Warning: The magic method MagazineVibe\Modules\Shortcodes\Lib\ShortcodeLoader::__wakeup() must have public visibility in /furanet/sites/expoflamenco.com/web/htdocs/archivo/wp-content/plugins/edgtf-cpt/helpers/shortcode-loader.php on line 39

Warning: The magic method MagazineVibe\Modules\Blog\Shortcodes\Lib\ShortcodeLoader::__wakeup() must have public visibility in /furanet/sites/expoflamenco.com/web/htdocs/archivo/wp-content/plugins/edgtf-cpt/helpers/shortcode-news-loader.php on line 50
Ofensa a Miguel Poveda - Archivo Expoflamenco
Home / Bordonazo NEW  / Ofensa a Miguel Poveda

Ofensa a Miguel Poveda

El cantaor ha denunciado al presidente de la gaditana Peña Flamenca Enrique el Mellizo, de Cádiz, acusándolo de homofobia. Me he indignado, porque me repatea que ocurran cosas así a estas alturas, y más en un arte, el flamenco, donde si alguna vez hubo algún problema con la homosexualidad es algo más que superado.


Muchos de ustedes sabrán que mi relación con el cantaor catalán Miguel Poveda no es buena. Tampoco es mala. Él es cantaor, de los más famosos, y mi trabajo consiste en analizar lo que hacen los cantaores, entre otras cosas. Miguel ha pensado siempre que mis críticas hacia él eran por alguna razón personal, cuando no es cierto, porque me importa un bledo lo que cada cantaor sea o haga fuera de los escenarios. Me pueden caer mejor o peor algunos artistas flamencos, en lo personal, pero creo que en casi cuarenta años de crítico no he contado chismes de ninguno de ellos, sencillamente porque no escribo en revistas del corazón sino en un periódico serio, centenario, como es El Correo de Andalucía, y ahora en ExpoFlamenco, donde si escribo es porque también es un medio de comunicación serio y nada sospechoso de ser amarillista.

La noche del pasado miércoles leí una carta que Poveda mandó a Aireflamenco.com, en la que denunciaba al presidente de la gaditana Peña Flamenca Enrique el Mellizo, de Cádiz, acusándolo de homofobia. Me indigné al momento porque me repatea que ocurran cosas así a estas alturas, y más en un arte, el flamenco, donde si alguna vez hubo algún problema con la homosexualidad es algo más que superado, o al menos eso creo. Lo que no quita que haya homófobos, porque el flamenco no es un arte al margen de la sociedad y en ésta hay de todo, como en la viña del Señor.

No se trata ahora de decir que Poveda no se merece eso porque adore a Cádiz, algo que ha demostrado con creces en innumerables ocasiones. Curiosamente, el que ha llamado al cantaor, en privado,  “pedazo de maricón”, Antonio Benítez Pérez, es presidente de una peña, la citada, de la que Miguel es Socio de Honor. Naturalmente, Poveda no quiere ya ese título, aunque los socios de la entidad no tengan la culpa de lo que haya hecho el presidente. El flamenco es un arte en el que conviven gitanos, gachés y personas de distintas nacionalidades y razas, ideologías políticas y religiosas. Precisamente es uno de sus encantos, el carácter integrador y tolerante de los flamencos, sobre todo de las peñas. Lo dice alguien que era ya presidente de una peña flamenca cuando ni siquiera soñaba con ser crítico. Supongo que el señor Benítez, que además de ser presidente de esta ensolerada peña es agente artístico, se disculpará públicamente y, sobre todo, ante Miguel, que está dolido.

Miguel Poveda es una primera figura de este arte y, gustos al margen, es muy apreciado entre sus compañeros. Ha estado siempre dispuesto a acudir a alguna llamada solidaria y a la hora de apoyar a algún joven valor no lo ha dudado nunca, por ejemplo en el terreno discográfico. Sin embargo, eso es lo de menos. Lo grave es que haya pasado, sea con Poveda o con el más humilde de los palmeros. Conozco a Antonio Benítez desde hace muchos años y sé que no es un hombre que tenga problemas de esta índole, entre otras cosas porque está pasado de todo y ha tratado con toda clase de artistas. Supongo que el asunto se podrá solucionar sin que pase a mayores, porque la Peña Enrique el Mellizo es una institución dentro y fuera de Cádiz, una entidad cultural muy antigua, de las mejores del mundo. No hay nada que no se pueda arreglar con unas disculpas y unas copas. Y ojalá nunca más tengamos que escribir de esto, porque es un tema desagradable.

El cantaor estaba en su derecho de denunciar, pero a lo mejor no sopesó bien las consecuencias de hacerlo públicamente, lo que ha provocado un revuelo mediático. Al fin y al cabo, Antonio Benítez no lo ha ofendido en un medio público, sino en privado, con un mensaje en su teléfono, y lo podrían haber resuelto de otra forma.

 


Arahal, Sevilla, 1958. Crítico de flamenco, periodista y escritor. 40 años de investigación flamenca en El Correo de Andalucía. Autor de biografías de la Niña de los Peines, Carbonerillo, Manuel Escacena, Tomás Pavón, Fernando el de Triana, Manuel Gerena, Canario de Álora...

NO COMMENTS

ESCRIBE TU COMENTARIO. Rellena los campos NOMBRE y EMAIL con datos reales. Para que se publique en nuestro portal, el comentario no puede ser anónimo.