Una obra de la bailaora y coreógrafa sevillana María Jesús Pagés es siempre un momento único, sublime, cuente lo que cuente, que casi siempre lo cuenta de maravilla. Cómo si no iba a estar tantos años como la gran figura del baile flamenco, siendo la más reconocida en todo el mundo. Cuando se va al teatro a ver una de sus obras no vamos pensando solo en si va a ser más o menos flamenca, porque eso está ya muy desfasado. María jamás ha dejado de ser flamenca, porque el flamenco es siempre su base, el faro que la guía, la luz que la alumbra.

A diferencia de otras bailaoras o bailaores que han coqueteado con el baile escenificado, teatral o de fusión, la maestra trianera tiene la rara virtud de integrarlo todo en la esencia flamenca. Pero no en el flamenco entendido como ¡arza y toma que toma, mira qué arte! María siempre tuvo una visión elegante y abierta de lo jondo, hasta cuando bailaba una soleá desnuda de adornos, seca y poética, como se hacía en Sevilla cuando las gitanas de la Cava Nueva les daban la réplica a las clásicas boleras del casco antiguo de Sevilla en las fiestas de los ingleses, más o menos a mediados del siglo XIX.

De Scheherezade: una historia de historias

Lo que es un cuento de lloro y crueldad contra las mujeres, María lo convierte en arte mediante una música maravillosa y una puesta de escena marca de la casa. Reconozco que me cuesta desmenuzar una obra tan lejos de lo común. Podía haber leído todo sobre De Scheherezade y lo que se haya escrito ya de este nuevo y espectacular montaje, pero no lo suelo hacer jamás. Como tampoco leo las biografías de La Macarrona o Trini España cuando voy a un recital de baile clásico gitano. Me gusta el vértigo, como cuando voy a ver una película o una obra de teatro de estrenos: hundirme en la butaca y no pestañear.

«De Sheherezade es una obra preciosa que puso al público de pie y aplaudiendo con fuerza. María Pagés volvió a maravillar en Sevilla, su tierra. Nunca se irá del baile, aunque su visión del arte no tenga fronteras y busque emociones lejos de la Giralda»

María Pagés ha sido siempre una de mis bailaoras preferidas y esto me ha costado algún que otro disgustillo en la Sevilla purista que se rompe la camisa con una pataíta de ángel. A lo mejor es que soy capaz de ver su baile más allá de los pellizcos morenos y la ojana. María me da siempre una dimensión distinta de lo flamenco, lo andaluz y lo sevillano. Haga lo que haga. Como me daban otra dimensión del cante Pastora Pavón o el Niño de Marchena. Por eso no leo nada de nada, solo voy al teatro, me hundo en la butaca y disfruto de lo bello y lo profundo.

Emocionado y embelesado

No creo que la artista haya pretendido contar la historia de Scherezade, sino varias historias enmarcadas en la de la hija del Gran Visir Shahriar. Una docena de coreografías, casi dos horas de espectáculo, en una línea coreográfica muy personal y con una música maravillosa con la sensibilidad del compositor sevillano Rubén Lebaniegos junto a Sergio Ménem y David Moñiz. Música popular y clásica, marroquí y flamenca, en una combinación prodigiosa que lo envuelve todo. La última media hora de la obra es de una contundencia flamenca irrefutable, con el taranto, los tangos y la soleá, todo bailado con una sensualidad que María no quiere que se pierda del todo y menos en Sevilla, donde nació la feminidad del baile flamenco.

Nunca se irá del baile

Preciosa obra, que puso al público de pie y aplaudiendo con fuerza. María volvió a maravillar en Sevilla, su tierra, con el río en calma y un calor nada normal en esta época del año. Es una artista incombustible, con una creatividad inagotable y un amor al flamenco irrebatible. Nunca se irá del baile, aunque su visión del arte no tenga fronteras y busque emociones lejos de la Giralda. Anoche, su madre, Masu, sus hermanos, sobrinos y Pancho, su hijo, se emocionaron y compartí con ellos la emoción. Cosas de Sevilla. Qué sabe nadie.

El río Guadalquivir,
el que pasa por Triana,
unas veces va a Sanlúcar
y otras no le da la gana.

Ficha artística

María Pagés Compañía – De Scheherezade
Teatro de la Maestranza, Sevilla
7 octubre 2023

Bailarines: María Pagés, Júlia Gimeno, Almudena Roca, Ariana López, Meritxell Rodríguez, Sofía Suárez, Alicia De Castro, Raquel Guillén, Marina González Madiedo
Cantaoras: Ana Ramón Muñoz, Cristina Pedrosa
Guitarras: Rubén Levaniegos, Isaac Muñoz
Violín: David Moñiz
Violonchelo: Sergio Menem
Percusión: Txema Uriarte

Coreografía, diseño de vestuario y dirección musical: María Pagés
Dramaturgia, textos y letras: El Arbi El Harti
Composición musical: Rubén Levaniegos, María Pagés, Sergio Menem y David Moñiz
Escenografía: María Pagés y El Arbi El Harti
Diseño de iluminación: Olga García
Realización de vestuario: Taller María Calderón
Producción del Centro Coreográfico María Pagés en coproducción con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona / ADMAF y el apoyo del Ayuntamiento de Fuenlabrada, INAEM y la Comunidad de Madrid

Imagen superior: web Teatro Maestranza