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Juanillorro, aquel niño grandote

Conocí poco al cantaor jerezano Juanillorro, solo de haber estado con él algunas veces en algún festival, pero me pareció siempre un niño grande o muy grandote, lleno de vida y con una humanidad que se le veía desde lejos.


Conocí poco al cantaor jerezano Juanillorro, solo de haber estado con él algunas veces en algún festival, pero me pareció siempre un niño grande o muy grandote, lleno de vida y con una humanidad que se le veía desde lejos. Algo tímido, como yo, y los tímidos tenemos siempre algo especial a la hora de comunicarnos. Juanillorro tenía su manera de vencer su timidez, que era cantando, y cantaba con todo el cuerpo, entregado siempre al empuje y el compás más admirables. Era Jerez desde los pelos de la cabeza a los pies, un jerezano orgulloso de haber nacido donde mismo lo hicieron Manuel Torres, Chacón, El Sordera y Terremoto.

Un jerezano tan puro que sin haber llegado a ser una primera figura, su muerte sonó en todo el mundo y aún hay jerezanos llorando por todos los rincones de esa hermosa ciudad. Además, solo hay que ver el cartel de su homenaje para comprobar que tenía algo especial, porque hay cien artistas en él y podrían haber entrado otros cien. Todos han querido estar el día 31 de marzo en el Teatro Villamarta de Jerez y eso demuestra lo que esta tierra quería a Juanillorro, con independencia de que muriera joven, que es siempre un motivo para que se quiera mucho más a quien se va. Juanillorro se fue y su muerte nos heló a todos el corazón. Pero ese mismo día se hizo mucho más grandote y no solo de físico, sino de arte. La historia del cante jerezano le abrió sus puertas.

Siempre me ha maravillado lo especial que es Jerez con sus artistas. No los olvida, y eso que tiene cientos, sin contar los que ya se fueron. Vas por las calles de Santiago o San Miguel y huelen a sus artistas. Se habla de ellos en las tabernas como si no se hubieran ido. La mejor manera de no morir nunca es vivir en los demás y Juanillorro vivía en los demás, en sus paisanos y los artistas que admiraba. En parte, era muy querido por eso, porque amaba a mucha gente, del arte o de fuera del arte.

Ya no habrá entradas y sería lógico con ese cartelazo que han confeccionado para su homenaje. Habrá que estar ese día en el Villamarta porque, además de por el motivo más importante, que es participar, porque esa noche va a estar Juanillorro por todos los rincones del teatro y de todo Jerez. Quiero decir don Juan Manuel Carpio Heredia, un gitano noble y transparente que un día de no hace mucho tiempo se fue sin avisar, dejándonos roto el corazón.

 

El que canta es Juanillorro,
le conozco porque duele
como los puñales jondos.

 

 

 


Arahal, Sevilla, 1958. Crítico de flamenco, periodista y escritor. 40 años de investigación flamenca en El Correo de Andalucía. Autor de biografías de la Niña de los Peines, Carbonerillo, Manuel Escacena, Tomás Pavón, Fernando el de Triana, Manuel Gerena, Canario de Álora...

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