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El Ballet de Cristina Hoyos: disciplina, elegancia y precisión

El XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana clausura con la actuación del Ballet de Cristina Hoyos. Una de los dos artistas que reciben el premio del festival por su larga y fructífera carrera. El otro premio, a título póstumo, es para el gran guitarrista Manolo Sanlúcar.


En el escenario, Vicente Gelo y Samara Montañez al cante y Ramón Amador a la guitarra. Este último plantea unas cuantas notas dulces que se funden con la afinación de Vicente, quien comienza a templarse por guajiras para dar paso a las bailaoras.

 

Rosa Belmonte y Cristina Gallego se contonean presumidas por el escenario. Los movimientos estilosos de los abanicos que portan traen consigo las ganas del bailaor José Luis Vidal de aportar su personalidad al magnetismo de sus compañeras. Los zapateados son claros y contundentes, pero es el juego del abanico y la simultaneidad de los artistas lo que lleva el peso de la guajira. También los hombros y las caderas de ellas juegan un papel muy importante. En el caso de él, llama la atención la seguridad que desprende en sus posiciones y sus movimientos naturales. Además, forma parte del elenco siendo un engranaje más para completar el motor del baile. Por ejemplo, no excede el sonido de los pies de sus compañeras demostrando tener más fuerza.

 

A continuación, los cantaores se ponen en pie al escuchar la calma que la guitarra devuelve a la escena y que da paso al grito sofocado y tajante de Gelo. En este caso, la reverberación más grave la aporta Samara. Es la milonga la encargada de mostrarnos la complicidad con la que ambos cantan y con la que realizan movimientos uniformes que también parecen estar coreografiados. Poco a poco vuelven a su silla de enea para dejar un eco vacío que rápidamente se llena con el sonido de unos palillos.

 

Cristina y José Luis Vidal Lebri bailan por fandangos utilizando con carisma el escenario. Recurren en numerosas ocasiones a cambios de posición, figuras y direcciones diagonales que embellecen la puesta en escena. Bailan con una precisión innata, pues saben en cada momento los milímetros que deben desplazarse en cada vuelta para dejar la distancia perfecta entre los dos y erigir estampas encantadoras.

 

La soleá apolá que entona Montañez anuncia el baile por bambera de una Rosa Belmonte que se presenta impecable. La bata de cola realza su figura y los colores rosa capote y dorado no le pueden sentar mejor. Es cierto que el espacio es bastante reducido, pero un mantón con un poco más de peso habría completado la majestuosidad de su silueta y su baile. Aun así, independientemente del tamaño, consigue que este parezca una extensión más de sus brazos y deja a los asistentes la demostración de la perfecta ecuanimidad entre fuerza y suavidad. En cuanto a la bata, es innegable que una de las imágenes más bonitas es el sagaz juego de un artista que consigue que esta ondee a pocos centímetros entre el aire y el suelo, creando formas distinguidas. Pero en esta ocasión resalta la forma en la que coge la bata, pues sabe en todo momento dónde colocarla para no estorbar y complicar la ejecución de su escobilla. Sus zapatos, combinados con el traje, quedan siempre a la vista del público y este lo agradece.

 

Un trémolo con aire romántico advierte que va a comenzar una seguiriya. La voz cálida de Vicente Gelo marca la salida del bailaor al proscenio. Define muy bien las líneas de su cuerpo y realiza movimientos suaves que van acordes a la tesitura melódica que adquiere el cante. Remata en el momento preciso y sin estridencias. Cuando llega la falseta, sus pies no suenan por encima de la guitarra e impulsa los ecos de las mismas con sutiles plantas y tacones. Una delicadeza que va quedando atrás para rematar un macho con contundencia y decisión.

 

 

«El Ballet de Cristina Hoyos clausuró por todo lo alto este XXIII Festival Flamenco Tío Luis de la Juliana, pues dejó esparcido por todo el patio de butacas el inconfundible sello de la gran bailaora. Esto implica el cuidado minucioso de cada detalle, las colocaciones, los gestos de las manos, la cintura, los pies o los hombros. Hasta la forma en la que los claveles van dispuestos en el pelo de las artistas»

 

 

Samara Montañez. Ballet de Cristina Hoyos. XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana. Colegio Mayor Isabel de España, Madrid. 20 de abril de 2023. Foto: Vicente Pachón

 

 

Un sombrero cordobés esconde la expresión de la bailaora Cristina Gallego, que empieza a mecerse al compás de un cadencioso garrotín. Los colores plata tiñen la escena. La fluctuación de su cadera y la tremolada expresión de sus brazos erigen un zapateado a modo de remate que arranca el aplauso del público. Durante la falseta realiza refinadas oscilaciones con el sombrero y que adorna con una coqueta escobilla. Así, poco a poco el complemento cordobés pasa a un segundo plano cuando Cristina hace volar el colín de su vestido por tangos, dejando al público una sensación muy agradable y allanando el terreno a los compañeros que van a salir a continuación.

 

Los tangos vuelven a ser los protagonistas y en este caso, la pareja protagonista está conformada por Rosa y el Lebri. El impacto que crea de nuevo la concordancia entre los bailaores permite hacer hincapié en la disciplina y el esplendor de Cristina Hoyos, cuya huella queda patente en todas las coreografías.

 

Lo mismo pasa con las alegrías, que son el último baile antes de llegar al fin de fiesta. Dos batas de cola rojas se mueven dicharacheras por las tablas para anunciar los aires de Cádiz. Rosa y Cristina se van turnando para bailar una letra cada una porque comparten el baile. Es curiosa la escobilla porque comienza con unos tonos menores que aportan ese halo señorial inherente a Cristina Hoyos.

 

Tampoco se debe pasar por alto que mientras una baila, la otra no pierde la compostura ni un segundo. Es tal la disposición de cada miembro del elenco encima del escenario que si se pusiera en blanco y negro podría pasar por una foto de Beauchy.

 

Sin duda, la guinda del fin de fiesta lo marca la premiada de la noche. Una vez que ha bailado su elenco, también se pone a disposición de las bulerías adornándolas con movimientos de hombros, caderas y cabeza y con unos garbosos brazos que alarga y recoge cada vez que el cante lo pide. En definitiva, con movimientos ilustres que ejecuta pizpireta, dejando intuir a los que la ven que el baile sigue llenándola de vida.

 

El Ballet de Cristina Hoyos ha clausurado por todo lo alto este XXIII Festival Flamenco Tío Luis de la Juliana, pues ha dejado esparcido por todo el patio de butacas el inconfundible sello de la gran bailaora. Esto implica el cuidado minucioso de cada detalle, las colocaciones, los gestos de las manos, la cintura, los pies o los hombros. Hasta la forma en la que los claveles van dispuestos en el pelo de las artistas dejan albergar a los aficionados la certidumbre de que el impermutable respeto hacia el baile flamenco sigue existiendo.

 

Cristina se ha dirigido a los que no han querido perder la oportunidad de verla para contarles su idilio con el baile flamenco. Y lo ha narrado con el mismo entusiasmo que una niña de veinte años a punto de descubrir el mundo. En una hora de baile y quince minutos de charla ha dado una lección de elegancia, respeto y humildad. El premio que le ha concedido el festival, sin duda, al igual que el de Manolo Sanlúcar, es más que merecido, aunque el verdadero premio lo han recibido los asistentes pudiendo pasar una noche empapándose de sus coreografías y teniendo a unos pocos centímetros a una bailaora que es, de forma evidente, el paradigma del baile flamenco.

 

 

Ficha artística

Ballet de Cristina Hoyos
XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana
Colegio Mayor Isabel de España, Madrid
20 de abril de 2023
Dirección: Cristina Hoyos
Baile: Rosa Belmonte, Cristina Gallego y José Luis Vidal, Lebri
Cante: Vicente Gelo y Samara Montañez
Guitarra: Ramón Amador

 

 

Rosa Belmonte. Ballet de Cristina Hoyos. XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana. Colegio Mayor Isabel de España, Madrid. 20 de abril de 2023. Foto: Vicente Pachón

 

Cristina Gallego. Ballet de Cristina Hoyos. XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana. Colegio Mayor Isabel de España, Madrid. 20 de abril de 2023. Foto: Vicente Pachón

 

Vicente Grelo. Ballet de Cristina Hoyos. XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana. Colegio Mayor Isabel de España, Madrid. 20 de abril de 2023. Foto: Vicente Pachón

 

Palabras de Cristina Hoyos. Ballet de Cristina Hoyos. XXIII Festival de Flamenco Tío Luis El de la Juliana. Colegio Mayor Isabel de España, Madrid. 20 de abril de 2023. Foto: Vicente Pachón

 

 


Bailaora madrileña. Graduada en Comunicación Audiovisual por la Univ. Rey Juan Carlos. En Amor de Dios, Casa Patas y Cristina Heeren desarrolló su gusto por la danza y el flamenco. «No somos atletas. Estamos empezando a cometer el triste error de ofrecer al público una confección enlazada de complejos zapateados a una velocidad desorbitada sin la modulación propia de la música que estamos adornando y que nos adorna».

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