El Capullo de Jerez, de lo puro a lo grotesco
El cantaor jerezano se paseó triunfante por las tablas del Teatro Central de Sevilla.
Se descorrieron las cortinas de la Caja Negra sevillana. Cuánto polverío se puede acumular después de un año sin flamenco institucional. Abre puertas y ventanas. Que entre la música del sur en el Teatro Central de Sevilla. Este año el Instituto Andaluz de Flamenco introduce la modalidad Flamenco viene del Sur en Gira: cualquier municipio de Andalucía podrá pedir a la carta los recitales programados que desee. Así da gusto.
En Sevilla abre la lata El Capullo de Jerez. Miguel Flores Quirós nació en la calle Cantarería, el rincón más flamenco de Jerez de la Frontera, en el barrio de Santiago. Él es lo que se dice un gitano de adopción. Creció empapado de cante y vino, y el compás de Jerez impregnó su cuerpo en la barriada de la Asunción. Allí convivió con La Paquera, Terremoto, Tío Borrico, Luis de Pacote y Juan Morao, entre otros. Viene, ojo, a presentar su último disco, titulado Mi música, que salió al mercado el 17 de mayo de 2019. Eso es un tiempecito. Se da la circunstancia de que el veterano cantaor ya celebró este verano sus cincuenta años sobre los escenarios con un macroconcierto en la Isla de la Cartuja. Dónde. Aquí en Sevilla. Lo de Rosalía. No me digas. Bueno, vamos para allá.
El planteamiento está claro. Una primera parte jonda, muy jonda. Miguel se templa por levante y aborda el taranto guiado por la lámpara de Manuel Jero, que lo adentra en la mina con fuerza y poderío para hacernos testigos de un hombre que de muerte herío estaba. Sigue gimiendo la sonanta cuando el cantaor se acuerda de Manuel Torres por tarantas:
Ay, ónde andará ese muchacho,
que hace tres días que no lo veo,
estará bebiendo vino,
o andará por ahí borracho, ayyy,
o alguna mujer mala me lo ha entretenío.
Y acaba la serie con la cartagenera clásica de Los pícaros tartaneros. Reconforta, no viene tan desatado como otras veces. No te lo crees ni tú. Bulerías por soleá y soleares por bulerías, arropado por el soniquete jerezano de José Rubichi, Jesús Flores y el magnífico percusionista José Peña. Aquí Miguel libera su dominio de estos cantes y el aroma inconfundible de su sello.
Es hora de fandangos. Un alud alpino se viene abajo por las laderas del Teatro Central. Miguel se ha levantado de un salto, como quien huye de su asiento incandescente. El rictus serio, la mirada grotesca, hilarante y sobreactuada. El micro demasiado pegado a la boca. No se entienden las letras. No se entiende nada. Todo se apacigua con un par de trincherazos por martinetes y una debla abrochada a la cintura. Bueno, hemos llegado hasta aquí sin percances.
Y la segunda parte. Puro Capullo de Jerez. Ya sabías a qué venías. Te estábamos esperando para la fiesta. Miguel saca toda la artillería. Decenas de letras clásicas se unen a las propias, por bulerías. Será capaz de cantar su oda al Real Madrid y a Sergio Ramos, aquí en Sevilla. Pues sí. Como también fue capaz de levantar al público con el Himno de Andalucía que en su día grabó con Fernando de la Morena y Paco de Lucía. Ahí se levantó y no se volvió a sentar. Porque Miguel Flores es ante todo un artista. Un entretenedor que domina la escena como nadie. Consiguió que el respetable se metiera en sus bolsillos por voluntad propia. Por tangos y por rumbas. Letras contra los atentados del once eme, y contra Telecinco. Y sus reivindicaciones de siempre, en favor de la música y de los más vulnerables:
Esto no cambia,
esto sigue igual,
y pagamos los pobres,
esa es la verdad.
Lucha por la libertad…
Ficha artística
Espectáculo: Mi música, por El Capullo de Jerez
Ciclo: Flamenco viene del Sur
Lugar y fecha: Teatro Central de Sevilla. 25/2/2020
Al cante: Miguel Flores El Capullo de Jerez
Al toque: Manuel Jero
Percusión: José Peña
Palmas y coros: José Rubichi y Jesús Flores