Antonia Contreras y Paco Montalvo: maestría y juventud en el Festival de las Minas
La jornada del día 1 de agosto ofreció de nuevo un programa doble en el que se contrastó el cante sereno y magistral de Antonia Contreras con el violín flamenco de Paco Montalvo.
El ciclo El cante en la calle está resultando ser un éxito. La idea nos pareció acertada desde el primer momento, pues programar a diferentes ganadores de la Lámpara Minera para que ofrezcan recitales de en torno a una hora de duración como preludio a las galas es, sobre el papel, muy atractivo. Tras cuatro jornadas de este ciclo podemos afirmar ya que está siendo un éxito, por varios motivos. Los artistas se sienten honrados de actuar en un ciclo «reservado» a los ganadores del premio. Se ofrecen en recinto abierto al público que desee asistir, sin coste alguno y con el solo requisito de apuntarse en la Oficina de Turismo, lo que garantiza que el aficionado que no disponga de recursos para pagar las carísimas entradas de las galas va a poder vivir parte del Festival y presenciar actuaciones de alto nivel. Aunque la afluencia de público es irregular y hay quienes se quejan de que no se le ha dado suficiente publicidad, siempre hay una cantidad de gente suficiente como para que no parezca un fracaso. Le auguramos buen futuro a la idea si se mantiene en el tiempo y animamos a que así sea.
La protagonista de este ciclo el domingo 1 de agosto fue la cantaora malagueña Antonia Contreras. La ganadora de la Lámpara Minera del año 2016 no ocultó su alegría por volver a La Unión, aseguró que «cada vez que piso esta tierra afloran sentimientos que no puedo controlar». No es de extrañar. Antonia llegó al concurso siendo una cantaora de magnífica trayectoria pero de limitada fama. Ganar el trofeo la ha encumbrado a ser una primera figura en un momento dulce y de innegable madurez cantaora.
Empezó a cantar por la cartagenera del Rojo, cante exigente para hacer voz, pero que resolvió con solvencia. Siguió por tientos y tangos en los que resonaron los ecos de Pastora Pavón. Continuó el recital con la malagueña del Canario, que dedicó a los muchos paisanos suyos de Álora presentes en el recital con ocasión de la entrega de un premio a la peña flamenca de esa población.
En cuarto lugar interpretó la caña, que quizá fuera el mejor cante de todos los que hizo. Antonia posee unos registros bajos muy apropiados para este cante. Como curiosidad, los ayes fueron hechos a coro con su guitarrista Juan Ramón Caro, quien con media voz iba envolviendo el cante de Antonia Contreras. Tras ello le llegó el turno a otro de sus estilos predilectos, la guajira, que en esta ocasión ejecutó con mucha sobriedad.
Por si alguien albergaba dudas de que el recital estaba siendo un éxito, ofreció una tanda de fandangos para disiparlas a quien las tuviera. Concluyó el concierto con un par de canciones por bulerías que tiene previsto incluir en su próximo proyecto discográfico, que llevará por título Singular femenino, un homenaje a algunas mujeres poetas que está grabando actualmente.
«Antonia Contreras llegó al concurso siendo una cantaora de magnífica trayectoria pero de limitada fama. Ganar el trofeo la ha encumbrado a ser una primera figura en un momento dulce y de innegable madurez cantaora»
Leyenda Tour
En el escenario principal de la Maquinista de Levante el violinista cordobés Paco Montalvo presentó su espectáculo Leyenda tour acompañado por un nutrido grupo de músicos. Con la guitarra de Jesús Gómez, la percusión de Miguel Santiago, el cante y bajo eléctrico de Rubén Márquez y el baile de Araceli Muñoz Mata, el concierto comenzó con la taranta de la gabriela en la voz de Rubén Márquez, en un claro guiño a los cantes de las minas, que tras la aparición de Montalvo sobre el escenario se transformó en La tarara. El espectáculo es una selección de temas flamencos bien conocidos en los que el violín sustituye a la voz o a la guitarra, pues ejecuta la melodía principal. Le siguieron los tangos Rosa María de Camarón de la Isla, para a continuación interpretar Asturias de Isaac Albéniz, con el baile de Araceli Muñoz.
Los compases del carnaval gaditano resonaron en el tanguillo de las Viejas Ricas, y casi sin descanso la rumba de Paco de Lucía nos llevó por el Río Ancho hasta una guajira flamenca. El grupo al completo se encontró muy cómodo en todo momento sobre las tablas, lo que es indicativo de la madurez del mismo, que ya en 2017 obtuvo un triunfo de público indiscutible en este mismo festival, aunque sus nervios eran visibles. A Paco Montalvo, según nos contó, su abuela le cantaba El Vito cordobés y por ese motivo lo ha introducido en su repertorio, arreglado por él mismo, y lo ejecutó a continuación.
Bulerías, tangos y alegrías fueron devolviendo el flamenco más genuino al espectáculo. A continuación, de nuevo Paco de Lucía se hizo presente con sus Panaderos flamencos. De México dijo haberse traído el violinista una canción que interpretó a continuación y que ha «metido» por rumbas. Más bulerías como antesala a las Lágrimas negras de Diego el Cigala. El concierto concluyó con más rumbas: Volando voy y Calleja del Pañuelo –de composición propia–. El público disfrutó mucho del espectáculo llegando a pedir bises, en los que Montalvo apostó de nuevo por Paco y por la rumba con Entre dos aguas.
Nuestra opinión sobre el espectáculo no es buena. En primer lugar porque nos parece una propuesta facilona y carente de ideas propias. La práctica totalidad del repertorio consiste en reproducir melodías harto conocidas con el violín, con el convencimiento de que el público las conoce y que de esta manera va a seguir con atención cada pieza. Sin embargo, más bien nos recuerda a una de esas bandas de las verbenas de verano que interpretan canciones famosas sin más pretensión que amenizar la fiesta. Nos resultó largo, aunque duró en torno a la hora y media, y en cierto modo aburrido. Interpretó demasiadas rumbas. En la Sociedad de Autores deben estar frotándose las manos cada vez que Montalvo actúa, puesto que casi todo el repertorio son obras protegidas por derechos de autor.
La programación del festival continúa este lunes 2 de agosto con las actuaciones de Celia Romero y Miguel Poveda.
Ficha artística
LX Festival Internacional del Cante de las Minas
Ciclo El cante en la calle. Plaza Joaquín Costa. 1 de agosto de 2021.
Recital de cante de Antonia Contreras.
Juan Ramón Caro a la guitarra.Galas del Festival
Antigua factoría de la Maquinista de Levante. 1 de agosto de 2021.
Leyenda Tour. Paco Montalvo.
Jesús Gómez a la guitarra.
Miguel Santiago a la percusión.
Rubén Márquez, cante y bajo eléctrico.
Araceli Muñoz Mata, baile.