Veinte años del libro de Pastora
Era la primera biografía que se escribía de la Niña de los Peines, que incluía dos buenos capítulos sobre Tomás y Arturo. En su momento fue muy importante para mí escribir esa biografía, la primera de la gran artista, en la que aporté más de cien fotografías, carteles, cancioneros y documentos personales, además de infinidad de datos sobre su vida
Se van a cumplir veinte años de la edición de un libro que cambió un poco mi vida, La Niña de los Peines en la Casa de los Pavón (Signatura Ediciones, 2000), que me lo presentó la ahora vicepresidenta de España, Carmen Calvo Poyato, entonces brillante consejera de Cultura de la Junta de Andalucía. También escribió el prólogo, porque me hizo saber que le hacía ilusión por tratarse, sobre todo, de la Emperadora del Cante Flamenco. Fueron unas doscientas personas a la presentación, que fue en la calle San José, en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Entre los artistas invitados, treinta o cuarenta, estuvieron Juan Valderrama y Antonio el Chocolate. Cito solo a estos dos grandes maestros porque ese mismo día me pidieron los dos que les escribiera una biografía igual que la de Pastora, algo que no pudo ser.
Desconozco cuántos libros se vendieron, porque la editorial no me lo dijo nunca, pero es difícil encontrar a un aficionado al cante que no lo tenga en su librería. Hace años estuve en Nueva York y como anuncié que iría, y la fecha, una noche me esperaron cinco o seis aficionados residentes en esa ciudad para que se los dedicara. Es un libro que me dio muchas satisfacciones e incontables conferencias en todo el país. Además de uno de mis mejores premios, el Flamenco Hoy al Mejor Libro del 2000, que no pude recoger en Madrid porque Alfonso Eduardo Pérez Orozco me hizo una jugarreta, diciéndole a la editorial que el premio no era para el autor sino para la propia editorial. No les voy a contar los motivos, porque ya pasó y, como se suele decir, pelillos a la mar.
«Un día me llamó a casa un gran actor en nombre de Enrique Morente, y me dijo: Hola, soy Pepe Sacristán y amo a la Niña de los Peines»
Era la primera biografía que se escribía de la Niña de los Peines, que incluía dos buenos capítulos sobre Tomás y Arturo, sus dos hermanos cantaores. Naturalmente, y como la obra se editó de lujo, con pastas duras y un diseño extraordinario, el éxito fue fabuloso. Tenía el proyecto de reeditarla a los diez años para sacar una edición ampliada, pero alguien escribió otra, aprovechándose en gran parte de mi trabajo, y tuve que parar el proyecto porque no era ya viable económicamente. Ya será difícil que se reedite algún día, pero en su momento fue muy importante para mí escribir esa biografía, la primera de la gran artista, en la que aporté más de cien fotografías, carteles, cancioneros y documentos personales, además de infinidad de datos sobre su vida y obra.
Cómo pasa el tiempo. Aún recuerdo que a los pocos días de presentarse la obra me llamó a casa un gran actor en nombre de Enrique Morente, y me dijo: “Hola, soy Pepe Sacristán y amo a la Niña de los Peines”. Casi me caí al suelo del mareo que me dio. Quería el libro al precio que fuese y se lo envié dedicado a un bar de Madrid, que era donde le mandaban los libros. Otros grandes artistas me lo pidieron, llegando a regalar unos doscientos ejemplares, que yo compraba. Una ruina, claro. Pero era la manera de celebrar que había hecho el libro de mi vida, con independencia de las críticas, que por suerte fueron buenas.