Tras veinte años de carrera musical, Sebastián Cruz ha presentado su último proyecto en el Instituto Andaluz del Flamenco en Sevilla. Zarabanda presenta un total de doce temas con algo completamente nuevo y lleno de esperanza que nos enseña que no todo en el flamenco está escrito y cantado, y que el futuro puede ser tan maravilloso como el pasado. El artista onubense presenta su disco basado en la música barroca de Marin Marais y Monsieur de Sainte-Colombe.

Sebastián Cruz nos ofrece una nueva visión de la música que más ama, llena de sinceridad, valentía y sensibilidad, capaz de asombrar y cautivar a partes iguales. El cantaor ha creado unas variantes de estilos de cante, algo muy difícil y poco frecuente del género. Tanguillos, malagueña, soleá, fandangos y una taranta totalmente original comparten espacio con otros cantes tradicionales, acompañados de una manera sorprendente por músicos excepcionales sin prejuicios.

En el disco no hay un intento de fusionar la música barroca y el flamenco. El espectáculo es flamenco, ya que nunca se ha escuchado cantar como lo hace Sebastián Cruz. Interesado por su entorno, es influenciado por numerosos estilos musicales que capta e integra de manera muy natural en su cante. Podemos decir que el jazz, el rock, el pop o la música clásica se funden con el flamenco, aunque lo que escuchamos es, sobre todo, flamenco.

El proyecto viene de la mano de Stefan Winter y su particular visión del arte de la grabación. La secuencia de las diferentes tomas de cada canción consigue la unión deseada y posible en cada instante, y así lograr la máxima expresión de los músicos en el estudio.

El artista confía en que Zarabanda le permita abrir nuevos lugares para presentarse al público y una nueva forma artística. Tal y como dijo en la presentación, «yo pienso que este disco va a marcar un antes y un después en mi carrera. Un punto de partida, un Sebastián Cruz que va a cantar de otra manera…».

Imagen superior: Raúl Cantizano y Sebastián Cruz. Foto: Joaquín González