tiró de La Macanita y Mari Peña y de un repertorio de palos que encajan en los doce tiempos de la soleá.

 

Principia Mari Peña por bulerías por soleá con Antonio Moya, al toque, y los palmeros —Chicharito, El Macano y Javier Peña— marcando el compás con los nudillos. «Ay, pobres gitanos, más pobres que las alondras…», canta con la misma naturalidad que respirar, con su voz quebradiza, colmada de expresividad y pellizcando. «Fernanda es de oro, columna del cante por soleá». Ramón Soler lleva al teatro algo poco frecuente en este tipo de escenarios, lo cual es muy de agradecer para los aficionados.

 

Turno para La Macanita, con Manuel Valencia a la guitarra. La cantaora jerezana es quizá la que mejor ha evocado el eco de Fernanda de Utrera. Se templa por bamberas.

 

Entra en escena Gautama del Campo, que ‘canta’ la caña con su saxo, arropado por Valencia a la sonanta y el compás de los palmeros. Un feliz descubrimiento el del reconocido músico sevillano, que amplía el colorido musical del espectáculo.

 

 

«Fernanda, Tiempos de soleá fue el triunfo de la sencillez y la naturalidad. Ramón Soler lleva al teatro algo poco frecuente en este tipo de escenarios, lo cual es muy de agradecer para los aficionados»

 

 

Vuelve Mari Peña por cantiñas, plenas de sabor y compás. Los palmeros hacen las veces de transición entre la cantaora utrerana y la jerezana, que retorna por soleá: «Fui piedra y perdí mi centro, y me tiraron al mar, y al cabo de mucho tiempo mi centro vine a encontrar». Momento cumbre, con Tomasa exhibiendo su poderío, gustándose. Manuel Valencia, con su toque sutil, la lleva en volandas. Es jaleada por el respetable, que la premia con una sonora ovación.

 

Los palmeros marcan de nuevo la transición, en este caso al baile grácil de Juana Carrasco, con Gautama del Campo interpretando Se nos rompió el amor de la añorada Rocío Jurado por bulerías, con Antonio Moya a la bajañí. La bailaora jerezana, hija de la Tía Curra, baila primero sentada, con su braceo de arte para rematar de pie, con naturalidad y elegancia, sin estridencias.

 

Rentrée de Mari Peña, a solas con su pareja artística y vital, Antonio Moya, a la sonanta, por fandangos por soleá. El espectáculo es muy dinámico y ameno, con una sencilla pero bonita puesta en escena.

 

Y llega el fin de fiesta por bulerías, con todo el elenco sobre las tablas del Teatro Ciudad de Marbella. Una auténtica delicia. Abre el fuego Gautama. Prosigue Tomasa con jerarquía y mando en plaza, pataíta de arte incluida, para cantarle a continuación al baile de Juana. Mari también canta y baila gustándose, que es la mejor forma de gustarle a los demás. Y saca a Chicharito, que baila como lo hacen los flamencos de Jerez, con ángel. Brillante colofón a una noche de arte.

 

El público, al que le ha sabido a poco, les dedica un largo y caluroso aplauso y el cuadro le corresponde con otra pincelada.

 

 

Ficha artística

Fernanda, Tiempos de soleá
Teatro Ciudad de Marbella (Málaga)
VIII Bienal de Arte Flamenco de Málaga
18 de mayo de 2023
Aforo: Dos tercios
Cante: La Macanita y Mari Peña
Guitarra: Manuel Valencia y Antonio Moya
Saxo: Gautama del Campo
Compás: Chicharito, El Macano y Javier Peña
Baile: Juana Carrasco
Idea original y dirección: Ramón Soler