Arcángel, entre la voz y el corazón
El onubense Arcángel presenta en el Teatro de la Maestranza de Sevilla su espectáculo ‘Bel cante’, un repertorio de piezas de ópera y zarzuela interpretadas desde el flamenco. A pesar del riesgo de la propuesta y de cierta frialdad en el resultado final, el cantaor la sacó adelante arropado por excelentes músicos.
Si la llamada música clásica es el canon de la excelencia musical, es lógico que los otros géneros hayan querido siempre medirse con ella. Lo han hecho todos, desde el folklore al heavy metal. Y el flamenco no iba a ser una excepción. En el ámbito de la guitarra, por ejemplo, ha sido una cuestión de orgullo demostrar que se podían abordar con solvencia un repertorio clásico sin renunciar a la jondura, desde Paco de Lucía hasta el más reciente disco de Juan Carlos Romero. Lo que no se había hecho hasta ahora, que yo sepa, era desarrollar un espectáculo así, completo, desde el cante. El llamado a abrir esa senda no es otro que Francisco José Arcángel Ramos.
Tal vez se trataba del candidato ideal; no porque los demás no tengan facultades para ello, sino porque el onubense ha venido dejando patente que es el máximo exponente de esa curiosidad, mezclada de afición y sabiduría flamencas, que tiene el sello de su maestro Enrique Morente. Esos atributos, junto al respaldo de un ramillete de músicos sobresalientes, es lo que le permitió plantearse en el escenario del sevillano Teatro de la Maestranza como pionero de una más o menos novedosa fusión.
El riesgo evidente de Bel cante, título de este espectáculo preestrenado en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, era o bien inclinar la balanza hacia el costado clásico, de modo que el flamenco quedara como un simple quejío residual –lo que por desgracia hacen tantos, por ejemplo, en el terreno del pop–, o bien cargar el elemento jondo y despojar a las distintas piezas de su esencia original. Ahí Arcángel demuestra desde el principio una mesura impecable, dando con el sonido justo para no excederse en un sentido ni en otro. Dicho de otro modo, sabe que entra en una zona extraña, ajena a su formación, pero nunca deja de ser él mismo.
Tras la toná del Canto de la resignación, el grupo interpretó la composición de José María Gallardo del Rey que todos los aficionados conocen bien por ser la sintonía de la Bienal de Sevilla. Luego, escoltado de cerca por el propio Gallardo, director musical y arreglista de Bel cante, Arcángel centró su discurso musical en piezas de ópera, algunas tan conocidas como Una furtiva lágrima de Donizetti, convenientemente adaptadas a esquemas rítmicos afines al flamenco, como el compás de tangos o de bulería.
«A pesar de cierta extrañeza inicial, tanto en lo musical como al oír traducidas las letras italianas, la voz de Arcángel se mostraba enormemente segura, llegando bien a todos los tonos y vocalizando como él sabe»
También asoman creaciones conocidas por los seguidores de Arcángel, como el Canto de los desengaños, junto a títulos de zarzuela. Así, estando tan cerca del coso de la Maestranza, sonó muy bien en los labios del de Alosno el pasodoble de El Gato Montés de Penella.
A pesar de cierta extrañeza inicial, tanto en lo musical como al oír traducidas las letras italianas, la voz de Arcángel se mostraba enormemente segura, llegando bien a todos los tonos y vocalizando como él sabe. Fue impresionante su interpretación de Bella Enamorada de Soutullo y Vert, y siguió rayando a gran altura sin mostrar fatiga alguna, más adelante, con la letra La tabernera del puerto de Pablo Sorozábal.
Eran otros los peros que se podían poner a la propuesta. El principal, una cierta frialdad que atravesaba por momentos la interpretación, y que podría explicarse, por una parte, por el hecho de estar defendiendo textos difíciles de pasar por el filtro de la propia emoción, pero sobre todo por la extrema concentración que debió mantener Arcángel en todo momento.
Al dirigirse al público, el cantaor justificó su atrevimiento en el hecho de que los cantaores de principios de siglo eran en cierto sentido líricos, y Gallardo añadió que Arcángel “no es un intruso en esta música, sino un invitado de honor. La música está viva, nos pertenece a todos, de lo contrario está en un museo. ¿Por qué no disfrutar con Verdi, si la voz puede y el corazón quiere?”
Nada que objetar a la opinión del maestro. Otra cosa es que la voz llegue a ese punto en que pueda relajarse y fluir con naturalidad, y sospecho que a Arcángel le queda aún cierto rodaje de Bel cante para lograrlo. Esa calidez, esa comodidad si se quiere, no llegó hasta que, mano a mano de dos guitarras con Gallardo, hizo patria por fandangos y rindió tributo a la ciudad de acogida por sevillanas. El respetable, encantado, acabó acompañando a las palmas la propina de la Carmen de Bizet, como si fuera la Marcha Radetzky en el concierto de Año Nuevo en Viena.
Ficha artística
Bel cante – Arcángel
Teatro de la Maestranza, Sevilla
17 de marzo de 2023
Dirección del proyecto y voz principal al cante: Arcángel
Dirección musical, composición, arreglos y guitarra solista: José María Gallardo Del Rey
Dirección musical: Isidro Muñoz
Arreglos musicales: Jesús Cayuela
Quinteto Totem Ensemble: Vladimir Dmtrienco (violín primero), Luis Miguel Díaz Márquez (violín segundo), Jerome Ireland (viola), Nonna Natsvlishvili (violonchelo), Francisco Lobo (contrabajo)