Ver aquí la primera entrega.

En un libro muy poco documentado, Triana, la otra orilla del flamenco (2013), de Ángel Vela Nieto, se da por hecho que José Lorente era del arrabal y no parece ser cierto. Sí lo es que siempre se había relacionado a este cantaor con el barrio sevillano, quizá por esa soleá que se le atribuye, de aire apolao, tan conocida:

El día del terremoto,
llegó el agüita hasta arriba
pero no pudo llegar
donde llegó mi fatiga.

El terremoto aludido fue el de Lisboa, de 1755, que tanto daño hizo en la capital portuguesa, con siete u ocho decenas de miles de muertos, quedando la ciudad casi destruida al completo. Curiosamente, Lorente venía de portugueses. Es solo una curiosidad, pero ahí está el dato. Y de sevillanos de Fuentes de Andalucía, que cuando nació el cantaor, en 1842, era Fuentes de la Campana. Un pueblo, por cierto, sin mucha tradición de cante, aunque destacó bastante el Niño de Fuentes de Andalucía en la época de la ópera flamenca. En este pueblo, precisamente, debutó otro niño, el de Marchena, quien habló siempre mucho de Lorente como un cantaor importante y creador de una soleá que él interpretaba con frecuencia, así como su caña.

Para saber quién fue Lorente había que investigar mucho en la prensa y en el censo sevillano. Había cuatro o cinco en Sevilla con ese nombre, José, y el apellido Lorente. Pero descartando a la mayoría me quedé con uno que había nacido en el Barrio de la Feria, cerca de la Alameda de Hércules, en la calle Antonio Susillo, donde vivió la Niña de los Peines y también Gregorio Juárez Monge, el abuelo materno de Manolo Caracol. Es una calle que va desde Torres a la Alameda, acabando en la calle Peral, que fue donde murió Lorente en 1877, de tisis pulmonar y con solo 36 años. En esta calle, Peral, también vivió la Niña de los Peines y Rafael Pareja tuvo un conocido tabanco flamenco. Estamos refiriéndonos a la zona más flamenca de Sevilla, sin ninguna duda, con permiso de Triana. El Barrio de la Feria, San Juan de la Palma y la Alameda de Hércules dieron una cantidad de artistas flamencos solo comparable a Jerez o Cádiz. Manuel de la Barrera, Antonio el Pintor, su hijo Lamparilla, el Maestro Pérez y sus hijos, El Ciego y sus hijas, Manolo Escacena, Amalia Molina, Fernando el de Triana, Faíco, Manuel Vallejo y un larguísimo etcétera, hacen de esta zona un vergel flamenco. Y los sevillanos sin enterarse.

El hecho de que Lorente apareciera en la compañía de Silverio junto al guitarrista Antonio Pérez y el bailaor Antonio Páez El Pintor me hizo pensar en que pudiera ser del Barrio de la Feria. Era de la generación de ambos y aparecía siempre viviendo cerca del Maestro Pérez, con quien ya trabajaba en el inicio de los años sesenta del XIX en las academias de Manuel y Miguel de la Barrera. Había que comprobar que no cantaba a partir de 1877, que fue cuando murió el cantaor, y hasta ahora no ha aparecido ninguna actuación suya después de esa fecha. Si apareciera algún día no sería el José Lorente que tengo como el mítico cantaor. A veces, cuesta identificar a un cantaor de aquellos años porque no constaban como artistas en los documentos, o no era lo normal. Es el caso de Lorente, que reza como zapatero, su verdadero oficio.

Otra pista que me llevó a dar por válido a este José Lorente es que aparecía viviendo también cerca de Francisco Arana Cuesta, El Cuervo Sanluqueño, conocido además como Paco el Sanluqueño. Era también de la compañía de Silverio, con Lorente, y vivió en la calle Palomas teniendo como vecinos a Ramón el Ollero y el jerezano Antonio Frijones. Todos estos datos me llevaron a pensar en que el zapatero fuera el verdadero Lorente, el cantaor al que Silverio protegía y que tanto tiempo tuvo en su compañía, hasta su muerte.

[Continuará]

Foto superior: Antigua imagen de toreros y flamencos