El abuelo y un nieto temerario
Abuelo, ¿qué jóvenes te gustan? Chacón, Manuel Torres, Tomás Pavón, la Niña de los Peines y Vallejo. ¡He dicho jóvenes, abuelo!
– Manolillo, la que has liado. ¡Cómo se te ocurre decir tus gustos al escribir de los nuevos valores sin pedir antes a los lectores del Facebook qué gustos tienes que tener! No vas a aprender en tu vida.
– ¿No puedo ser sincero y decir lo que me gusta?
– Sí, pero das nombres. Y claro, quienes no aparecen en la lista de gustos entran en una depresión. ¡Mira que no nombrar a Rocío Marquesa?
– Será Rocío Márquez, ¿no, abuelo?
– Yo le llamo La Marquesa, Manolillo.
– Abuelo, ¿qué jóvenes te gustan?
– Chacón, Manuel Torres, Tomás Pavón, la Niña de los Peines y Vallejo.
– He dicho jóvenes, abuelo.
– Los que te acabo de nombrar siguen siendo jóvenes, ¿no? Pastora grabó sus primeros cantes con 19 años. ¿Sigue siendo joven o no? No es como Juan Talega, que grabó ya entre viaje y viaje del Imserso.
«A Pastora Pavón le gustaron mucho Chocolate y Gabriel Moreno. Y cuando le presentaron a Morente, dijo echando chispitas por los ojos: “¿De dónde has salío tú, miarma?”. Se quedó prendada»
– Abuelo, ¿se puede cantar bien lo jondo siendo adolescente?
– Cuando le preguntaba a Mairena por un cantaor joven, por ejemplo, por Calixto Sánchez, salía del compromiso con un “canta gracioso”. Cuando decía eso es que no le convencía mucho.
– ¿No le gustaba su paisano?
– No mucho, pero lo respetó siempre. Era de su escuela. Le gustó más Menese, el morisco, que tenía otro sonío. Le gustaban sobre todo los gachós educados y cultos. Por ejemplo, Fosforito, Naranjito y Morente. No se emocionaba con ellos, pero les venía bien que hablaran de él, y que hablaran bien. Mairena era un lince.
– Abuelo, ¿sabes qué joven le gustó mucho a Pastora Pavón?
– Dímelo tú.
– La Paquera. Decía que sería su sustituta. Y así fue. Después de Pastora, el genio fue la de Jerez. No le disgustaban la Perla de Cádiz y María Vargas, pero se emocionaba con doña Francisca Méndez Garrido.
– De hombres, le gustaron mucho Chocolate y Gabriel Moreno. Y cuando le presentaron a Morente, dijo echando chispitas por los ojos: “¿De dónde has salío tú, miarma?”. Se quedó prendada.
– Abuelo, ¿hay algún genio entre los jóvenes actuales? ¿Quién puede mandar en el cante de los próximos años?
– El Niño de Elche.
– Venga, abuelo, no me tomes el pelo.
– En serio, es la reencarnación de Chacón, estoy seguro. Míralo bien y verás que llevo razón. No tiene arco melódico, tiene el Arco de la Macarena en la garganta.
«Cuando Rosalía baila por bulerías se me pone la vena del cuello, la gorda, que parece que me va a reventar. Es una mezcla entre María Borrico y La Andonda»
– ¿Estás chocheando, abuelo?
– Tu problema, Manolillo, es que estás verde, y no sabes valorar la calidad. Por eso no te gustan ni entiendes a Rosalía o a La Tremendita. A ver si va a resultar que soy yo el aficionado abierto, y tú el talibán.
– Tienes que revisar la medicación, abuelo. O jubilarte ya, que desvarías tela marinera. ¿No te gustaba La Marquesa?
– Ya no, se ha parado. Ahora me gusta Rosalía. La escucho y siento que rejuvenezco de inmediato. Y cuando baila por bulerías se me pone la vena del cuello, la gorda, que parece que me va a reventar. Es una mezcla entre María Borrico y La Andonda.
– Te voy a meter en una residencia, abuelo.
– De Barcelona, Manolillo, que esté cerca de Rosalía.
– Oiga, ¿es el 112? Manden una ambulancia con dos loqueros.
francisco muñoz gñomez 27 octubre, 2021
adoré…