El duende se asomó al Festival Flamenco Valle Gitano
Aurora Vargas, Pansequito y Pastora Galván levantaron un monumento al arte jondo en el homenaje a José de la Tomasa, que compartió con su nieto Manuel un inolvidable mano a mano por tonás.
No pudo aguantarse sin cantar. Eso lo sabía yo, que don José de la Tomasa no iba a dejar pasar de largo a los duendes en el día de su homenaje. «Esa noche es para que me canten a mí, no para cantar yo, como comprenderás», contestó el día de la presentación del festival en la Casa Hermandad de los Gitanos. Allí estaban sus amigos, el matrimonio formado por Aurora Vargas y Pansequito del Puerto. Y le cantaron, vaya si le cantaron. Y también su nieto Manuel, que había formado el taco la noche antes sobre el mismo escenario. Pastora Galván le bailó con galatería, pero con la reverencia de un seise en la Catedral de Sevilla.
El duende no se ve. El duende se huele y se escucha. Es ese incienso lejano que anticipa el rachear de cuarenta hombres bajo el paso de un Nazareno. Novecientas personas estuvieron allí para contarlo. Claro que no todas lo pudieron notar, ni siquiera cuando el olor a rancio bajo las trabajaderas se hizo insoportable para los no iniciados en lo jondo.
Fue justo antes del anunciado fin de fiesta, tú siempre me lo dices, qué manía con los fines de fiesta, parece que no puede haber festival ni espectáculo sin su epílogo de pataítas. De to la vida de Dio, estas cosas han acabado por tonás. Qué antiguo eres, mi arma. Escucha, mira lo que dice Manuel Curao. Que ha habido un cambio en el guión, y que don José Giorgio Soto y su nieto Manuel Georgio Fernández van a echarse un mano a mano por tonás. Sabelotodo, dime lo del baile de vocales entre el apellido del abuelo y del nieto. Silencio, vamo a escuchá.
De punta a punta del escenario, y sentaditos en su silla. Como quien cita a un toro de largo, el abuelo llama a su niño. Vamos, Manuel, corazón mío. Trin trin trin, y abre Manuel de la Tomasa el tarrito de la esencia de los martinetes, a lo que da pronta respuesta el homenajeado. En mitad de la carcelera del toque de silencio, dicen los viejos que se asomó el duende entre bambalinas. Ya no existen las edades, ahora son dos viejos cantando. Viene la réplica de José de la Tomasa por medio de una preciosa toná con aires de corrido, y letra propia dedicada a su Manuel. Tú viste saltar los botones de las camisas de los gitanos. Quedaban dos cornadas más, una por barba. La toná de cierre que no cerró, pues quiso el maestro acabar él mismo con una espectacular del Santolio.
Antes de eso había salido Pastora Galván a bailar esa soleá tan gitana que la hace única, personal e intransferible. Con un precioso vestido en tonos turquesas, obra del genial sastre Justo el Salao, creó una obra de arte irrepetible, pues el baile antiguo que lleva dentro exige grandes dosis de improvisación, creatividad y temperamento. Y eso lo trajo anoche Pastora a espuertas. Se rodeó de un cuadro de superlujo. El Perla, el Bobote y el Rubio de Pruna. Y por bulerías echó abajo las barreras y se revolvió con rabia, poderío y erotismo en carne viva.
Y qué pasó antes. Que abrió la noche Manuel de la Tomasa por soleá, ante un público sorprendentemente frío, el mismo que se le rendiría horas más tarde. Con la guitarra de El Perla, su actuación impecable sirvió para comenzar la aceleración de los pulsos que se avecinaba. La que lio Aurora Vargas, chiquillo.
Quien no ha visto toros en el Puerto no ha visto toros, decía Joselito el Gallo. Si no has visto en directo a Aurora Vargas, ya estás tardando. Alegrías de Cádiz con su ya clásica cantiña de las Mirris. La guitarra de Miguel Salado llama por soleá y suenan los primeros ayeos anticipando la grandeza que llama a la puerta. Su voz se quiebra cuando el son lo requiere, y se queja cuando menos te lo esperas. Letras de Manuel Torre por Alcalá y de Juanito Mojama por la Serneta. Cuando asoma la cabeza Fernanda de Utrera, hay un chiquillo entre las sillas que se ofrece a quitarte por un euro los nudos de la garganta. Especialista por tangos y bulerías, volvió a la gente loca con su manera de moverse sobre el escenario.
Y qué me dices del maestro Panseco. Nunca había disfrutado de unos tarantos como lo hice anoche. Hasta tres se marcó el portuense nacido en la Línea de la Concepción. Tres tarantos seguidos, sí, y no me dormí, qué cosas tienes. Estuvo espectacular por alegrías, muy personales y nada comunes. Otra vez llama por soleá la guitarra de Miguel Salado, impecable toda la noche. Cante antiguo, cante jondo, cante gitano. Esto no tiene nada que ver con el flamenco de hoy en día. Y bulerías, de las que ya no se oyen en los teatros. Al duende yo no lo vi, pero por allí apareció una cuantas veces.
FICHA ARTÍSTICA:
Espectáculo: Homenaje a José de la Tomasa
Ciclo: II Festival Flamenco Valle Gitano
Lugar y fecha: Jardines del Valle, Sevilla. 22/6/2019
Al cante: Aurora Vargas, Pansequito, José de la Tomasa, Rubio de Pruna y Manuel de la Tomasa
Al baile: Pastora Galván
Guitarra: Miguel Salado y Raúl El Perla
Palmas: Bobote, Luis Cantarote y Rafita
Fin de fiesta: Cuadro Desde tierras flamencas a San Román. Componentes: Rocío la Turronera, Dani de Utrera, Encarni la Negra, Antonio Santiago, Joaquina Amaya, Enrique Heredia, Alfredo Santos, y Romero Pantoja (guitarra).
Presentador: Manuel Curao
Fotos: Luis Pérez