Conozco a Luis Javier Vázquez Morilla desde hace ya algunos años y siempre he admirado su capacidad de trabajo, el rigor de sus investigaciones y su amor por todo lo que tenga que ver con la historia del arte flamenco, sobre todo con sus verdaderos protagonistas, que son los artistas del cante, el baile y el toque flamencos. Luis no es un investigador más, a pesar de que este sea su primer libro, sino alguien especial que sabe lo importante que es contrastar los datos para encontrar la verdad y poder contarla.

Aunque el flamenco ha contado siempre con buenos investigadores, es en las últimas décadas cuando se está haciendo con el rigor necesario que exige esta disciplina. Demófilo, Fernando el de Triana, Rafael Pareja, Ricardo Molina y Antonio Mairena nos dejaron grandes obras, pero sin mucho rigor en la investigación. Sin embargo, sus tratados siguen siendo referencias, libros de consulta que se citan una y otra vez, aunque sin contrastar sus datos. Cuando llegaron investigadores como José Blas Vega, José Luis Ortiz Nuevo, Geradr Steingrees, Eugenio Cobo y José Gelardo, entre otros, comenzó otra etapa y ahí están sus obras.

Luis Vázquez, de Morón de la Frontera,  viene a sumarse a estos nombres y lo hace con modestia, con humildad, pero por derecho. Decidió escribir la historia del flamenco de Morón de la Frontera, el pueblo donde se crió Silverio Franconetti y donde vivieron El Fillo hijo y su compañera La Andonda. Ya adelantó mucha información sobre ellos en alguna tribuna de Internet, pero lo mejor está por venir. Y como adelanto al gran material del que dispone ya sobre la historia flamenca de este pueblo sevillano, aquí está su primer libro, una excelente biografía de Diego Bermúdez Cala, el mítico Tenazas de Morón, ganador del Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, aquel que promovieron y organizaron Manuel de Falla y Federico García Lorca, entre otros intelectuales y artistas de la época, para, según el propio Lorca, salvar al arte jondo de su desaparición.

«Si viviera y leyera este libro, seguro que se quitaba el sombrero, porque descubriría atónito que un joven de su pueblo sabe más de su vida que él mismo»

Es impresionante la cantidad de datos que Luis Vázquez ha recopilado para hacer este libro sobre El Tenazas y también sobre el histórico certamen granadino, su importancia y repercusión. Pero si importante es la búsqueda de los datos, no lo es menos su capacidad para analizar todo el valioso material. De nada serviría todo ese trabajo de campo si no se sabe organizar y pasar al papel. En este caso, en una biografía que nos va a servir a todos para conocer mejor al cantaor moronero, bastante desconocido hasta ahora, quizás porque no tuvo una carrera artística fuera del concurso granadino y su posterior repercusión. Si no llega a tomar parte en el certamen que también lanzó a la fama al Niño Caracol, el cantaor de Morón formaría parte de la amplia nómina de anónimos del cante.

Luis se ha encargado de completar una biografía necesaria para entender al personaje y su época, que ni siquiera dejó una buena obra discográfica. Luis se estrena con esta biografía y lo hace dando una lección de investigación, primero, y, sobre todo, de amor al cante de su pueblo y a su cantaor más famoso, el singular Tenazas. Si viviera y leyera este libro, seguro que se quitaba el sombrero, porque descubriría atónito que un joven de su pueblo sabe más de su vida que él mismo. Si El Tenazas era ya importante, por lo que supuso su descubrimiento en Granada, ahora lo es mucho más.

Luis Vázquez Morilla se ha encargado de perpetuar su nombre y su memoria –también su legado, por modesto que sea– con un rigor y una profesionalidad que merecen nuestro reconocimiento, el de quienes nos dedicamos también a esta disciplina de la flamencología, la de biografiar a quienes tanto nos dieron y que, sin embargo, cayeron en el más injusto de los olvidos.